Santa Elizabet, Reina de Hungría, conjuntamente con Santa Matilde y Santa Brígida, deseando saber un poco sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, ofrecieron oraciones especiales llenas de fervor al Señor.
Él les correspondió en la forma siguiente:
“A todos los fieles que reciten diariamente por tres(3) años 2 Padre Nuestros, 2 Ave Marias y 2 Glorias en honor a las Gotas de Sangre que perdí, les concederé las siguientes cinco (5) gracias:
1.- Indulgencia Plenaria y la remisión de sus pecados.
2.- Será librado de las penas del Purgatorio.
3.- Si falleciera antes de haber cumplido con los 3 años, sera para él ó ella, como si los hubiera terminado.
4.- Será en su muerte como si hubiera derramado toda su sangre por la Santa Fé.
5.- YO MISMO descenderé desde el Cielo para llevarme su alma y las almas de sus parientes, hasta la cuarta generación.”
¡Qué regalo tan generoso de Nuestro Amado y Dulce Jesús! no solamente con nuestras almas, sino también con las almas de nuestras familias.
!Asi que a rezar todos, todos los días, estas cortas oraciones, dadas a nosotros por el mismo Dios. Que manera tan fácil de entrar al cielo y con nuestras familias enteras además, y hasta la cuarta generación!
Su Santidad Papa Leo XIII las bendijo en Roma el 5 de Abril de 1890.
El deseo de salvar almas debe siempre estar en nuestras mentes. San Juan Bosco dijo: “No hay nada mas santo en el mundo que el trabajo para beneficio de la salvación de las almas,. Nuestro Amable y Misericordioso Señor Jesucristo derramó hasta las últimas gotas de Su Sangre por la salvación de las mismas.”
San Vicente de Paúl nos dice: “La salvación del hombre y la nuestra propia, son tan grandes que se merecen ser obtenidas a cualquier precio.”
Pero qué tristeza! La gran mayoría de los Católicos ponen poquísimo esfuerzo ó, por útimo ningún esfuerzo, para el engrandecimiento del Honor y la Gloria de Dios, y la salvación de las almas.
Es bueno tener en mente que si logramos la salvación de un alma, nosotros aseguramos la salvacíon de la nuestra. El Espíritu Santo nos lo revela así en Santiago 5:19,20,
Por lo tanto, anote en su calendario ésta devoción dada a nosotros por el mismo Dios Hijo Jesucristo Nuestro Señor. Esta diaria devoción es corta pero larga en tiempo pues dura tres años, pero con la cual obtendrá su salvación, la de sus hijos, nietos y biznietos.
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