USARON MANIQUÍES PARA HACER SUS PRUEBAS
Esta semana ha sido noticia en todo el mundo los resultados de un estudio realizado por la universidad de Liverpool que declaraban falsas las manchas de sangre en la Sábana Santa de Turín. Dicho estudio no tiene rigor científico.
(Gaudium Press/InfoCatólica) Vatican News ha publicado la opinión de personalidades relacionadas con el estudio de la Sábana Santa que ha suscitado titulares en la mayoría de los medios de comunicación internacionales en los últimos días.
Según se afirmaba en el estudio, una mitad de las manchas de sangre impresas en el Sudario no serían verdaderas: no son compatibles con la postura de un hombre crucificado y otras ni siquiera responderían a la posición en la cruz ni en la tumba. Teniendo en cuenta que el estudio fue publicado por la Universidad de Liverpool en el Journal of Forensic Sciences, numerosos medios de información se hicieron eco de sus conclusiones tomandolas como verdad incontestable.
Los dos investigadores que aparecen como autores del trabajo, Matteo Borrini y Luigi Garlaschelli, forman parte del Comité Italiano para el Control de pseudociencias.
Investigación no creíble: no hay rigor científico
Diversos expertos en la Sábana Santa contradicen el rigor científico de la investigación. La profesora Emanuela Marinelli, estudiosa del Sudario de renombre mundial, responde con calma al conocer las afirmaciones:
«¿Usted leyó el resumen de la investigación? No tiene nada de científico. ¿Para usted puede ser un criterio científico tomar un maniquí de los que se usan para exponer ropa en la vitrina de una tienda y con una esponja fijada a un trozo de madera y empapada en sangre artificial presionar sobre el lado derecho del maniquí para ver dónde caen las manchas de sangre?
Emanuela Marinelli explica que «este material no tiene el rigor científico de otros estudios, como los realizados hace cuarenta años con cadáveres de hombres muertos por hemopericardio, colocados verticalmente y punzados con un bisturí entre la quinta y la sexta costilla, como hizo la lanza el soldado romano. Pruebas que tuvieron resultados diferentes de los de Borrini y Garlaschelli».
Una pregunta incómoda
Alguien podría preguntar por qué una institución de la importancia de la Universidad de Liverpool decidió validar y publicar una investigación que presentadudas en relación a las metodologías fundamentales empleadas, lo que podría minar la credibilidad de la propia universidad.
La profesora Marinelli responde apuntando a un escenario más nebuloso: para intentar validar la tesis de que el Sudario es falso, grupos ideológicos financian, sin ahorrar esfuerzos, estudios pre-concebidos, pre-construidos.
«Basta pagar y las investigaciones se realizan, explica Marinelli. Y también hay quien las publica para usted. Es innegable que detrás de algunas de ellas se esconden grupos que quieren hacer creer que el Sudario es una falsedad histórica»
Según la profesora, existe un bello documental llamado La Noche del Sudario. Este documental, continúa Marinelli, contiene una afirmación que tal vez pueda no agradar a alguien. Y esta afirmación está en una carta escrita en papel timbrado de la Curia de Turín que el cardenal Anastasio Ballestrero, que fue Custodio del Sudario, envió a su consultor científico, el ingeniero Luigi Gonella. El cardenal sostenía firmemente que en el asunto de la datación por carbono 14 aparecían las manos de organizaciones que querían a todo costo probar que el Sudario era de la época medieval.
Marinelli afirma que existe una dificultad en relación a un «verdadero Sudario por parte de aquellos que quieren negar no solamente a Cristo, sino también su resurrección». Como decía el cardenal Giacomo Biffi: para un católico, descubrir que el Sudario es falso, no cambia nada. Todo cambia, sin embargo, para un ateo. Y tal vez de esto tenga miedo quien busca a toda costa demostrar su falsedad, recordó.
El Custodio Pontificio del Sudario
También el Custodio Pontificio del Sudario, Mons. Cesare Nosiglia, comentó el hecho:
«En el trascurso de los siglos, y con mayor frecuencia en los últimos años, existieron muchos intentos de cuestionar la autenticidad del Sudario. Tuvieron su momento de publicidad, con titulares y artículos de diarios, que daban por válida su investigación y sus conclusiones, pero en muchos casos, se demostraron científicamente dudosas.Los estudios e investigaciones, cuando se realizan con criterios científicos y sin hipótesis pre-concebidas, estimulan un debate sereno y constructivo, confirmando lo que afirmaba San Juan Pablo II: “El Sudario es una constante provocación para la ciencia y la inteligencia”».
Mons. Cesare Nosiglia cree que «debe reiterarse un principio fundamental como guía para quien desea tratar con método rigurosamente científico cuestiones complejas como esta: es el principio de la neutralidad, porque si se parte de un preconcepto y la investigación se orienta a demostrarlo, fácilmente se llegará a confirmarlo. En este caso, ya no son los hechos los que cuentan, sino las ideas pre-concebidas, frustrando así aquella neutralidad propia de la ciencia en relación a las convicciones personales».
«Entretanto, todo eso no afecta en absoluto al significado espiritual y religioso del Sudario como un ícono de la pasión y muerte del Señor, como lo ha definido la enseñanza de los Pontífices. Nadie puede negar la evidencia de que contemplar el Sudario es como leer las páginas del Evangelio que nos hablan sobre la pasión y muerte en la cruz del Hijo de Dios».
«Por tanto el Sudario, aun no siendo objeto de la fe, ayuda, sin embargo, a la propia fe, porque abre el corazón de aquellos que se aproximan a él y lo contemplan, para tornarse conscientes de lo que fue la pasión de Jesús en la cruz y, por tanto, de aquel amor infinito que Él nos demostró al sufrir terrible violencia física y moral por la salvación de todo el mundo. Esta siempre fue y continúa siendo la razón por la cual millones y millones de fieles de todo el mundo veneran, rezan y contemplan el Sudario y de él obtienen esperanza para su vida cotidiana».
Centro Internacional de Sindonología
Hubo también un pronunciamiento del vice-director del Centro Internacional de Sindonología de Turín, Prof. Paolo Di Lazzaro.
«El artículo publicado en el Journal of Forensic Sciences se refiere a los experimentos realizados por los prof. Borrini y Garlaschelli en 2014, sobre los cuales ya se había discutido en la época, con la integración de nuevas tentativas experimentales. Incluso conteniendo varios elementos de interés, creo que las modalidades por las cuales esos experimentos fueron conducidos, exigirían integraciones y atenciones específicas para ser considerados científicamente válidas y con alguna autoridad».
«Las mediciones de dosis de sangre en el laboratorio son realizadas usando un voluntario con buenas condiciones de salud, en cuya piel limpia la sangre fue derramada conteniendo un anticoagulante. Estas condiciones de contorno son muy diferentes de aquellas contenidas en el Sudario. No tienen en consideración la presencia en la piel del hombre del Sudario de polvo, suciedad, sudor, hematomas de la flagelación y tampoco la acentuada viscosidad de la sangre debido a la fuerte deshidratación. No es posible pensar en reproducir condiciones realistas del goteo de sangre en el cuerpo de un crucificado sin considerar todos esos factores que afectan significativamente el camino de la sangre escurriendo».
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