Los Diputados que aprobaron el proyecto de obligación de violar el secreto de la confesión se transformaron en nuevos Diocleciano, perseguidores de los católicos.
No podemos quedar callados delante de esta flagrante violación de nuestra libertad de profesar nuestra religión y de poder recibir el sacramento de la confesión sin que el poder civil se entrometa en ello.
Ningún país comunista, a pesar de la implacable persecución que organizaron, nunca aprobó una ley de esta naturaleza.
No hay tiempo que perder. Hoy es por el tema de los abusos a los menores y mañana será por cualquier otra causa.
Y, al mismo tiempo que los diputados se dicen tan preocupados por el abuso de los menores autorizan la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, quitándoles el referente de padre y madre con el cual todo niño se debe educar.
Por un lado se dice proteger de los abusos y por el otro se lo perjudica para toda la vida por la ausencia de un padre y una madre.
¡Hasta cuando!
Proteste hoy mismo al Presidente de la Comisión de Constitución del Senado expresando su total rechazo al proyecto que viola el secreto de la confesión sacramental.
Lo mantendré al tanto de esta gestión que Ud. y yo comenzaremos de inmediato.
No deje de esta protesta a sus amigos y contactos para manifestar nuestro total rechazo.
Cordiales saludos,
Luis Montes Bezanilla
Acción Familia, por un Chile auténtico, cristiano y fuerte
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