“Queridos hijos hoy quiero compartir con ustedes la alegría del cielo”
Puestos en la presencia de Dios meditamos en estas palabras cargadas de amor. Somos hijos queridos, hijos muy amados. Somos hijos predilectos y en ese amor somos llamados por la Madre del cielo. Ya decía el papa Francisco que el evangelio no se enseña a golpes sino con amor.
La Reina de la Paz nos llama a atender la llamada de su Hijo en el Evangelio: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos ha llegado” (Mt 4,17). Y nos llama con amor, con ternura, con paciencia. La misma paciencia de su Hijo amado quien nos aguarda para abrirle el corazón: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap. 3,20).
Nuestra Madre nos trae la Alegría del cielo. Jesús es nuestra alegría y nuestro gozo, solo en El podemos ser verdaderamente felices. Por la gracia de Dios hemos sido hechos hijos de Dios y herederos con El de la misma Vida Eterna. El mismo nos ha hecho capaces de la Alegría del cielo. Por eso hoy nuestra Madre nos llama a vivir la Alegría del cielo, esa alegría que nace de la certeza de saber que somos muy amados del Padre en su Hijo Jesucristo. Vivamos este día y siempre alegres. Madre de la Alegría contagia nuestro corazón de la verdadera alegría para vivir nuestra vida llenos del amor de Dios. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
María Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero.
Fuente: www.centromedjugorje.org
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