12-08-09
(Después de la meditación sobre Mt 6,24-34)
Jesús:
A pesar de las muestras que Yo te doy de creer en Mí, ¿no vas a creer? A pesar de
las muestras que Yo te doy para confiar en Mí, ¿no vas a confiar?
Lucha día a día por renovar ésa tu promesa de no preocuparte por el día de mañana,
porque “a cada día le basta su afán”.150 Cuando suceda el día, Dios te traerá por
medio de él bondades y maldades, todas en su justo término. En su “justo término”
que podrás soportar. Ni más ni menos.
No te mandaré nada que no podrás soportar, porque Yo sé tus fuerzas y mido tus
“aprestos” y soy quien aprieta las “cinchas” de tu corazón a tu vida, para tenerlo
amarrado y sujeto en el justo término: ni mucho que te ahogue, y no te permita
mover, ni poco que ande suelto y llegue a caerse.
Soy como ese “caballerizo”, que a la hora de preparar el caballo a su dueño, conoce
perfectamente al dueño y al caballo, los aperos de montar y para qué sirven,
empleándolos con precisión. Él espera a su dueño, y cada vez que él prepara las
monturas y el caballo, conoce perfectamente cómo está el caballo y cómo el dueño,
qué día hace y qué tendrá que prepararles hoy, en dónde tendrá que poner más
empeño y en qué más atención, sobre qué le tendrá que advertir al jinete y cómo
está su corazón hoy (el caballo). Al conocer a fondo el caballo de su jinete, el mozo
sabrá aconsejarle y a veces sabrá lo que le ha de decir y lo que no, por no
preocuparlo en exceso, no sea que se malogre la carrera.
Si ese día el jinete tiene que correr una carrera, el mozo encargado preparará
previamente a fondo al caballo, aseándolo, limpiándolo con amor, quitando lo que
sobra para que corra más ligero o poniendo lo que falta para alcanzar más
perfección en la carrera.
Te pongo este ejemplo para ayudar a muchos.
Soy como ese empleado (caballerizo) perfecto, que nunca apretará demasiado los
estribos de tu corazón, hasta el punto de que se pueda desbocar. Ni enganchará
flojas las cintas de la silla, ni dejará que se pudran las bridas.
Lo tendré siempre a punto. Y en su higiene perfecta. Con apariencia también bella,
reflejo de cómo está internamente. Cuidaré también su apariencia.
Si veis que vuestro corazón se desboca es porque no seguisteis, prudentes, mis
indicaciones. Es porque no os fiasteis de mi profesionalidad y buen hacer, y
quisisteis apretar vosotros las bridas, aflojándolas de como estaban en un principio
y volviéndolas a poner, ahora mal e incorrectas, no en su justa medida, no en su
justo término.
Para asentaros bien en la silla, dudasteis de mi valía como “ensillador” y me
enmendasteis la plana, corrigiendo mi “tensar” de las cuerdas. Claro… así, en
cuanto os subisteis y apretasteis el paso, caísteis a la primera de cambio. Y cuando
tuvisteis que saltar un obstáculo, tropezasteis con él y disteis de bruces en el suelo.
La silla se desensilló del lomo de vuestra cabalgadura, tirándoos por tierra.
¡Fiaos de Mí! ¡Ah… ¿por qué no fiaros de Mí?! Si Soy muy ducho en estos aperos
y es mi especialidad amarrar caballos para jinetes.
Soy ese mozo que, con paciencia y cariño, mira a su jefe que yerra, y le ofrece
nuevamente sus servicios, si los quiere coger. Que nunca echa en cara; que corrige,
pero con paciencia, mansedumbre y dulzura.
Así es un caballo, como su jinete. Dejaos aconsejar por Mí, que Soy Sabio, para
poder correr la carrera de vuestra vida.
Si el jinete es nervioso y le invade la ansiedad continua, el corazón (el caballo) lo nota y se resiente, y no se deja dominar.
