08-11-09
Jesús:
Mira: quiero que vayas entre ellos como profeta, Profeta de los Últimos Tiempos.
No con soberbia de serlo, no me refiero a eso, sino convencida de tu misión. Con
humildad, pero sabiente de tu misión.
Sí... Yo te quiero para cosas mayores.
Sí... veo que tus miras son muy estrechas.
Sí...¡Ven Conmigo a gozar de las moradas celestes! ¡Ven Conmigo!
Yo también tengo necesidad de las discípulas amadas.
Sí, hija... no te necesita nadie como te necesito Yo
Sí: no te prestes a otros trueques.
Estate muy segura de todo lo que vayas a hacer.
Jesús mío... por favor.
(Jesús, desde hace unos días y sobre todo ayer, se me presenta como ese
Enamorado que quiere conquistarte y te dice piropos cuando te ve. Se me
presenta como atrayéndome a Él constantemente con lazos de Amor, y
declarándose. Tanto, que pienso: ¿qué puede ver en mí? Es como si pidiera
una unión a Él en exclusiva)
¿Tú quieres esto?
¿Tú quieres lo mismo que Yo?
(Iba a decir Sí)
Espérate a escucharlo todo.
(Como diciendo: “Antes de que me des tu Sí, espera a mi declaración
completa”. Lo dice sonriendo y ansiando mi Sí)
Yo renovaré mi petición de matrimonio a ti, como en los días de tu juventud y
reanudaré de nuevo otra historia de Amor contigo.
En el fondo es como si fuera una única historia de Amor, de tu vocación.
Sí... me voy para atrás y pienso en esa Marga de 15 años que me acababa de
conocer.
Tú te ves en mis jóvenes con vocación. Con esa inocencia y ese candor. Con esos
deseos de entregarte a Mí. Con ese mirar infantil y al mismo tiempo tan madura...
Yo te preservé. En espera de esta Hora.
Tú: la-que-más-me-ama para que vean cómo amarme.
Tú: la “única” a la que amo.
(Esto es que me ama como esposa. En esa unión como si fuéramos únicas, en
fidelidad, ama a todas las esposas)
Renueva todo. Empieza otra vida.
Te pido: empieza una nueva vida Conmigo. No estarás sola. Apóyate siempre en quien puedas confiar.
¡Yo te amo! ¡Yo te amo, flor! ¡Para Mí sí eres mi “flor”! ¡Yo te amo!
¿Quieres venir a morar Conmigo, Margarita pequeña, mi muy amada flor?
Yo no me he olvidado de ti. Llevo años conquistándote. Años detrás de ti.
Tu candor es Mío, tu pureza en Mía, tu obediencia es Mía, tu entrega es Mía, es
para Mí y a Mí solo. A Mí solo.
¡Oh...! ¡estoy deseando verte en acción! Tu amor será tan apasionado, que atraerás
a todos para Mí.
¡Tráelos a todos! ¡tráelos a todos!
Yo los deseo a todos.
Al igual que te deseo a ti, Margarita muy amada, muy amada de mi Corazón.
¿Sí?
¡¡¡¡Sí!!!!
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