13-10-2011
Jesús:
Por envidia del Demonio entró el pecado en el mundo.586
Cuando el Demonio tentó a Eva, quiso romper el Plan de Dios sobre el Hombre,
que sería que Dios sería engendrado de una criatura. Que Dios se haría Hombre.
Por medio de una mujer, sin mediación de varón.
Quiso quebrar el Plan de Dios sobre el hombre. Quiso tentar a Eva, para destruir a
Eva.
El Demonio pensaba que Dios, descontento y enojado con la humanidad tras la
caída de Eva, la mujer de cuya descendencia nacería el Mesías, quebraría y
destruiría su Plan, condenando para siempre a la humanidad, como condenado
estaba él.
Pero Dios no la condenó, sino que le prometió un Salvador.587 Le prometió, que
Aquel a quien servirían las naciones, sería también su Salvador. El Redentor del
pecado. Y en lugar de condenar al hombre, condenó a su Hijo. La única forma de
resarcir esa culpa. Por medio del Sacrificio del mismo Dios.
Qué envidia, qué retorcimiento de dolor y de rabia: “¡¿Por qué a ellos?!” Y creció
aún más en su odio por Dios y por el hombre. Lanzándose a perseguir para siempre
a su estirpe, con toda su estirpe.
El odio del Demonio sobre “a los que ama Dios”588, es atroz. Y tengo que deciros
que crece día a día, desde aquel día. Envidia, envidia, envidia del hombre.
El inocula en vosotros también la envidia de los unos por los otros.
586 Cfr. Sb 2,24.
587 Cfr. Gn 3,15.
588 Cfr. Rm 8,28.
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