Si el jinete es paciente, es amable, no tiene envidia, si vive en la paz del Señor, si
confía en Él y ha puesto todo de su mano, si no azuza innecesariamente a su
corazón, si le aprieta en los momentos duros, si controla sus “irse a otros lados” y
no seguir por el camino recto. Si ama a su corazón, éste lo nota, y le devuelve bien por bien, amor por amor. Existiendo entonces una sintonía de corazones, entre la
mente y el amor, entre la inteligencia y el corazón, entre los que media la voluntad.
Es la voluntad la que tenéis que poner en juego para dominar vuestro corazón y
hacerlo acorde con vuestra mente.
Con aquello que habéis visto y oído que tenéis que hacer.
La que pone el corazón al servicio de la inteligencia. La que permite realizar las
obras que mi Padre ha dispuesto para vosotros.
Ejercitaos en la voluntad. Que sea una voluntad fiada en Mí, en lo que Yo digo.
Que confíe en que Soy el mejor caballerizo.
Que sea una voluntad ecuánime, que apriete donde tenga que apretar y afloje donde
tenga que aflojar. Equilibrada. Fogosa, no fría. Valiente, no pusilánime.
Si no, nunca podrá lanzarse a realizar las obras que el Padre ha predestinado que
haga.
Que sea una voluntad, al fin y al cabo, fija en Mí, que Soy el Autor de todo, que
Soy el Dueño de todo, aunque me he puesto de sirviente,151 aunque he tomado la
forma de Siervo.
Que esta voluntad aprenda humildad de Mí, para poder construir sobre ella el
edificio de las demás virtudes.
Preguntadme a Mí antes de comenzar el día. Consultadme, antes de emprender
cualquier empresa. Poneos delante de Mí y a mi disposición. Fiaos plenamente de
que Yo, para vuestro día, he dispuesto de todo adecuadamente y os tengo preparado
el caballo y los aperos, os tengo revisado el recorrido y sé qué os vais a encontrar
durante él. Para eso he dispuesto el animal y los métodos para dominarlo.
Montaos en él con ganas, pues es imprescindible. Sin él no podréis cabalgar por
donde os corresponde. Sin él no lograríais ser felices. La vida se os haría penosa,
pues sois humanos y tenéis alma, vida inteligente y corazón.
¡Ah… no tengáis miedo! No tengáis miedo de emplear el corazón para vuestras
empresas, pues no tiene por qué actuar como caballo desbocado, si os habéis fiado
de Mí y lo habéis puesto a mi servicio. Si me lo habéis entregado para que lo
arregle y lo prepare. No tiene por qué actuar desbocado. Y ¡os es tan necesario! ¡Os
hace tanta falta, hijos!
Por eso mi mundo152 es frío, porque los hombres han olvidado emplear el corazón,
o bien porque le tienen miedo, bajo una falsa piedad, o bien porque actúa
desbocado y rompe y destroza lo que encuentra a su paso. Tan mal está lo uno
como lo otro.
No destrocéis y no enfriéis. A menudo, en vuestras almas estoy como en el polo. Si
dejas a una persona sin abrigo, desnuda en medio del polo norte. A menudo así
estoy Yo en vuestras almas.
¡Sin corazón, no!, ¡sin corazón, no!
¡Tampoco desbocado y hecho un animal, haciéndoos olvidar que sois hombres! No.
En su justa medida.
Os lo di para que, empleándolo, me dierais Gloria. Y es tan importante para Mí,
que Yo mismo me hice Corazón.
Corazón Perfecto. Corazón de Carne y de Espíritu. Corazón de Espíritu de Dios.
Dentro de mi Corazón de Hombre, estaba mi Espíritu. No como algo aparte de Él,
contenido en Él, sino como su Esencia natural, de naturaleza.
Y al latir... ¡Yo lato! ¡Oídme! ¡Escuchadme…! Yo lato, Yo lato por vosotros.
Escuchad mis latidos. Son Latidos de Amor. Latidos que abarcan todo el Universo,
sólo para decirte, sólo para decir al hombre: ¡Te amo! ¡Te amo! A ti, y a ti. A todos
y a cada uno. A cada uno de vosotros.
Yo me hice Corazón y aún continúo en la tierra entre vosotros. En forma de
Corazón.
