No importa cuál sea la causa de la depresión, la oración siempre ayuda y aún más, cuando es realizada con fe y devoción
La depresión es algo muy terrible contra la cual lucha la persona que la padece. Es como si alrededor de ella se colocara una densa neblina que no le permite encontrar una salida a su condición y la que le arrastra hacia el fondo como si tuviese unas enormes pesas atadas a su cuerpo
La depresión puede ser el resultado de miles de factores físicos, mentales, emocionales y ambientales que pueden trabajan solos o en conjunto. A veces, puede haber algo mal físicamente que necesita de cuidados y atenciones de los médicos.
Con este consejo espiritual, no quiero evitar, bajo ningún concepto, que detengas tu búsqueda en la atención médica oportuna que pueda ayudarte con esta condición, pero si te ofrezco un medio alternativo con el cual podrías batallar espiritualmente y quizás hasta podrías sanarte de la depresión
No importa cuál sea la causa, la oración siempre ayuda y aún más, cuando es realizada con fe y devoción. Estoy completamente seguro de que Dios puede obrar grandes cosas y Él puede obrar por medio de la oración humilde, obrar milagros de sanación si le pones la fe suficiente.
Además de la oración, también te compartiré una buena estrategia que te ayudará en este proceso para combatir la depresión.
Oración para combatir la depresión
Padre amado, en tus manos pongo todas mis preocupaciones, cargas y sufrimientos que están causando un terrible mal a mi alma.
Señor, sé que tu amor es eterno y siempre diriges tu mirada a todos aquellos cuanto sufren porque Tú nos amas con un amor eterno.
Tu compasión todo lo puede, tu compasión es capaz de tocar mi vida y mi corazón y transformar todo mi dolor y frustración en deseos llenos de vida y de esperanzas.
Ven Señor, escuchar mi plegaria, llévate mi dolor causada por esta depresión que me mantiene en la calle ciega del desconsuelo y en el que la desesperanza ha invadido mi vida.
Tu Palabra es poderosa, tu Palabra es fuente de sanación y de vida, por eso, a Ella me confío, bajo su sombra me cobijo y en tus manos me pongo.
Por la fe, sé que Tú me proteges y en este momento vienes en mi auxilio para alejar el dolor y la tristeza que abate mi alma
Invoco a los Santos Ángeles custodios para que sean ellos mi pedestal, mis protectores, mi apoyo espiritual contra los poderes del maligno que quieren gobernar mi vida.
Ven y libérame de esta amarga depresión en la que me encuentro. Sana todas esas heridas que no han cerrado y que me mantienen atado a rencores y dolores pasados.
Dame la fortaleza necesaria para sobrellevar con esperanza este tiempo difícil y pueda yo llegar a descansar junto a las aguas tranquilas de tu presencia.
Señor, enséñame como elegir mis caminos. Que pueda yo sentir tu mano poderosa sobre mí y encontrar alegría y protección en tus sacramentos, los cuales son el escudo de la fe que tengo para defenderse contra esos dardos venenosos de la desesperanza y la depresión.
Gracias, Padre, porque sé que Tú me has escuchado en este momento, porque sé que en este instante estás moviendo las cosas de tal manera que pronto pueda ver yo una salida llena de luz, una salida llena de amor en tu nombre.
Gracias porque por medio de tu Verdad, me estás levantado en victoria y dejas fuera del alcance a toda depresión que intenta invadir mi espíritu.
Gracias, amado Padre, porque en este momento, estás derramando bendiciones a mi vida
En el nombre poderoso de Jesús.
Amén
Una estrategia para ayudar a derrotar la depresión
Esta idea puede que te resulte algo sencilla y trivial, pero ¿recuerdas la historia de Naamán? (2 Reyes 5) Naamán pensaba que para curarse de la lepra iban a tener que ocurrir grandes prodigios del Cielo y sin embargo Dios le ordenó, a través del profeta Eliseo, que simplemente se lavara en el río Jordán y él quedaría sano.
Entonces ¿No crees que algo como la depresión también puede ser sanada con un simple hábito espiritual? ¡Con el Señor todo es posible! Recuerda que Jesús, luego de sanar a los enfermos, les decía: “¡tu fe te ha sanado!”. Es un buen momento para que le tengas mucha fe a esto.
Ok, ahora, esta es la estrategia principal que seguirás para derrotar la depresión:
Lee y medita los Salmos desde el 80 hasta el 91 todos los días y durante 30 días consecutivos. Durante esos días, ofrecerás la comunión dominical por todos los enfermos del mundo. Cuando hayas terminado los 30 días, notarás una gran transformación interior que podría conducirte a una sanación completa de tu depresión
Dado que muchas de las personas que luchan contra la depresión tienden a tener graves problemas motivacionales, puede que esto te suceda, es por ello que nosotros vamos a estar orando por ti y por tu salud. ¿Cómo? Únete a nuestro grupo de oración. Allí puedes conseguir apoyo diario mientras caminas por este proceso de cambio.
Grupo de Oración
También en cualquier momento del día, lleva contigo esta oración escrita por San Ignacio de Loyola para salir de la desesperanza y la depresión
Oh Cristo Jesús, cuando todo es oscuridad y sentimos nuestra debilidad e impotencia, danos el sentido de tu presencia, tu amor y tu fortaleza
Ayúdanos a tener una confianza perfecta en tu amor protector y la fortaleza de tu poder, de manera que nada pueda asustarnos o preocuparnos, para que, los que vivamos cerca de Ti, Veamos tu mano, tu propósito, tu voluntad a través de todas las cosas.
Amén.
San Ignacio de Loyola
Y además, tienes el consuelo de nuestra Santa Madre que siempre cuida a sus hijos. Pídele que te acompañe en este proceso de sanación:
Oh, mi querida reina, mi esperanza, oh Madre de Dios, protectora de los huérfanos y protectora de los que se ven perjudicados, la que rescata a los que se pierden, y el consuelo de todos los que están en apuros: Tú ves mi miseria, mi dolor y mi soledad. Ayúdame en este momento de mi vida, en la que me siento impotente. Dame fuerza.
Madre mía, tú sabes lo que sufro, tú conoces mi dolor. Conoces mi desesperación, mi frustración y todo el decaimiento que me ha traído la depresión.
Auxíliame con tu mano generosa, ¿Quién más podría ser mi esperanza, mi protectora y mi intercesora ante Dios? Tú que eres mi madre, mi consuelo, mi ayudante, protégeme y sálvame; lleva el dolor lejos de mí; ahuyenta la tristeza de mi corazón y sácame de este abatimiento.
Ayúdame, oh ¡Madre de mi Dios! Madre del Verbo Divino
Amén
Si crees que todo esto te ha sido de gran utilidad, por favor, te pedimos que nos ayudes a compartir este recurso por todos tus medios disponibles, quizás esto pueda ayudar a alguien más
Qriswell Quero, PildorasdeFe.net
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