21-07-2015
Virgen: ¡Ay, Marga, Marga…! Necesitamos sencillez en las almas. ¡De ésa de la que tú tienes! Que no te importe haber tomado decisiones adecuadas o no. Dios actúa a través de las decisiones adecuadas, ¡y de las inadecuadas! Tú procúrate y busca todos los días (día a día) estar (ponerte) en los brazos de Dios. Conserva la Paz, aun en la adversidad. No pasa nada, hija, si en otros sitios hay cosas que no son de Dios. ¡Está el mundo lleno de cosas que no son de Dios! Tú misma convives con ellas, en tu ambiente. A ti misma se te cuelan a veces cosas que no son de Dios. Empezando por tu alma, en cuanto comete pecado. ¿Y no viene Dios y te libra? ¿No viene Dios y te confiesa? ¿No acudes tú al confesor, Jesús-Dios en el sacerdote, y te libra de todo mal que se haya podido colar en tu alma? ¿Por qué tenerle tanto miedo al mal? Si le teméis tanto, os paraliza. ¿No es el hombre, mientras está sobre la tierra, una lucha en sí mismo contra el bien y el mal?486 Esta lucha la tendréis siempre mientras viváis sobre la tierra.487 No temerle tanto a esta lucha, que os paralice en la consecución del bien y en la consecución de vuestra obra, la a vosotros encomendada. Mientras, te queda la lucha, y te queda sufrir. ¡También te queda gozar! Porque la vida al lado de Jesús es gozo. ¡Y no existe gozo mayor que éste sobre la tierra! El vivir una vida con Jesús y en Gracia de Dios. El abandonarse por completo a Dios, en el Corazón de Jesús, a través del de su Madre, María. ¿No sabes que Yo he venido a estar contigo? ¿No sabes que todo lo pequeño de tu sencilla vida me importa? ¿No sabes que Dios no os ha dejado huérfanos, sino que os ha dado una Madre? Mientras el hijo tiene a la Madre, ¿puede encontrarse solo? ¡Qué solo se siente un hijo sin su madre! No es vuestro caso. Me tenéis a Mí, a Mí, a vuestra disposición. A Mí, porque así lo ha querido Jesús, y Yo acato la Voluntad del Padre a través de Jesús, mi Hijo. A Mí, la Madre de la Humanidad, la Madre de la Humanidad entera, Madre de cada uno en particular, Madre vuestra, como si cada uno de vosotros fuera mi hijo único pequeño muy amado. ¿Quién ha dicho “solos”? “Solos”, la única que puede decirlo es la Serpiente. Pero ella sabe que es mentira, que miente. Os inocula la tristeza de pensar que estáis solos y que Dios os ha dejado solos en esta lucha, luego no tenéis otra (opción) que entregaros a ella, pues ella es la única que está ahí, y os acompaña siempre. Y si le dais oídos os habla y os habla a través de la tentación, que cada día es más fuerte, porque el Mal se encuentra poderoso en vuestros días. El Maligno le ha dado cancha488, porque vosotros se la habéis dado antes, se lo habéis permitido, le dais el poder. No temáis a alguien que, con vuestra decisión de voluntad, puede desaparecer de vuestras vidas. Decidíos valientemente por Mí y por Jesús. Yo os llevo a Jesús. Viene de mi mano. Mirad, Jesús me ha dado poder sobre la Serpiente. Yo la aplasto con mi talón489 cuando quiero, pues vosotros me dais el querer sobre vosotros y vuestras vidas. ¡Poneos en mis Manos! ¡Decidme que os ayude! ¡Pedídmelo! Invocádmelo. Suplicad a Dios que os envíe a su Virgen en vuestra ayuda. A vuestra llamada, ¡llamada sincera!, a vuestro grito del fondo del alma, acudo presta y veloz, como un rayo, en vuestra ayuda. Es Satanás, entonces, cuando cae fulminado como un rayo también, al Abismo, y os deja de molestar en vuestras vidas por mi acción, por el poder que me ha sido otorgado de la mano de Jesús, mi Hijo y vuestro Hermano. ¡Ah…! ¡No temáis, queridos!, ¡no temáis! (Miré al frente, y vi la estampa de San Miguel) Es San Miguel el que también viene en vuestra ayuda. San Miguel no dejará que os perdáis. ¡Invocadle! ¡Invocadle junto Conmigo! ¿Habéis visto? Tenéis muchas ayudas. Tenéis a todos los Santos. A todos los Ángeles. A toda la Iglesia Purgante. Tenéis también a la (Iglesia) Militante, que aún lucha con vosotros sobre la tierra, y tenéis también a todos los hombres de buena voluntad que todavía no han ingresado en la Casa de Dios490, pero que lo buscan con sincero corazón. ¡Todas esas ayudas! ¿Qué temer? Contadme.491 “Temed a quien puede matar el alma…”492 Temed a dar vuestra voluntad a quien puede matar el alma. Nada más. No entreguéis vuestra voluntad al Maligno. Entregad vuestra alma y vuestra voluntad a Dios. Hacedlo, a través de Mí. ¡Es más fácil! ¡Venid! ¡Haced la prueba! ¿No acude un niño a su Madre siempre que la necesita? ¿No es un movimiento instintivo en él? Acudir a la Madre en peligro. ¿Y en bonanza? ¿No va el niño a la Madre siempre para contarle sus logros? ¿No convive con ella? ¿No le gusta estar a su lado? ¿No se siente protegido, y alentado? Pues así vosotros. Haced vosotros eso así conmigo. Yo Soy vuestra Madre. Y os amo. ¡Alabado sea Jesucristo!
(Este Mensaje ¡es de tal Belleza! Se me conmueve el alma y el corazón al volverlo a leer. Y lloro de agradecimiento. María, ¡Bella! Belleza de Mamá. ¡Gracias! Gracias, Padre, por habérnosla dado por Madre. ¡Alabado sea Jesucristo!)
484 “Que no preparas tú el Mensaje, sino que lo decide Dios”, se va cuando yo no quiero, y se va bendiciéndome. 485 El Evangelio de hoy. (Mt 11,25-27).
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