Juan María Piñero -
28/11/2017
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La nueva película de Pixar llega a los cines el próximo 1 de diciembre. Como otros muchos filmes de la factoría, se espera que sea un éxito, y el hecho de que la historia sea entrañable y enfocada a niños, hacen presagiar que alcance el número uno de recaudación.
Pero como otras muchas películas tanto de Pixar como de Disney, que sea para niños, no significa que realmente sea para ellos, y junto a notables valores, hay otras muchas lagunas que los padres deben considerar antes de llevar a sus hijos.
La película trata de un adolescente mexicano de 12 años que, por accidente, viaja a la Tierra de los Muertos. El primer dato es que el protagonista, no es anglosajón, como venía siendo habitual en las cintas de Pixar, ya que es un niño mexicano.
Además, a lo largo de la película, se aprecia la importancia del respeto a la familia, a los ancianos y a la conexión entre generaciones, algo muy propio en las comunidades latinas de Estados Unidos, a través de la entrañable, y al mismo tiempo irascible abuelita, y del recuerdo a los difuntos.
No hay vida eterna ni Cielo en la película, sino un perdurar temporal que depende de la fama
Ahora bien, el recuerdo de los fallecidos, no implica ninguna trascendencia, o al menos una trascendencia eterna; simplemente mientras permanece el recuerdo de un fallecido, su alma permanece en un mundo paralelo.
Cuando el recuerdo desaparece, también el alma lo hace. ¿Dónde va? A ningún lado, simplemente se desvanece, se funde con la nada.
No hay vida eterna ni Cielo en la película, sino un perdurar temporal que depende de la fama. Así que Hitler o cualquier dictador sanguinario de fausto recuerdo, sería el rey en ese mundo paralelo.
Por este motivo, varios críticos católicos de cine, consideran que la película es adecuada para adolescentes o adultos que ya tienen clara la doctrina católica sobre la vida eterna, aunque quizás no para niños pequeños que pueden confundir su visión sobre la vida eterna.
Otro aspecto también criticable y que ya es recurrente en las películas de dibujos animados es la rebeldía del niño frente a unos padres que no comprenden su creatividad. Algo que se podría resumir en que los niños deben hacer lo que les dicta el corazón, sabiendo que los padres son bobos y no saben nada. En definitiva, que las normas de casa limitan a los jóvenes.
En conclusión, pese a los valores que presenta, es importante que los padres sepan si sus hijos están preparados para comprender en su totalidad la película y evitar confusiones sobre la doctrina de la Iglesia sobre la vida eterna.
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