Pablo González de Castejón -
24/11/2017
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La confesión de San Juan Pablo II a Monseñor Mauro Longhi sobre la invasión del islam a Europa se produjo en 1993, pero hasta ahora el religioso italiano no la ha hecho publica, y sus motivos tiene.
Longhi, originario de Trieste, ha revelado este episodio en el eremitorio “Santos Pedro y Pablo” de Bienno, en Val Camonica, en una conferencia organizada el pasado 22 de octubre en recuerdo de Juan Pablo II. Ese día la Iglesia celebra la memoria litúrgica del santo.
Lo ha hecho ahora porque el Santo Padre le pidió que se lo contase a la Iglesia del tercer milenio, y así lo ha hecho.
En el vídeo de abajo (en italiano) se puede escuchar el testimonio a partir del minuto 48. Aquí le dejamos un resumen de la misma:
«Le miré pensando que tal vez necesitaba algo; él se dio cuenta de mi mirada, le temblaba la mano, era el inicio del Parkinson. “Querido Mauro, es la vejez..”, y yo dije de inmediato: “No, Santidad, ¡usted es joven!”. Cuando en los coloquios de tipo familiar y amistoso se le contradecía, a veces se enfadaba. “¡No es verdad! ¡Digo que soy viejo porque lo soy!”».
Según Longhi, era precisamente el paso del tiempo, junto al avance de la enfermedad, lo que hacía que el Papa polaco sintiera la necesidad urgente de transmitirle esa visión mística.
“Invadirán Europa. Europa será un sótano lleno de antiguallas, penumbra y telarañas. Recuerdos de familia”
«Entonces Wojtyla cambió el tono y la voz –continúa– y haciéndome partícipe de una de sus visiones nocturnas, me dijo: “Recuérdaselo a quienes encontrarás en la Iglesia del tercer milenio. Veo a la Iglesia afligida por una plaga mortal. Más profunda y dolorosa que las de este milenio” -refiriéndose a las plagas del comunismo y el totalitarismo nazi-.
“Se llama islamismo. Invadirán Europa. He visto a las hordas venir”, y me describe uno a uno los países: desde Marruecos a Libia a Egipto, y así hasta la parte oriental.
El Santo Padre añade: “Invadirán Europa. Europa será un sótano lleno de antiguallas, penumbra y telarañas. Recuerdos de familia. Vosotros, la Iglesia del tercer milenio, deberéis contener la invasión. Pero no con las armas, las armas no bastarán, sino con vuestra fe vivida íntegramente”».
Este texto lo publicó la Nuova Bussola Quotidiana hace unos días, y el propio Mauro Longhi les escribió para detallar que su confesión no se refería a una batalla bélica.
Estimado director,
Estoy sorprendido por los ecos que han tenido mis dichos en la conferencia celebrada en la Bienal el 22 de octubre. Veo que algunos los interpretan como “una batalla entre cristianos y musulmanes”.
Lamento mucho esta lectura y me disculpo si, por falta de claridad, puedo haber llevado a esta interpretación: en la mente de Juan Pablo II no había idea de “batalla”, al contrario, había una búsqueda de relaciones.
En la conversación con el Papa que hablé en la conferencia, el Papa se refirió a ciertos grupos de terroristas que ya comenzaron a actuar, usando el nombre de Dios (como recuerda a menudo hoy Papa Francisco) y en sus comentarios.
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