Te digo que la Forma es Forma de Corazón, es así como estoy en el Sagrario, es así
como estoy en la Custodia.
Estoy tan inocente y desvalido como un Niño Pequeño abandonado por su Padre
entre vuestros brazos.
Soy un Inocente al que hay que dar de comer, dando de beber la leche de vuestro
amor.
Soy un Inocente.
Soy el Esposo deseando desposar a la esposa en la edad núbil, la esposa de su
juventud. Que la espera día y noche hasta que consigue su entrada en la Cámara
Nupcial de bodas. Allí le hablará al corazón, y ella me responderá.153
No me importan sus ingratitudes ni rebeldías, ni sus infidelidades. Yo la espero. La
espero día y noche. Y si se arrepiente, si se arrepiente sinceramente, Yo la recibo y
me desposo con ella como si no hubiera pasado nada.
(Después de la Comunión)
En la Forma de Corazón está representado TODO. Incluso está representado el
Amor de Dios Padre por vosotros, la humanidad.
Veis pan, pero Soy Corazón.
La materia que coméis, la parte de mi Cuerpo que coméis, es el Corazón, aunque en
Él esté todo mi Cuerpo, toda mi Alma y toda mi Divinidad. No es una parte, es
todo. Y es el TODO, porque es Dios.
¿Comprendéis esto?
Por eso, Marga, alégrate por haber sido elegida para esta hora y no estés
apesadumbrada. ¿Ves cómo te amo?
Los demás, viendo cómo te amo a ti y cómo he logrado conquistarte a través de
años y años y gracias y gracias, podrán ver mi empeño por la humanidad. Por lo tanto, incluso alégrate de no haberme correspondido a la primera. Y aún te resistes,
encuentro en ti resistencia.
Ven, que Yo te he de tomar. Ven. Volaremos juntos a las cimas donde Yo quiero
llevarte. No te resistas, no te resistas.
Pídeselo a mi Madre. Ofrécete y pídeselo al Padre. Ofrece y pídemelo a Mí. Déjate
llevar por el Espíritu Santo, sin poner resistencia.
Mira, te diré cómo debes vivir esto y que no sea una simple explosión de momentos
pasajeros de tu vida, sino que sea tu vida misma entera.
Primero, fíate. Fíate de Mí, Marga, que lo que Yo te propongo es la Perfección, es
la Caridad total, es el Amor total para ti y todos los tuyos. Será el Tesoro de tu vida.
Te ofrezco la Perla Preciosa. ¡Fíate!
Soy Dios. Soy Padre. Soy Todo.
¿Piensas que te podía estar hablando sólo para obtener mi propio beneficio, sin
pensar en ti y el tuyo, tu felicidad pasajera y eterna? ¿Cómo voy a ser Dios
Verdadero y sólo pensar en Mí?
Fíate, que Yo busco tu bien. Es para mi Reino, pero es para tu felicidad y vuestra
felicidad. Es para tu felicidad eterna, es para tu gozo aún mayor en el Cielo. Es para
que eternamente goces ¡todo lo que tú puedas!, ¡todo lo que tú puedas, Marga! que
es mucho, porque para algo te di un corazón magnánimo, creado para grandes
cosas. Yo te hice destinataria de grandes cosas.
Fíate. Cree en Mí.
Virgen:
Llámame Mamá.
- Hin/má154
- Ra-him155
Este “him”. Como aspirado.
Mamaíta – Tierna – con entrañas de Madre. Entrañas cariñosas de Madre.
Eso que notas tú estos días como que te arde o te duele. Pero no es ardor ni dolor.
Es un ardor-dolor suave y dulce a la vez, que es violento y fuerte. Pero gozoso al
fin y al cabo. Te gozas, como Yo, con el dolor de amar hasta el extremo a cada uno
de estos pequeños hijos míos pequeños. Eso que notas, es mi Don, es la calidad de
mi Don que Yo otorgo a esta mi pequeña Margarita (con apellido) Sí, Margarita
(con apellido).
Hola, mi Margarita. ¿Quiere mi Margarita seguir avanzando por el Camino del
Corazón de Jesús?
