(Dictada por Jesús y María Inmaculada a Sor María Natalia Magdolna)
Dios prometió a quien la rezara en estado de gracia y con fervor las siguientes gracias:
1.- Infierno
Salvarlo del infierno junto con toda su familia. También sacar a muchas almas del infierno, no sólo entre las que ya han nacido, sino también en las que están por nacer y hasta el fin del mundo.
2. Purgatorio
Sacar del purgatorio a las almas de los familiares, el mismo día que se realice este ofrecimiento.
3. Cielo
Llevar directamente al cielo a la persona en el día de su muerte.
4.- Los Sagrados Corazones de Jesús y María Inmaculada
Inscribir los nombres de quienes las recen, en los Sagrados corazones de Jesús y María.
Para que todo esto sea posible, Dios promete poner un amor heroico en el corazón de quienes las recen, a fin de que su amor repare, satisfaga y merezca, por todas las demás persona que quiera rescatar.
La oración tiene aprobación eclesiástica. Basta con rezarla una sola vez, para que la persona consiga lo prometido, pero es bueno renovar la consagración de vez en cuando y especialmente en momento de tribulaciones y peligros. Han pedido que se rece en lo posible todos los días.
La oración:
Mi amado Jesús, hoy aquí, delante de las tres personas de la Santísima Trinidad, delante de nuestra Madre del Cielo, la Santísima e Inmaculada Virgen María y de toda la Corte Celestial, Te ofrezco según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas misas, comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de Tu Santísima Sangre y de Tu muerte en la Cruz.
Me consagro a Ti Señor para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra Santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las vocaciones sacerdotales santas y perseverantes, y por todas las almas hasta el fin del mundo.
Recibe Jesús mío, mi ofrecimiento, mi vida; y concédeme la gracia de perseverar en él fielmente hasta el final. Amén.
Jaculatoria de Arrepentimiento:
Jesús mío, ¡Te amo sobre todas las cosas! Por amor a Ti, me arrepiento de todos mis pecados. Me duelen también los pecados de todo el mundo. ¡Oh Amor misericordioso!, en unión con nuestra Madre Santísima y con su Corazón Inmaculado, Te suplico a Ti perdón de mis pecados y de todos los pecados de los hombres, mis hermanos, hasta el fin del mundo! ¡Mi amable Jesús!, en unión a los méritos de tus Sagradas Llagas, ofrezco mi vida al Eterno Padre, según las intenciones de la Virgen Santísima Dolorosa. ¡Virgen María, Reina del Universo,
Intercesora de la Humanidad y esperanza nuestra, ruega por nosotros!
Las Promesas explicadas de otra forma, son las mismas que están al principio, es otra traducción simplemente.
1. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús, ardiente de amor, y en el Corazón Inmaculado de la Virgen María.
2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los méritos de Jesús, salvarán a muchas almas de la condenación. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.
3. Nadie de entre los miembros de su familia se condenará, aunque por las apariencias externas así parezca, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá en lo profundo de su alma, la gracia del perfecto arrepentimiento.
4. En el día de su ofrecimiento, los miembros de su familia que estuvieran en el purgatorio, saldrán de ahí.
5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré sus almas, sin pasar por el purgatorio, a la presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad, donde en la casa hecha por el Señor, se alegrarán eternamente junto Conmigo
Esta oración fue seleccionada por la Santísima Virgen, como una de las que rezamos todos los 25 de cada mes en el Rosario de la Armada.
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