Arderéis en el infierno: ¡Ay, de vosotros, políticos y periodistas hipócritas!

Leed estas líneas en voz alta, sintiendo la profunda tristeza de un Padre, y no la ira infinita de Dios: Vosotros, que escandalizáis a los más pequeños negándoles la ley natural y el derecho a tener un padre y una madre. Vosotros, que traficáis con mujeres y niños y los prostituís, o los asesináis para vender sus órganos.
Francisco Segarra -
31/07/2017

Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Hemiciclo del Congreso de los Diputados / Archivo.

¿Quién os ha enseñado a escapar de la ira de Dios, políticos del mundo?

Vosotros, que convertís el mal en bien y hacéis de esta abominación una ley.

Vosotros, que afirmáis que matar a los hijos en el seno materno es un derecho de la mujer.

Vosotros, que legalizáis la sodomía y pervertís el nombre sagrado del matrimonio.

Vosotros, que escandalizáis a los más pequeños negándoles la ley natural y el derecho a tener un padre y una madre.

Vosotros, que traficáis con mujeres y niños y los prostituís, o los asesináis para vender sus órganos.

Vosotros, poderosos del mundo, que alentáis el tráfico de drogas y de armas y os embriagáis con la sangre de los inocentes

Vosotros, ricos del mundo, que promovéis la guerra y la desolación y el hambre en vuestro beneficio.

Vosotros, que inculcáis a la juventud mentiras siniestras sobre su naturaleza y la educáis en la confusión de los sexos.

Vosotros, poderosos del mundo, que alentáis el tráfico de drogas y de armas y os embriagáis con la sangre de los inocentes.
Los tontos útiles

Vosotros, servidores de satán y de mammón, hombres y mujeres del mandil, enemigos de Mi Iglesia, a la que habéis jurado destruir, ¿creéis que no os veo?

Vosotros, sacerdotes impíos de mi Iglesia, que os acomodáis al mundo y no entráis en el Reino ni dejáis entrar a los que quieren ser justos.

Vosotros, pastores de vosotros mismos, que no cuidáis a mis ovejas y las dejáis en manos de los lobos del infierno, de los que teméis hablar.

Vosotros, periodistas, que mancilláis la verdad, vendidos al poder miserable de unos pocos. Vosotros, tontos útiles, que sembráis la cizaña entre mis fieles y no reparáis en que estáis con la causa del diablo.

Vosotros, arderéis en el infierno: el fuego de mi Amor, que os consumirá eternamente; el fuego de mi Justicia, que tiene que ser satisfecha; el fuego de mi Misericordia, que no queréis aceptar.

“No os hagáis ilusiones: los inmorales, idólatras, adúlteros, lujuriosos, invertidos, ladrones, codiciosos, borrachos, difamadores o estafadores no heredarán el reino de Dios”

El fuego de mi amor os quemará las entrañas eternamente porque habéis rechazado mi Palabra y no habéis creído en mi Hijo y habéis matado a todos los profetas que os envío.

Vosotros: “No os hagáis ilusiones: los inmorales, idólatras, adúlteros, lujuriosos, invertidos, ladrones, codiciosos, borrachos, difamadores o estafadores no heredarán el reino de Dios”.

Leed estas líneas en voz alta, sintiendo la profunda tristeza de un Padre -si es que tenéis corazón-, y no la ira infinita de Dios.

Porque vosotros me habéis herido tanto, que he muerto por vosotros, hijos míos.