Sí. Sí quiere. Sí quiero.
Ven pues. Te invito. Levántate y ven. Sitúate en frente de Mí, con mi misma
postura.
(Enfrente de su cuadro)
Quédate así, por favor.
(Me quedé un rato y sentía como que me ardían las entrañas)
No es el corazón, son las entrañas. Tampoco el útero. Es algo así como lo más
central y profundo de ti, que es el reflejo del Amor de Dios.
(Abajo del cuadro está la Iglesia. La Eucaristía brota del Seno de María.
Porque es Jesús mismo el que brota, su Cuerpo, Él mismo. Cuerpo y Alma y
Divinidad, nacen de María. María lo da a Luz. María lo da al mundo. María
nos lo ofrece. María es la Patena en al que se ofrece el Sacrificio. María es la
Custodia. María es el Sacerdote que ofrece al Padre el Sacrificio de su Hijo,
con quien se ha hecho uno. Y quiere que nosotros también seamos lo que es
Ella. Nos unamos a Su Sacrificio y lo ofrezcamos junto con Ella.
En María, Jesús aprendió a amar con Entrañas de Madre. Digamos que del
Pecho de María, mejor dicho, de sus Entrañas, sale una comunicación de
fuego, amor y luz hacia mí. Como en un Torrente de potencia amorosa. Como
una caridad de comunicación. Como si hubiera un gran tubo de plástico
transparente, que comunica sus entrañas con las mías. Y a través de ese tubo,
ese vehículo de transmisión, Ella me comunica su Amor para que yo ame a
todos. Pero es un amor que no es de Ella sólo. Al comunicarme su Amor, me
comunica el de Jesús, porque Jesús está en el Pecho de María, porque Jesús
permanece aún en el Pecho de María, en sus Entrañas. Y de ellas, sale al
mundo. De modo que Jesús está en María y María está en Jesús.
El Corazón de María es una Gracia que sale del Corazón Misericordioso de
Jesús. “He ahí a tu Madre”.
El Corazón de María, en tanto que se nos entrega a todos, a nosotros, sus
hijos, brota de la Cruz del Corazón traspasado de Jesús. De su Seno brotan
Aguas. Del Seno de María, en el cuadro, veo que brotan Aguas.
El Corazón de María, en tanto que es entregado a los hombres, brotó del
Corazón de Jesús en el momento de la Lanzada. Es entregado todo, hasta el
extremo, hasta la última gota de su Sangre. Todo lo que tenía. Todo lo que
tenía como propio y era estimado en mayor medida. Hasta eso, hasta su
Madre. Para enseñarnos a Amar. A amar al Padre y a amar a los hermanos.
Es la Madre que enseña a amar. Que nos conduce por el camino)
Jesús:
Aprender a amar con Entrañas de Madre.
Esa será la Gracia más excelsa que habrían de pedir. Vuestra vocación.
Y cuando Yo os vea así, querré unirme a vosotros perpetuamente, en unión esponsal y marital. En matrimonio místico. La Gracia del matrimonio místico.
Cuando Yo te vea tan semejante a mi Madre, Yo no me podré resistir. Y vendré a
invadirte completamente. Con las Olas de mi Infinita Ternura.
Haceos como niños y haceos modelar en brazos de mi Madre. Así sed “otras
madres” que amáis con Su Corazón: a Dios, a Jesús y a todos. Amén.
Por la tarde:
(El crucifijo de la Capilla tiene la boca abierta. Expira el aliento. Parece que
es su último aliento. Parece que ya no balbucea intentando decirme las cosas,
sino como si ya me las hubiera dicho. Muere. Está en paz entregando su
último aliento. Entregando su Espíritu.
Me veo a mí subida en una banqueta intentando acceder a la Cruz, subirme a
la Cruz con Jesús. Le tomo de los hombros para poderme subir. Y al subir,
desaparezco en Él, como que me fundo en Él. No es que le quite a Él y me
ponga yo, sino que me ha fundido en Él. Sigue siendo Él. Soy yo a la que no se
la ve. Observo que he subido a la Cruz con mucho esfuerzo, pero lo he
conseguido. No es mi deseo estar en la Cruz por la Cruz, sino estar con Él,
estar donde Él, acompañarle a Él)
Desde aquí, hija, los dos, con un mismo Corazón, derramaremos Gracias de Amor
al mundo.
