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jueves, 30 de marzo de 2017

Giro profamilia y provida en la Comisión de la Mujer de la ONU

Giro profamilia y provida en la Comisión de la Mujer de la ONU
MALESTAR EN LOS REPRESENTANTES DE LA UNIÓN EUROPEA


El cambio de gobierno en EE.UU ha supuesto un duro golpe para las posturas a favor del aborto en la ONU. El delegado de España fue el más crítico con la nueva postura del país norteamericano.
(C-Fam/InfoCatólica) El mundo presenció el regreso de Estados Unidos al ámbito pro vida después de años de promoción del aborto por parte del gobierno de Obama durante la Comisión de la ONU sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
Tras la adopción del acuerdo anual de la comisión, conocido como conclusiones consensuadas, la delegación de Estados Unidos entregó una declaración pro-vida impactante.
El consenso internacional sobre la política de la ONU sobre «salud sexual y reproductiva» es que «no crea nuevos derechos internacionales, incluyendo el derecho al aborto», dijeron los Estados Unidos. El giro se revirtió para los partidarios del aborto, en cuestiones tales como la mención explícita de aborto sin el espectro completo de las advertencias de los acuerdos anteriores de la ONU, que echan el aborto en una mala luz.
Este año, el acuerdo no sólo omitió el aborto, sino que calificó todas las referencias a «salud sexual y reproductiva», «servicios de salud sexual y reproductiva» y «derechos reproductivos» haciendo referencia a acuerdos previos de la ONU que afirma que el aborto no es un derecho, comprometiendo a las naciones a ayudar a las mujeres a evitar el aborto, e impedirles que lo promuevan como un método de planificación familiar.
Estados Unidos dijo que «no apoya el aborto en la asistencia de salud reproductiva» y enfatizó que «Estados Unidos es el mayor donante bilateral de asistencia para la salud materna, neonatal y infantil y planificación familiar». Esta fue una respuesta a los críticos de la recientemente restaurada política de la Ciudad de México, la cual prohíbe dar fondos estatales a grupos que promueven o realizan abortos.

La UE, en contra

El acuerdo fue un duro golpe para los países europeos y nórdicos que promueven la «educación sexual integral» que enseña a los niños menores de 4 años sobre «masturbación en la primera infancia», los derechos LGBT y la prostitución legal.
Un último intento de la UE para eliminar las advertencias al término «salud sexual y reproductiva» fracasó. España, hablando en nombre de la UE, expresó la decepción y la frustración de algunos miembros de la UE.
Mientras que la mayoría de los delegados en la sala, incluida la brasileña liberal, líder de la sesión y jefa de ONU Mujeres, elogiaron generosamente a la facilitadora egipcia por su manejo en el proceso de las negociaciones polémicas y agotadoras, la UE criticó el acuerdo,  argumentando que este sólo tenía «muestras» del compromiso constructivo, y que era una «interpretación que estaba muy alejada» de las negociaciones que habían estado sucediendo durante semanas.
«Lamentamos que el vínculo entre el empoderamiento económico y la salud y los derechos sexuales y reproductivos no pueda fortalecerse si se reflejan mejor los componentes de derechos humanos», dijo el delegado español.
La delegación europea también se quejó de que el acuerdo mencionaba la primacía del «espacio político nacional», diciendo que esto «limita la ambición de la comisión», aunque sea un lenguaje estándar en los acuerdos de la ONU.
Y dijeron que estaban «preocupados por el lenguaje que refuerza los roles estereotipados de mujeres y niñas», refiriéndose a un llamado para el reconocimiento del papel de las madres en el hogar.
Canadá, Nueva Zelanda y varios países hispanoamericanos quedaron decepcionados, pero sólo Francia se hizo eco de la vehemencia y la frustración del delegado español, refiriéndose a «los derechos sexuales y reproductivos como un prerrequisito para el empoderamiento económico» en múltiples ocasiones.
El delegado de la Santa Sede contradijo directamente esta afirmación, a través de las reservas habituales que hace la Santa Sede, diciendo: «Los derechos reproductivos no son un prerrequisito para el empoderamiento económico y el desarrollo», dijo.
Polonia también señaló que estaba dispuesto a asumir un papel de liderazgo dentro de la Unión Europea oponiéndose a las agendas sociales progresistas, declarando que la frase «salud y derechos sexuales y reproductivos carece de una definición internacionalmente reconocida».


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