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jueves, 1 de diciembre de 2016

MENSAJES LA VERDADERA DEVOCION AL CORAZON DE JESUS TOMO 1.


09-01-2002 
 
Jesús: Dile a mi Pueblo: Pueblo de dura cerviz, de ojos altaneros de mirada desafiante con su Dios, de manos dilatadas por la fortuna y echadas a perder por el mal uso del haber, de piernas cortas para el bien, largas para el mal, cuerpo acorde con el alma: perdida, negra y hundida en el fango, en el fango de vuestras dichas y placeres. Oh, Pueblo ingrato al Amor de Dios, ingrato a sus Ojos. ¿Hasta cuándo he de soportarte? ¿Hasta cuándo soportar tu hedor que sube hacia Mí como oblación? 386     Oh Dios mío, ¿tan enojado estás con tu Pueblo? No tengas miedo.387 Sigue. Pueblo de dura cerviz, escucha hoy a tu Señor, escucha a tu Ángel que te habla y que te guarda de tus enemigos, te defiende del Maligno.  Pueblo mío, ¿qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido?, respóndeme.388 Dime el por qué de tu odio al Señor, cuando de El sólo recibiste bienes y eras tú quien te perdías solo por el camino del mal. 

Oh, no eches la culpa a Dios de tus propios males, échatela a ti mismo extraviado por los caminos del odio y la perdición. Dime: ¿qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido?, respóndeme. Yo hice para ti los Cielos y la tierra y te establecí en el Paraíso. En él gozabas de mis bienes, que eran tus bienes. ¿Por qué te perdiste, Pueblo mío, por qué te fuiste de mi lado? Escucha: Yo te amo. Escucha, escucha mis Latidos de Amor por ti, Pueblo mío, inserto en la negra oscuridad, todo a oscuras sin dejar que brille la luz. Pueblo mío, ¿qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido?, respóndeme. Mírame. Mira a este Corazón que tanto ha amado a los hombres, mírame y escúchame. Ven a Mí, ven a mi Silbido, oye mi Llamada. 

Mira que te llamo en esta última hora de la historia. Mira que Soy Yo ahora quien clamo hacia ti. Me dirijo personalmente a ti e invoco tu perdón: ¿Qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido?, respóndeme. Yo te di mi Sangre, te di mi Vida. Por ti me clavé en una Cruz. Por ti fui exhibido al mundo para burla de los impíos, escándalo de los judíos.389 Por ti desde la Cruz grité: ¿Qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido? ¿Para qué este Sacrificio? Pueblo mío, sé que permaneces sordo, mudo y cojo, ciego, permaneces ciego a mi Amor, sordo a mis súplicas y a mis susurros de Amor. Dime: ¿qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido?, respóndeme.  ¿Por qué tu Dios adolece de Amor, abandonado, olvidado en los Sagrarios de la tierra? Olvidado, ultrajado y pisoteado por todos, Varón de Dolores, donde cada día se realiza mi Sacrificio y los míos vienen a escupirme y a insultarme, a escucharme para luego hacer oídos sordos, a lamer mi Sudor y luego enjuagarse la boca.

Pueblo mío, Pueblo de dura cerviz, aciago corazón helado, sordo a mis súplicas, enfermo para mi Amor. Ven a Mí, escúchame y luego contéstame: ¿Qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido? ¡Respóndeme! 
 No, no te interesa tu Dios, no te interesa que Yo muriera por ti, no te intereso. Tú, invadido por tus propios intereses, no quieres reconocer a Dios que te llama, que hoy llama a tu puerta y te dice: examina, examínate y piensa: ¿en qué me ha ofendido Dios?, y ven a decírmelo; pero escucha hoy mi Voz, que te diré que todo eso que te parecen afrentas, no son más que el Amor que Yo te tengo. Y mira, si tuvieras los ojos de la fe, entenderías todo, entenderías tu vida, su por qué, su finalidad, podrías encajar todo en las piezas del puzzle y darte cuenta que tus enojos no responden más que a mis llamadas, llamadas mías de Amor. Tú que me lees hoy y te reconoces y reconoces aquí mi Voz. Ven a Mí, ven hoy a Mí, no lo demores más. Examínate y piensa: ¿Por qué odio a Dios?, ¿por qué ese odio al Hacedor de todo? Si piensas: “yo no le odio, no es para mí”, te diré: “Si me amaras, cumplirías mis Mandatos”.390 Empieza por ellos si es que quieres amarme verdaderamente y hoy este texto tocó alguna fibra de tu corazón. El mandato del amor los resume a todos,391 pero, hijo mío: ¿Cómo vas a amar si sólo el odio es el que inunda tu corazón? Ven al Amor, venid con amor al Amor, 

Yo os enseñaré cómo tenéis que amar, cómo tenéis que amarme; y a mi lado aprenderéis a vivir la Verdadera Vida en Dios, la Verdadera Vida en Cristo Jesús, Señor de todos, Señor de Señores y Rey de Reyes. La Verdadera Vida del Amor. La Verdadera Devoción al Sacrosanto Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, el Verdadero Amor. Solos no podéis hacer nada.392 Caed en la cuenta que debéis venir a Mí si queréis ser felices, que tenéis que tener trato  conmigo si vuestra alma anhela ir al Cielo, morada eterna donde Yo me manifestaré más abiertamente por fin a vosotros, y podré abrazaros diciéndoos: Estáis con Dios, estáis conmigo, se acabaron vuestras penas. Yo Soy lo que buscabais y aquí estoy para ti. Ven a estrecharte contra Mí en este abrazo de Amor para fundirnos en un Corazón por toda la eternidad. Y vivid eternamente felices. ¿Es esto posible? Se puede, por la fe. Venid, venid, no quiero repetir más esta queja y esta súplica.393 Venid. Yo os espero hoy. El tiempo se acaba, terminan los días de la Salvación para dar paso a los Terribles días de la Ira. Venid, venid antes de que se cumplan los días, pasad, pasad al fondo de mi Corazón, ¡rápido!, ¡rápido!, ¡pasad!, ¡pasad! Y adorámoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

386 Intentamos rezar a Dios y en apariencia es oración, pero en realidad no es ofrecimiento del incienso de las buenas obras, sino del hedor del pecado, de vida de pecado. 
387 El Evangelio de hoy 
388 Cfr. Mi 6,3.  
389 Cfr. I Co 1,22-25.  
390 Cfr. Jn 14,15.   
391 Cfr. Rm 13,10; Ga 5,13s.  
392 Cfr. Jn 15,5 
393 “Pueblo mío, ¿qué te he hecho?, etc ... 

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