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domingo, 28 de enero de 2018

DICTADOS DE JESÚS A MARGA, PARA ÉSTOS ÚLTIMOS TIEMPOS. LEÉLO Y COMPARTE.


25-07-1999 

Jesús: 
Dame tus obras de amor. Yo vengo a recoger tus frutos. ¿Qué encuentro? Frutas a destiempo en higuera tardía. Colaborad con la Gracia. Podéis ser linterna que alumbre allá por donde vaya, aunque el mundo esté sumido en la profundidad de la tiniebla. Podéis ser foco, podéis ser faro. ¿Habéis visto los faros? Así os quiero a vosotros. Piedra de toque que diga al mundo en tinieblas: ¡Aquí está! ¡aquí está la Verdad! La tiniebla no es más grande que el Poder de Dios. Y mi Padre, cuando le haya parecido bien, dirá a este lupanar: ¡Desaparece!, y no quedará rastro. Jugáis con el Poder de Dios, pero no se puede jugar con Dios. 
No se puede jugar con la propia salvación o condenación, porque la muerte puede venir en el momento en que la ficha ha caído en la casilla de la condenación, y no podéis volver a tirar, e irremediablemente caeréis hacia el fuego eterno. Vosotros que sabéis, no juguéis, no frecuentéis lugares públicos donde se peca, ¿por qué entrar en la guarida de los lobos, vosotros mis corderos? Como tontos os exponéis al fuego enemigo. Temed al que puede condenar el alma y llevarla a la gehenna, y no flirteéis con él. No deja a la presa en que ha hincado sus garras. ¡Vosotros que lo sabéis!, no vayáis tras él. 
Y advertid a los necios: ¡Necios!, ¿dónde vais?, ¿qué hacéis con vuestra alma?, ¿qué con vuestra condenación? Esta vida os parecerá en la eternidad como una fugaz llama de cerilla apagada por un niño. Dura un instante. ¡Y dedicasteis tanto tiempo en vuestro propio placer! Tiempo perdido, tiempo echado a la ciénaga. ¿Dónde está el tiempo dedicado a vuestro Dios y Señor? ¿No teníais más rey que al César? ¿Cuánto duró su efímera vida? Decídmelo ahora que estáis en la eternidad. Nada: Soplo fugaz de fugaz cerilla. Yo Soy el Señor del Tiempo. Todo está bajo mis órdenes. Vosotros sois sostenidos por mis Manos Todopoderosas.
Si Yo os dejo ahora, caéis sin remisión al abismo. Os sobrevendría la muerte al instante.

31-07-1999 

Virgen: 
La nave de la Iglesia irá a la deriva, porque Dios herirá al Pastor, y se dispersarán las ovejas. Tanto, que vosotros pareceréis anatema a ojos de los supuestos justos, y creerán que hacen un beneficio a Dios persiguiéndoos.164 Someteos a la persecución y a la tortura a imitación de Cristo que, como manso Cordero, fue llevado al matadero sin abrir la boca. Nunca jamás os faltará mi ayuda, nunca el Aliento del Espíritu. Permaneced unidos y bajo una sola voz. Yo os diré lo que debéis hacer. Que no se turbe vuestro corazón. 
Aceptad alegremente el suplicio, porque Dios, de esa manera, humillándoos, quiere encumbraros, y vuestro sacrificio servirá en rescate de muchos. Alegraos en el Señor, estad alegres.165 Mirad que ya viene. Seguido de su cortejo, viene a recoger los frutos de la siega. ¿Os ha de encontrar ya segados? Si no sois segados, os marchitáis en los campos, y no serviríais para proporcionar alimento a vuestros hermanos. Someteos voluntariamente a la siega del Señor, id con alegría, id por vuestro propio pie a su siega. 
El trigo será separado de la cizaña, y esto será doloroso para vosotros, trigo del Señor. Siega necesaria, recolección fructuosa y duradera por los siglos. Que vuestro fruto dure, y sea semilla de nuevos santos. Sabéis que los mártires son semilla de nuevos santos, alegraos y corred a vuestro martirio; entregaos como si cada día murierais, como si cada día fuerais clavados en una Cruz, la Cruz que Yo misma os presento y os doy, que Yo misma os preparo. Por eso, no tengáis miedo: de mi Mano será fácil. Veréis qué alegría sin par, sin límites, experimentaréis durante el martirio y posteriormente de camino derecho al Cielo, para alabar su Nombre por los siglos. 
Porque Yo os confortaré en vuestra prueba, y os daré consuelo, y paz y alegría. Porque al Señor le ha parecido bien. Porque os amó hasta tal punto, que quiso encumbraros, para que gocéis de su Gloria. No penséis en vosotros mismos como personas muy especiales. Porque erais nada, Él se sintió atraído por vuestra miseria, y quiso levantaros y encumbraros para que su Nombre sea alabado por todas las criaturas y le den Gloria. 

164 Cfr. Jn 16,2. 
165 Cfr. Flp 3,1.   

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