02-06-2005
Jesús:
No desertes de tu condición de madre. No desertes de tu condición de madre,
aunque sean muchas las voces que te invitan a ello. No desertes de tu condición de
madre.
Antes que el sustento material, está el espiritual. Y si tú, por darles el material
abandonas el espiritual, ¿quién se lo dará? ¿Quién les dará de comer?
Sin embargo, si por seguir tu misión –que es la Mía– haciendo oídos sordos de
todos los que te dicen que abandones tu casa, te quedas en ella como guardiana y en
mi defensa, que sepas, hija, y Yo te lo prometo, y es una Promesa de mi Corazón,
que nunca, nunca jamás os quedaréis sin el sustento material para el día. Nunca.
Nunca jamás.
Por seguir tu misión, hija, has de renunciar a una serie de cosas. Mira cómo se
afanan los mundanos en buscar su propio bien y a cambio sólo consiguen tristezas.
Tú sin embargo, hija, busca Mi bien, y Yo te prometo alegrías. Alegrías en esta
vida y paz y felicidad eternas.
No escuches a esas voces, no las escuches. Escúchame sólo a Mí.
Margarita: la-que-entiende-mi- Corazón. Mi confidente. ¿Querrás seguir viniendo a
Mí? ¿Querrás seguir buscándome?
Camina hacia arriba en dirección a tu perfección. Que nada ni nadie te detenga. El
Demonio siente envidia de que tu alma no sea para él, porque sabe que si te gana,
ganará a un montón de almas. Tú, sin embargo, sé Mía para ganar así más almas
aún, pero para la dicha, la dicha eterna final.
Este es el tiempo del Demonio. Pero mi tiempo ha llegado ya. Y ya despunta.
Aguantad, soportad los últimos ataques, que ya llego, ya llego para liberaros.
Él sabe que maltratando a los santos, pierde poder, porque vosotros todo lo ponéis
en la balanza del Amor y salgo vencedor. Pero aun así no puede resistir el ímpetu
por atacaros. Tan grande es su odio. Que aunque sabe que se hace daño a sí mismo,
el mal por el mal, no puede impedir el hacerlo.
Vosotros prescindid de él. Sí, molesta, pero para los santos es simplemente eso, una
simple molestia. Porque habéis vencido conmigo.
Aunque remueva los corazones infieles que se encuentran a vuestro lado, vosotros firmes conmigo.
Aunque os
haga pasar calamidades actuando sobre vuestra materialidad, vosotros firmes
conmigo.
Aunque pretenda quebraros en vuestra moral, vosotros firmes conmigo.
Así podréis vencerle. Nunca dudando. Siempre amando. Siempre actuando956
.
Tú imagínate que se ha derrumbado todo, todo, todo, todo lo que se encuentra a tu
alrededor... pero he permanecido Yo. Y tú conmigo. ¿A qué temer?
Todos los que ahora no te entienden, llegará un día en que lo harán -¿no ves cómo
despunta ese día?– y se acordarán del ejemplo que les diste creyendo. Creyendo
contra toda esperanza.
Margarita: la-que-es-fuerte en mi Corazón. ¡Avanza! ¡Avanza! Mira, te están
esperando.
Están las hordas del enemigo haciendo estragos entre los míos. Y mi confidente
con los ojos cerrados y los oídos tapados.
¡Escucha! Mira
Mañana, mi día (el Corazón de Jesús). Mi día para ti también y para todos los que,
como tú, quieran acogerse a mi Corazón: VENID A MÍ TODOS LOS QUE OS
SINTÁIS CANSADOS Y AGOBIADOS, QUE YO OS ALIVIARÉ. CARGAD
CON MI YUGO Y APRENDED DE MÍ, QUE SOY MANSO Y HUMILDE DE
CORAZÓN.957
956 Luchando. Colaborando activamente en la Redención. Perfeccionándonos.
957 Cfr. Mt 28s.
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