06-11-09
(Primer Viernes)
Jesús:
Marga amada, Marga amada...
Yo te amo. Déjame decirte lo que eres para Mí.
Para Mí eres la persona en quien Yo puedo confiar. La persona a quien Yo encargo
una cosa, y sé que la va a hacer.
La persona de mi Devoción. A quien Yo encargué mi Devoción.
Lo mejor que me puedes dar es tu Consagración.
Viste que, más que darte en la Hora Santa, Yo estaba esperando recibir de ti.
Y que como me pedías que te mostrara tu sitio, porque no te ubicabas, te mostré
que está entregándote a todos y llevando a todos cabe Mí, a mi Devoción.
07-11-09
(Retiro. Adoración al Santísimo)
Jesús:
¡Ven! ¡Ven a Mí!
Esas ansias de entregarte a los demás, las cumplirás en Mí. Porque ya no serás tú,
Margarita, para uno solo, sino para todos los hombres en Mí. A todos los tienes en
Mí. Sé ésa que atrae. Pero, por sus dulzuras maternales para con ellos, los atraes a
todos a Mí.
Sí: ámalos, y ámalos a todos, en Mí.
Sé esa amiga dulce, que atrae a todos a Mí.
Sé esa educadora suave, tierna y fiera, suave y firme, que encamina a todos los
niños a Mí.
En Mí todas las cosas se hacen nuevas.
Mi Reino no es de este mundo.
Éste es el sacrificio que te pido.
Tú, sin ser de nadie, podrás ser de todos.
Esta vida, aunque es dura, es gozo y alegría.
Marga, mira: esa transformación que hacemos en ti en tu interior, quiero que la
trasluzcas al exterior. Quiero que en ti vean amor, amor, amor. Ama, ama, ama.
Que el amor salga por los poros de tu piel.
Que el amor salga por tus ojos.
Que, al mirarte, puedan ver cómo les amo Yo. En ti. Puedan ver en ti un reflejo de
Mí.
La Paz... La Paz... Que puedan ver la paz.
A esas amigas tuyas que tienes, tan atribuladas, transmíteles paz. Dales de mi paz.
A todos con los que te encuentres, de buena voluntad, que viven atribulados por los
acontecimientos que han de venir al mundo: dales Paz. Dales de mi Paz.
Esa que te has dignado de venir antes a coger de Mí.
La Paz la adquirirás de estos ratos conmigo.
Piensa que Yo te quiero difundiendo el Libro y te quiero desprovista de todo.
Tú entrégame todo, y ya verás.
Entrégame todo. La entrega que no logré de ti en tu niñez, quiero que me la hagas
ahora.
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