EL ESTADO BRITÁNICO LOGRA SU OBJETIVO
El pequeño Alfie Evans ha muerto esta madrugada en el hospital Alder Hey de Liverpool, según ha confirmado su padre. Una supuesta «victoria» de jueces y médicos que quisieron decidir sobre la vida del niño y quedaron en evidencia al sobrevivir Alfie 5 días tras serle retirada la ventilación. Dios le tenga en su gloria.
(InfoCatólica) «Mi gladiador ha rendido su escudo y ha ganado sus alas... Con el corazón totalmente roto. Te quiero mi niño», ha escrito Tom Evans, en un mensaje en Facebook.
El pequeño, nacido en mayo de 2016, ha logrado sobrevivir durante cinco días desde que le fue retirada la ventilación que le ayudaba a respirar. Ello a pesar de que los médicos que le atendían habían pronosticado que moriría en breves minutos. Descanse en Paz.
Atrás queda la actuación escandalosa y criminal de todo un estado moderno, Gran Bretaña, que ha mostrado al mundo entero como se puede arrebatar impunemente a unos padres su derecho a decidir sobre la vida de su hijo.
Pero también queda el testimonio de miles y miles de personas que han mostrado su apoyo a Aflie y sus padres, que han rezado por ellos y que han alzado la voz contra el totalitarismo revestido de democracia liberal que ha mostrado en estos días su verdadero rostro.
Se trata de una «victoria aparente» de los jueces y médicos británicos que prohibieron salir del país a Alfie Evans, habiéndole sido concedida a los padres la posibilidad de continuar con sus cuidados en el Bambino Jesú de Roma, e incuso habiéndole concedido el estado italiano la nacionalidad para facilitar el traslado.
Pero Dios ha escuchado las oraciones y súplicas de los cristianos y otras personas de buena voluntad. Rezamos y ofreceremos lo más precioso que tenemos, la santa misa, memorial del sacrificio de Cristo por nuestra salvación, por el eterno descanso de Alfie y el consuelo en la fe y la esperanza de sus padres, familiares y amigos.
Y, «siendo nuestro Señor Jesucristo el Rey del universo, el Rey de todas las naciones; teniendo, pues, sobre la historia humana una Providencia omnipotente y misericordiosa, y habiéndosele dado en su ascensión “todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt 28,18), ¿podrá algún creyente, sin renunciar a su fe, tener alguna duda sobre la realidad del actual gobierno providente del Señor y sobre la plena victoria final del Reino de Cristo sobre el mundo?» (J.M. Iraburu, La victoria final de Cristo - La Parusía - Cristo Rey, venga a nosotros tu Reino )
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