¿Yoooo?
(Jesús nos asocia a su Sacrificio y habla en plural. 156 Ha querido
necesitarnos. Y ha querido que, en la medida que más nos asociemos, más
Gracias sobre el mundo se derramarán. ¡Acudid todos a asociaros a Él, a su
Sacrificio!, porque cuantos más nos asociemos, mayor Amor sobre el mundo,
mayores Gracias de conversión, más vocaciones, mayor derramamiento de su
Amor. Entiendo que, actualmente, su Amor no se derrama más porque no
encuentra peones que le ayuden. Actualmente el mundo está tan sumido en el
dolor y en el mal porque poco a poco han ido desapareciendo las almas que
estaban unidas a su Sacrificio, unidas a la Eucaristía. La piedad eucarística. La Devoción Eucarística. La Devoción a la Eucaristía. La Devoción al
Corazón de Jesús, va a ser el medio por el cual Dios va a devolver a su
pueblo la Devoción Eucarística)
Por medio de ti, Marga, y de otros mis peones-arquitectos, Yo voy a establecer en
el mundo mi Reinado Eucarístico.
Quiero dar a conocer… quiero que des a conocer ésta mi Devoción, que se basa en
la Eucaristía, en el Amor Eucarístico.
La Eucaristía es la Fuente y culmen de toda vida cristiana.157
Al igual que la Devoción al Corazón de Jesús es fundamento de toda religión.
Todas las Revelaciones de mi Amor, culminan en la Eucaristía, como ves.
La Devoción al Corazón de Jesús es todo, como mi Eucaristía es todo.
¿Cómo enseñar a los hombres a amarme en la Eucaristía? Por medio de la
Devoción al Corazón de Jesús.
Toda Devoción al Corazón de Jesús que no sea eminentemente eucarística, no es
Devoción al Corazón de Jesús.
Son unas prácticas para mejor amarme, para mejor conocerme y mejor unirse a Mí.
Para profundizar en la vida cristiana y en todo lo que Dios pueda pedir a un alma.
La Eucaristía es el Corazón de Jesús.
La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús es el Amor a la Eucaristía y su entrega
total en ella como víctima de propiciación por los pecados del mundo entero
haciéndoos víctima con la Víctima.
La Unión Eucarística es la Verdadera y Auténtica Devoción. Es el culmen de toda
Devoción cristiana. Lo que persigue la Devoción al Corazón de Jesús es que el
alma se una con Jesús Eucaristía, llegando a ser uno en el Amor con Él.158
El alma hecha Eucaristía con Cristo Eucaristía.
¡Qué gozo!, ¡qué alegría exultante!
Es la mayor aspiración del género humano. Que Jesús se quiso quedar con vosotros
para lograros hacer uno con Él en la Eucaristía.
Por eso es tan grave los sacrilegios o las indiferencias, llevan al mundo camino de
la autodestrucción.
Los hombres ya no viven. Los hombres están muertos. Ya no hay vida.
Si se acaba la Eucaristía, se acabará la vida.
Por eso no debéis dejar que la Eucaristía muera, muera en vuestros hogares, muera
en vuestras ciudades.
Si no hay Eucaristía, el Corazón de Jesús dejará de latir en el mundo. Y el mundo
morirá.
Corazón vivo palpitante por nosotros. Que te has quedado en los Sagrarios.
En los Sagrarios Abandonados.
Corazón de Jesús. ¡No dejes de latir por nosotros!
¡No dejes de latir por nosotros los hombres, tus hijos!
A pesar de tantas indiferencias, a pesar de tantos desprecios.
¡Oh…Corazón de Jesús! ¡Ven!
Palpita al menos en el mío. Que quiere que el hueco de su corazón, vacío ya,
sea llenado por el Tuyo.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús! Ven a mi pecho hoy. Ven. ¡Ven!
Yo te amaré por los que no te aman.
