Hoy al ir a Misa me quedé pensativo cuando nuestro amado sacerdote de la parroquia empezó diciendo: Aquí estamos como todos los domingos para recordar a Jesucristo. Y yo me dije: ¿Cómo para recordar a Jesucristo?. Herman@s, yo no tengo que recordar a Jesucristo en la Santa Misa. Tengo que vivir con Él la Santa Misa; esta ahí presente con nosotros en el sagrario. Tengo que recordar y vivir en la Santa Misa, eso sí, su Sagrada Pasión. Vivirla e incorporarme espiritualmente en ella y ser capaz de unirme con Él. Tenemos que tener muy claro, herman@s que nuestro Señor, al ser Dios lo puede todo. Sí está con el Padre en el cielo pero también se quedó con nosotros permanente en las sagradas formas consagradas que se encuentran en el sagrario. También nuestro Padre, junto con el Hijo y como nos dijo Él, nos envió a la unión del Padre con el Hijo, El Espíritu Santo, nuestro Señor y hacedor de vida y Dios nuestro, que habita en todos nuestros corazones y al que le tenemos que abrir las puertas de par en par y cuidar de su templo que somos nosotros mismos. Después, otro matiz: Estamos esperando la segunda venida de nuestro Salvador, sí de forma fisica y visible, por supuesto y vendrá y queda poco tiempo para ello. Pero porqué somo tan burros y perdón la expresión, ¿porqué esperarlo así cuando ya lo tenemos con nosotros todos los días?, y no frecuentamos las visitas a donde está realmente que es en el sagrario. Herman@s, vayamos más a visitarle y hablar con Él, aunque sean dos minutos nada más para contarle nuestras penas y alegrías, a ofrecele las obras realizadas ese día por los demás. Intentemos aunque sea una vez por semana (sin contar la de los domingos), los jueves en la exposición del Santísimo, presentarnos delante de Él y abrirle nuestros corazones. Que la paz de nuestro Señor esté con todos nosotros y que nuestra Madre nos acompañe siempre. Que Dios os bendiga a tod@s.
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