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sábado, 22 de junio de 2019

La Eucaristía: Octavo Día de la Novena – 23 de junio

by Rosas para la Gospa



Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz.

Ven, Padre de los pobres,ven, dador de los dones, ven, luz de los corazones.

Consolador magnífico, dulce huésped del alma, suave alivio.

Descanso en la fatiga, brisa en el ardiente estío, consuelo en el llanto.

¡Oh, luz santísima, llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles!

Sin tu ayuda nada hay en el hombre, nada que sea bueno.

Lava lo que está sucio, riega lo que está seco, sana lo que está enfermo.

Doblega lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está desviado.

Concede a tus fieles que en Ti confían, Tus sagrados dones.

Dales el premio de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales la felicidad eterna.

Amén. Aleluya, Aleluya.

V. Envía Tu Espíritu Señor y será Una nueva creación.

R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos
Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, concédenos por este mismo Espíritu, gozar siempre de su consuelo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén
   
OCTAVO DÍA (23)   
LA EUCARISTÍA      
La Eucaristía siempre ha sido el centro de la espiritualidad en Medjugorje. La Virgen desde el inicio introdujo a los videntes y a la parroquia en una profunda espiritualidad eucarística. Hasta el punto, que su aparición diaria ocurre, precisamente, veinte minutos antes de la gran concelebración eucarística; con todos los sacerdotes y peregrinos que llegan al Santuario. De esta manera, la aparición de la "Gospa" viene a ser una preparación para un encuentro más significativo de los fieles: el de la presencia de Jesús en el Altar. En Medjugorje todos entienden que la Eucaristía es lo primero.       
La misma Virgen recomienda que "es mejor para los fieles permanecer en la iglesia preparándose para la Eucaristía, que estar con los videntes en el momento de la aparición". Y a ellos les ha enseñado que "comulgar vale más que ser vidente". También les ha dicho que: "Si tienen que escoger entre ir a Misa y encontrarse conmigo en la aparición prefieran la Eucaristía porque en ella está presente mi Hijo y en la aparición estoy yo".      
La Madre de Dios también se lamenta porque muchos católicos no entienden lo que es la Eucaristía. Un día apareció llorando, y al preguntarle: "por qué lo hacía" respondió: "Porque muchos no saben el valor que tiene la Eucaristía". Fue entonces cuando pidió que antes de participar en Misa los fieles se prepararan, al menos, con 15 minutos de oración y al finalizar hicieran otro tanto "para agradecer a Dios por los múltiples beneficios recibidos".       
Por tal razón en Medjugorje, antes de iniciar cada día la Misa vespertina, se rezan 10 misterios del Rosario y al concluir el Credo, siete Padrenuestros, siete Avemarías y siete Glorias; para dar paso después a la tercera parte del Rosario. La Virgen ha mencionado, además, que "el momento más solemne de la Eucaristía y donde más gracias se pueden recibir, es durante la Consagración".       
Y en relación al culto de la Eucaristía fuera de Misa la "Gospa" recomienda: "Que se Adore sin interrupción el Santísimo Sacramento del Altar. Yo estoy siempre presente cuando los fieles están en Adoración. En ese momento se obtienen gracias particulares". Es incomprensible, pues, el 18 mensaje de Medjugorje sin la referencia explícita a la Eucaristía. La Virgen pide a los fieles "de ser posible asistir a Misa todos los días". Y ha dicho "que la Eucaristía es la mejor y más completa de todas las oraciones".       
El 25 de abril de 1988 dio el siguiente mensaje que nos enseñará a valorar el gran tesoro que tenemos los católicos en nuestras iglesias:      "¡Queridos hijos!: Dios desea haceros santos y por eso a través de mí os invita al abandono total. ¡Que la Santa Misa sea para vosotros la vida! Trabajad para comprender que la iglesia es la casa de Dios; el lugar donde yo os reúno y deseo mostraos el camino que os conduce a Dios. ¡Venid y orad! No estéis fijándoos en los demás y no los critiquéis. Que vuestra vida sea, por el contrario, un testimonio en el camino de la santidad. Las iglesias son dignas de respeto y consagradas, porque Dios que se hizo hombre permanece en ellas día y noche. Por lo tanto, hijos míos, creed y orad, para que el Padre os acreciente la fe, y luego, pedid lo más conveniente. Yo estoy con vosotros y me alegro por vuestra conversión. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25‐4‐88. 
PRECES   
Celebrando la memoria de la que es bienaventurada por todas las generaciones, presentemos nuestras voces suplicantes al Padre, que la llenó de gracia.
      .
Por la Iglesia: para que, a ejemplo de María, acoja con fe la Palabra de Dios, la proclame con fuerza y la distribuya a todos los fieles como pan de vida. Roguemos al Señor.      .
Por todas las almas consagradas: para que, a ejemplo de María, presenten cada día a Dios Padre las necesidades de todos los hombres e intercedan por la salvación del mundo. Roguemos al Señor.      . Por los hombres de buena voluntad: para que la honestidad y la bondad de sus vidas sean semilla de esperanza en Cristo salvador. Roguemos al Señor. .
Por los enfermos y por todos los que sufren: para que, unidos a Cristo y a María, ofrezcan sus dolores por la reconciliación de todos los hombres. Roguemos al Señor.      .
Por nuestra comunidad, reunida para celebrar el culto divino: para que aprenda de María a amar la Eucaristía y hacer de la propia vida una ofrenda agradable a Dios y del culto un compromiso de vida. Roguemos al Señor.
     
