Benedetta Frigerio / Tempi.it Rel
La palabra aborto se teclea en Google 32.000 veces al día. También Cherri la tecleó una vez y se encontró casualmente con Online for Life, el sitio internet guiado por Jeff Bradford que en dos años, junto al hijo de Cherri, ha salvado más de 1.370 niños.
Justo a tiempo
Como Cherri, también Robin, embarazada del cuarto hijo poco después de haber dado a luz al tercero, sentía el peso de sentirse juzgada como una “estúpida”: «Encontré el sitio y escribí. Me respondió Kelly, que me ayudó escuchándome. Decidí no abortar, aunque hasta el final estuve llena de dudas», explica la mujer.
«Pero cuando mi hija nació me di cuenta de que había hecho la mejor elección de mi vida. Kelly me ha ayudado a combatir contra las presiones de la sociedad, contra la mentalidad de la mayoría. ¡Quiero dar las gracias y decir a las mujeres que busquen ayuda, que allí fuera existe gente dispuesta a ayudaros!».
De la muerte a la vida
Jeff Bradford, antes de socorrer tantas vidas, había sacrificado una, la de su hijo. Era el año 1993: él y su novia, que en esa época tenían veinte años y estaban a punto de casarse, descubrieron que esperaban un hijo, pero el miedo al juicio de los demás los empujó al aborto.
Y aunque ambos sentían que algo no estaba bien en esta decisión, no se dijeron nada el uno al otro. El día en que su novia abortó, Bradford se quedó en la sala de espera. Tricia salió y los dos volvieron a casa en silencio. Después se casaron y del matrimonio nacieron cuatro hijos. Sin embargo, durante 15 años, los cónyuges no hablaron nunca de lo que había sucedido, «pero había siempre algo que no iba bien», ha contado Bradford.
"La herida del aborto se gangrenó"
Los primeros años de matrimonio fueron muy duros, después «la herida del aborto se gangrenó», hasta la crisis de hace cinco años que los empujó a pedir ayuda a un centro de terapia matrimonial. Por primera vez marido y mujer hablaron del aborto de su hijo:«Viendo lo que habíamos hecho surgió toda la amargura y la rabia que teníamos dentro. Mi mujer lloró todas las lágrimas que tenía, buscamos perdón y por primera vez lo encontramos».
Bradford entendió entonces que no hubo nadie sosteniendo a su mujer: «Yo el primero». La relación entre él y Tricia volvió a florecer. Tres años después Bradford decidió dejar su trabajo de director de una empresa para trabajar junto a otros amigos en el proyecto Online for Life: «Quiero impedir que otros cometan mi error».
«Voy a recogerlas allí donde se encuentren».
¿Por qué de este modo? En el sitio internet se lee: «¿Dónde buscan las personas la información para abortar? En internet seis millones de personas al mes buscan online los centros abortivos. Pero hay también 2.500 centros de ayuda a la vida dispuestos a socorrer a 1.300.000 mujeres que abortan cada año. Lo que hacemos es poner en contacto a los unos con los otros».
Explica Bradford: «Es exactamente lo que habría deseado para mí. Encontrar casualmente algo a lo que asirme, en alguien que me dijera: “Es tu hijo, no temas, estoy contigo”. Si hubiera muchos hombres así no creo que tantas mujeres abortaran. Estamos llamados a ponernos en marcha, a marcar la diferencia».
(Traducción de Helena Faccio Serrano, Alcalá de Henares)
Primero que todo siento mucho lo que te ocurrió cuando rechazaste el regalo de la vida cometiendo el pecado del aborto, así que me uno a tu dolor y rezo por tu perdon y por el proceso de tu sanación espiritual.
Lo que ya se hizo no tiene remedio, pero afortunadamente Dios es misericordioso y nos perdona para que podamos rehacer nuestras vidas.
Para experimentar el perdón total de tu pecado, lo debes confesar a un sacerdote y si es necesario reconfesarlo con dolor de haber ofendido a Dios quien es el Autor de la vida.
Errar es humano, perdonar es divino. Dios te ha perdonado, con la muerte de su Hijo Jesus en la cruz, tambien tu hijo, pues el o ella se encuentra el la paz de Dios. Ahora tienes que completar el proceso de sanación perdonándote a ti misma.
Todos somos pecadores y Jesus rechazo a la multitud que quería apredear a la mujer adúltera diciéndoles, "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra." Tambien dice el Señor, no juzgueis y no seréis juzgados. Dios te ha pernodado, ahora pues, no continues juzgándote y condenándote por el pecado que Dios ya te perdonó.
Te sugiero que le reces a la Virgen de Guadalupe ya que ella es la Patrona de los bebes en los vientres de sus madres. Ella te ayudará a encontrar paz. Bendice a tu hijo y bautízalo espiritualmente con tu fe en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Nunca desconfíes de la Misericordia de Dios. Dios nos ama. Que el Señor te bendiga, te guarde y te de la paz y el coraje para seguir adelante.
En cuanto a perdonarte a ti misma, debes hacer ejercicios mentales o afirmaciones en las cuales tu hablas contigo misma diciendo por ejemplo:
He pecado y lo que hice no está bien. Sin embargo Dios es todo amor y misericordia, con su muerte en la cruz ha perdonado todo mi pecado. Estoy en paz con Dios y ahora quiero estar en paz conmigo misma.
Dios ha dicho perdonad y sereis perdonados, así que en el nombre de Jesus me perdono a mi misma. Y como el niño que cae para aprender a pararse y sostenerse, yo también caí y he aprendido de mi caída. Ahora reconozco la maldad del pecado y respeto mas a Dios. Esta caida me sirve para empezar una nueva vida con mas santo temor de Dios y con mas aprecio por la vida. Esta caída me sirve para rezar por otras mujeres para que no caigan en la misma trampa, me sirve para aconsejar a todas las que el Señor me presente y prevenirles de este daño a sus vidas. También me sirve para ayudar a otras mujeres que se encuentran en el dolor de haber sufrido el trauma del aborto y sus consecuencias morales y espirituales.
Gracias a Dios por el regalo del perdon. Gracias a Dios por sanarme y limpiarme con su preciosa sangre. Bendito sea el Señor.
Autor: José de Jesús y María
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