12-01-09
Jesús:
¡Oh, amada mía! ¡Por fin has venido a Mí! El Demonio pretende hacerte ver que
Yo no te espero, no te amo ni estoy contento contigo y que no me agradan tus
esfuerzos por vivir la fe y acercarte a Mí. No es así.
Todo lo vuestro, para Mí, es importante. Porque vosotros sois importantes para Mí.
Te hablaré sobre la Consagración al Corazón de Jesús del matrimonio.
¿Cómo hacer la Consagración del matrimonio si uno de los dos no quiere?
Hija, si uno de los dos no quiere, no hay consagración del matrimonio. No se puede
consagrar a Dios lo que uno no quiere consagrar a Dios. No hay consagración
individual de la persona de los dos que no quiere.
Los hijos sí pueden ser consagrados por uno de los dos, aunque el otro no quiera.
La Consagración de uno de los padres está por encima de la no-consagración del
otro.
Y te diré una cosa importante: hasta de la brujería que pueda hacer uno de ellos
sobre sus hijos. Hija mía, estos casos existen, y muchas personas pueden verse
libres del atenazamiento del Demonio que les impide hacer acciones a favor de sus
hijos porque piensan que todo el poder viene del mal. ¡Y no! Todo el Poder viene
de Dios. ¡El Poder de Dios, por encima del Poder del mal!
En esta sociedad del
Demonio, no triunfará el mal sobre el bien. Triunfará el bien sobre el mal.
¿Y cómo? ¿Cómo lo lograréis?
Por medio de mis pequeños arquitectos que construyen el bien. El bien, empezando
por crearlo dentro de uno mismo.
¿Qué bien puedes transmitir y lograr a tu alrededor si no lo tienes dentro de ti
mismo?
El Bien, la Bondad, el Amor, la Comprensión, el Cariño: primero dentro de
vosotros mismos.
La vida sin pecado, buscando la Voluntad de Dios. La vida desprendida de las
riquezas y de los bienes de la tierra, ansiando siempre los del cielo.
En el momento que veis un pecado, corred hacia Mí. Yo os perdono. Yo os lo
muestro para que os deis cuenta y os arrepintáis. Pero Yo os estoy esperando con
los brazos abiertos.
Este es el sentido de la Consagración: toda vuestra vida es Mía. Hasta los pecados.
Esos también son Míos. Esos los he cogido Yo antes de que los cometáis, incluso, y
los he hecho Míos. Esos los he cargado Yo en mi Cruz30
.
Dádmelo todo: lo bueno, lo malo que haya en vosotros. Lo bueno para fructificarlo.
Lo malo para aniquilarlo en Mí. Yo me encargaré.
Consagraos a la Inmaculada, al Corazón Inmaculado de María. Por medio de la
cual os vendrá la salvación al mundo.
Confiad en Mí. Ante las dificultades, que son muchas y os han de venir a los que
queréis vivir según mi Voluntad. Según las ideas de los Ejercicios Espirituales de
San Ignacio.
Mi Brazo sobre ti. Arrodíllate para recibir mi Bendición.
Te bendigo: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
(Hice la señal de la Cruz deprisa y pequeña)
Hazla bien.
(Lo repitió despacio y conmigo, bien hecho)
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
30 Is 53,4-6; 2 Co 5:21; 1 P 2,24.
No hay comentarios:
Publicar un comentario