Te amaré por todas las veces que no tehe amado.
Quisiera resarcirme, con mi vida, de todo lo que te debería haber dado y no te
he dado.
(Jesús está como un Niño, y se deja querer. Similar a un bebé, pero siendo la
Suma Inteligencia. Alegre y a gusto con que yo le diga eso. Se deja arropar en
mi corazón)
Súbete a la Cruz conmigo. En los momentos difíciles, súbete a la Cruz. Mírate a ti
misma subida en una Cruz. Pero esa Cruz no está vacía, sino que en esa Cruz estoy
Yo.
Último rato de Oración de Ejercicios:
Jesús:
Yo he realizado contigo la profunda unión que esperaba hacer ahora.
A partir de ahora, camina como un corazón transformado en el de mi Madre.
Seme muy fiel. Los míos te esperan. Te necesito para culminar contigo mi Obra.
Contigo hago un prodigio de la Gracia.
Contigo empiezo una Nueva Creación.
Contigo y con los que, como tú, se quieren unir al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
con la Eucaristía, con Jesús Eucaristía.
Contigo empiezo los “corazones de Jesús”, los “Jesús-salvíficos”, los “Jesúseucaristía”
Por medio de vosotros, vendrá el Reino de Dios al mundo.
Se necesita mucho sufrimiento, mucho, mucho sufrimiento, hija, mucho
sufrimiento.
GRACIAS POR HABER RESPONDIDO A MI LLAMADA.
Pero no te lo digo de manera genérica, como lo puedo decir a otros, no. GRACIAS
DE VERDAD.
Tu sacrificio no será en balde. Amén.
NOTAS:
150 Cfr. Mt 6,34.
151 Cfr. Mt 20,28.
152 La tierra, con los hombres.
153 Cfr. Os 2,16.
154 Así se pronuncia en hebreo la palabra madre () (Cfr. Ex 2,8). (Mi madre: )
(Cfr. Sal 27,10).
155 Tierna, en hebreo (Cfr.: : , , )
156 Cfr. Ga 2,19s. La idea de convertirnos en sacrificio en y con el Sacrificio de
Jesús en la Cruz, actualizado en la Eucaristía, es constante en la Iglesia. Cfr. I
P 2,5.9; Rm 12,1; Col 1,24; Ga 2,19; S. Gregorio Magno (Dialog. 4, 59; PL
77,426); S. Agustín (Sermo 227; PL 38, 1101); (De Civitate Dei, 19,23; PL
42,654); (De civitate Dei, 10,20; PL 41,676); (De civitate Dei 10,6: PL
41,283); (Ibid. 20: PL 51,298); Santo Tomás de Aquino (III, q. 82, a. 4);
Oración secreta del domingo de la Sma. Trinidad; Oración colecta de la Misa
de S. Vicente de Paúl; Secreta segunda del Común de la Virgen: Pío XI
(Encíclica Miserentissimus Redemptor”: 1928); Pío XII (Encíclica Mystici
Corporis (29-06-1943)); Encíclica Mediator Dei (20-11-1947); LG 10; 11; 34;
SC 48; PO 2; 5; Pablo VI (Encíclica Mysterium Fidei (03-09-1965));
Instrucción Eucharisticum Mysterium (25-05-67), 3; Catecismo de la Iglesia
Católica, 1368; 1369; Juan Pablo II: Carta Dominicae Cenae (24-02-80), 9;
Alocución 01-06-83; Carta Apostólica Dies Domini (31-05-98); Carta a los
Sacerdotes (23-03-00); Encíclica Ecclesia de Eucharistia (17-04-03); Homilía
25-04-04; Alocución 02-02-05; Instrucción Redemptionis Sacramentum (25-
04-04), 37; Benedicto XVI: A los Seminaristas, en la JMJ (20-08-2011).
157 Juan Pablo II: Camerún, 11-08-85; Carta a los Sacerdotes: 23-03-00; 25-05-96;
Benedicto XVI: Exhortación Apostólica “Sacramentum Caritatis”, de 22-02-
2007.
158 Cfr. Jn 17,21s.
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