Redacción ACI Prensa
Imagen referencial / Crédito: Unsplash
En una carta abierta, Avera Maria Santo, una católica estadounidense de 22 años con atracción a personas del mismo sexo, pidió a los obispos que presiden el Sínodo de los Jóvenes que “de ninguna manera” cambien la enseñanza de la Iglesia sobre sexualidad.
Maria Santo vive en Alabama (Estados Unidos) y maneja el blog Inside My Holy of Holies, acerca de cómo vivir con atracción al mismo sexo, fiel a la bondad, verdad y belleza de lo que enseña la Iglesia sobre la sexualidad humana.
En una carta abierta que circuló en Roma, dijo a los obispos que estuvo “devastada” al enterarse de
la campaña en curso de los grupos “LGBT” que intentan utilizar el sínodo como vehículo para cambiar la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad.
“Como alguien que no solo ha crecido en la Iglesia, sino que también ha llegado a amarla a ella y a sus enseñanzas, odiaría que sus enseñanzas se modifiquen de alguna manera, especialmente de una manera que podría causar un daño tan grave”, dijo al inicio de su misiva.
“Deseo entonces –continuó Maria Santo– poner mi corazón desnudo y compartir con ustedes una parte de mi historia y mis convicciones, queridos obispos de la Santa Iglesia Católica, y suplicarles que mantengan las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad, buenas, verdaderas y hermosas”.
La joven les recordó que “no hay nadie en esta tierra que no sea llamado a una vida de castidad; eso incluye a mis hermanos y hermanas que experimentan atracciones del mismo sexo”.
“Esto no es porque la Iglesia sea opresiva y quiera que seamos miserables y pasivamente sumisos a ella, sino porque todos y cada uno de nosotros estamos invitados a entrar en la vida divina de nuestro Creador, una vida donde ningún pecado puede permanecer”, explicó.
Dijo también que, aunque se escuchen frases como “solo quiero la libertad de amar a quien quiera” de parte de la comunidad “LGBTQ”, tal deseo es “inherentemente bueno cuando está correctamente ordenado”, porque todas “las cosas que podemos desear no siempre son buenas para nosotros”.
“Yo quería estar en una relación del mismo sexo. El deseo era abrumador a veces, hasta el punto en que no podía ver otra manera de pasar el día. Pero ahora sé, por las buenas y misericordiosas enseñanzas de Dios a través de su Iglesia, que tal relación dificulta no solo mi libertad de amar auténticamente, sino también mi capacidad para alcanzar la santidad”.
“Yendo un paso más allá, estar en una relación así podría, en última instancia, impedirme pasar la eternidad con mi único amor verdadero, Jesús”, narró Maria Santo.
Finalmente, advirtió a los obispos que cuando escucha que “su cruz de atracción a personas del mismo sexo es demasiado pesada como para amarla”, “no es simplemente degradante, sino una mentira” porque Jesús la llama a hacerlo.
“Dios no me abandonó cuando el hombre pecó por primera vez en el principio, y no me abandonará ahora. Él me ha llamado a mí, y a todos y cada uno de nosotros, para Sí mismo, y tengo la intención de volver a Él, sin importar cuán pesada sea mi cruz”, concluyó.
Para leer la carta completa en inglés ingrese
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