10-03-09
Virgen: Hija: camina por el camino recto sin desviarte un ápice. Purifica constantemente la intención, cuando ésta se emponzoña dejando cabida a las tentaciones. Lucha contra ellas. Y Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Lo que importa ahora es la condenación de tu Patria, que camina hacia la perdición. Tu Libro tiene que salir. Tú ocúpate de Sus cosas, que Él se ocupará de las tuyas.66 Mantente centrada en Dios y deja que Él haga lo que te convenga. ¿Qué es lo importante, hija? Que España, tu Patria, es infiel a Mí y lacera cruelmente mi Corazón. Y corre el riesgo de condenarse. Publica este Libro y difúndelo. Tendrás que hablar a sabios y entendidos y también a gente sencilla. Hay gente que lo único que le interesará del Libro será la predicción de acontecimientos. No pierdas el tiempo con ellos. Y diles que aunque esos acontecimientos no terminaran dándose así, lo central del Libro continúa y sí sirve: “El Amor de Dios por cada uno de ustedes”. ¿No sabes que Yo cuido cada cosa de tu vida y busco tu bien también en la tierra? Si lo que pedís es bueno para vosotros y pedís con fe, Yo os lo concedo. No me cuesta nada, es fácil, es fácil para Dios. Pero tú hazme lo que Yo te pido. Busco el bien de cada una de mis criaturas y me ocupo de sus cosas. Ocúpense ellas de las mías. Amén.
Jesús: ¡Hola, Marga! Escúchame, que te hablo para vuestra Salvación. Estáis equivocando las sendas. El camino no está en la lucha armada. El camino no está en coger sus mismas armas y lanzárselas. No. El camino está en utilizar las vuestras, que son la oración, el ayuno y la limosna. En esta Cuaresma. Y siempre. Vuestras armas son la Oración ante el Santísimo. Son el Santo Rosario a vuestra Madre. Son una vida pulcra y limpia con la Confesión. Son, como moneda de cambio frente al odio, el amor. ¡Oh… vuestras armas no son las suyas! ¿Por qué no vencéis? Porque no estáis usándolas. Vuestras armas serán que os maten, sufriendo martirio, para ganar otras almas al Cielo. Vuestras armas son la persecución, que os persigan y calumnien por mi causa. Vuestras armas son la paz y la justicia por el Reino de los Cielos.
Vuestras armas son el amor a vuestros enemigos y el servirme con santidad y justicia en mi presencia todos vuestros días.67 Por eso, hija, por eso te digo: ¡Dile a tu Patria que no equivoque las sendas! ¡Dile que vuelva a mi Amor! Adviértele que corre graves peligros, que se aleja cada día y paso a paso de mi Amor. Que camina hacia el Abismo y que no quiera encontrar las causas en dirigentes, cuando el corazón de cada uno de vosotros está lejos de Mí. Aun de los que me profesan culto: lejos de Mí. Hija: ¡se alejan!, ¡se alejan! ¿Tú quisieras hacer algo por ellos? Sí. Publica tu Libro68. Imagínate: aunque no tuviera ni un solo lector, tú habrías hecho lo que te he dicho, fiándote de Mí, y eso me agradaría hasta tal punto que haría que se salvaran almas nada más por eso. ¿Entiendes, hija? Que no será sólo eso, será mucho más.
Para que veas la importancia de esto y la importancia que le doy Yo a que obedezcas en este momento de tu vida. ¡Oh, España, España!…España, ¡que olvidas a quien te hizo y equivocas las sendas, alejándote por el camino de la perdición! ¡España! Que me diste tantos Santos. España: ¿dónde estás ahora? Hija, en el Huerto miré y te vi a ti como uno de los artífices del levantamiento de ésta tu Patria. Y me alegré por ello, consolándome de la condenación de muchos hombres y de su negación a mi Gracia y mi Amor. Hija, ya sé que a veces es duro esto y vives de fe, pero eso es precisamente lo que me agrada: que digas Sí en los momentos difíciles. Haz en cada momento justo lo que tienes que hacer y Yo te indico. Sí: luego habrá otro Libro69. Quiero que, ante tu inseguridad, te lances porque vas de mi mano. ¿Ves que Yo te retiro todos los obstáculos? (Se refiere a que va arreglando las cosas para que yo tenga más tiempo) Sí: te tienes que encargar ahora de esto, sí. Vete a por Mí. (En las otras labores de cada día que ahora tengo que hacer) Amén. Te bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
12-03-09
Virgen: No pienses que por ser tan pequeña no puedes hablar conmigo o a Mí no me interesas. Lo mismo para todos. Hablo contigo para que tú me lleves a todos y les digas, de mi parte, que me interesan, que les escucho. Que Yo les amo a todos. (Era muy Tierna) Aunque éste sea el sólo fin de los Mensajes: vuestra vida me interesa. Yo os amo. Estoy pendiente de ti y todo lo que haces me importa. Por eso, hija: ven, ¡ven a mi Corazón! (Me atrae con su brazo a su Corazón) Mira, hija, ¿lo ves? Cómo a mi Luz todos tus problemas te parecen nada. Así son las cosas a los ojos de Dios. Esta sensación te recuerda a Medjugorje: todos los problemas se diluyen al contacto con mi amor, al ver cómo Yo os amo. Sí… no es fácil la vida de profeta, no es fácil. Mira cómo otros han sucumbido, no es fácil. Adiós. Te bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
15-03-09
San Miguel: Soy Miguel70. Me has invocado hoy. Vengo en tu ayuda. Con vosotros lucho; a vuestro lado. Yo os defiendo del Maligno. Yo muevo hilos para que el Maligno no os venza. Oh, no dejaos llevar por el odio. En España sólo unos pocos se disputarán el éxito. Que no surjan entre vosotros rivalidades y envidias. Esos son frutos de Satanás. Invocadme cuando os veáis tentados, que vendré yo, con mi espada llameante, a libraros de las fauces del Malo. No competís por logros humanos. No competís esta carrera por el éxito fugaz y pasajero en la tierra, sino por la inmortalidad eterna. Por eso, no disputaros vuestros primeros puestos. Amaos unos a otros y vivid en naturalidad aquí, entre los hombres. Yo, Miguel, lucho a vuestro lado en la Batalla, a brazo partido. Dios te ama. Alábalo y bendícelo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
66 Esta frase dijo el Señor a Santa Catalina, Santa Teresa de Jesús, Beato Francisco de Hoyos, S.J., etc.
67 Cfr. Lc 1,75.
68 Se refiere a “La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús”, que se publicó ese año.
69 Ahora se refiere a este libro.
70 Dn 12,1; Ap 12,7.
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