Oración      
Dios todopoderoso y eterno, que acogiste complacido la disponibilidad de la Virgen María para ser   Madre  de  tu  Hijo,  ayúdanos  a  ser como Ella, creyente y modelo del culto divino, en todos los momentos de nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 
(Gloria al Padre)
Consagración al Corazón Inmaculado de María
Oh, Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor. Que la llama de tu Corazón, María, descienda sobre todos los hombres. Nosotros te amamos inmensamente. Imprime en nuestro corazón el verdadero amor, así tendremos un deseo continuo por Ti. Oh María, dulce y humilde de Corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en pecado, Tú sabes que todos los hombres pecan. Concédenos por medio de tu Corazón Inmaculado, ser curados de toda enfermedad espiritual. Haz que siempre podamos contemplar la bondad de tu Corazón maternal y por medio de la llama de tu Corazón haz que nos convirtamos. Amén.
Instrumento de Paz
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: Donde haya odio, lleve yo tu amor, donde haya ofensa, lleve yo el perdón; donde haya discordia, lleve yo la unión; donde haya error lleve yo la verdad; donde haya duda, lleve yo la fe; donde haya desesperación, lleve yo la esperanza; donde haya tinieblas, lleve yo la luz; donde haya tristeza, lleve yo la alegría.
Oh Maestro, haz que yo no busque: Ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, sino amar. Porque, dando, se recibe, perdonando, se es perdonado; muriendo, se resucita a la vida eterna. Amén.
Invocaciones a María Reina de la Paz (Para todos los días)
María Santísima, que al recibir el anuncio del Ángel Gabriel concebiste en tu seno virginal a Jesucristo “Rey de la Paz”, concédenos bajo tu protección y auxilio, ser en el mundo auténticos instrumentos de paz:
Para que la paz reine en el corazón de todos los hombres, especialmente, en quienes procuran la violencia,
R/. María Reina de la Paz, Ruega por nosotros.
Para que la paz reine en todos aquellos que no han experimentado en sus vidas el amor de Dios, R/
Para que la paz reine en todas las familias, R/
Para que la paz reine siempre en la Iglesia de Cristo y se empeñe en difundirla, R/
Para que la paz reine en las parroquias y comunidades cristianas, R/
Para que la paz reine en nuestros planteles educativos y lugares de trabajo, R/
Para que la paz reine siempre en nuestro país, R/
Para que la paz reine en todo el universo. R/
Oración
Concédenos, Señor, a tu hijos el don de tu gracia, para que cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la poderosa intercesión de la Virgen María, consigamos aumentar tu paz en nuestros corazones, nuestras familias y en el mundo entero. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

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