Hijo, toda la humanidad se encuentra perdida en un inmenso abismo que los lleva con toda las fuerzas de los vientos rumbo a la más inmensa y cruel lucha entre hermanos, toda la tierra, si no os detienen, se bañará en sangre preciosa de mis hijos y el dolor y la desolación caerá sobre todos vosotros, los caballos de la Apocalipsis ya cabalgan rumbo a un final, un final que vosotros mismos estáis provocando desde ya hace muchos años, a un dolor inmenso que ha de cruzar vuestros corazones como dagas que se clavarán hasta lo más profundo de vuestros pechos y veré derramar muchas lágrimas de los ojos de mis hijas e hijos en el mundo, es un dolor muy grande el que atraviesa mi corazón de Madre al ver qué separados estáis todos, cómo os fueron separando cada día más y más de mi morada, del gran encuentro, partieron del gran rebaño para perderse en un mundo de egoísmos, odios y mentiras, en un mundo de envidias y deseos de obtener poder sin importarles el dolor que puedas provocar en vuestros hermanos, sólo queréis tener poder para someter a todas mis criaturas, para obtener cada día más y más placeres que os llevan rumbo a perder vuestras almas porque no podéis comprender que sois llevados por el ángel desterrado junto a las fuerzas del mal, porque no pueden ver amados hijitos, os encuentran ciegos y sordos, no quieren ver las señales en el cielo y no quieren oír mi voz,
yo he venido a través de mis hijos e hijas en todo el mundo a hacerles escuchar mi voz, a decirles que vuelvan al sendero del amor, a que os confiesen y reciban el cuerpo de mi Hijo, pero sois tan necios muchos de vosotros que no quieren oír ni ver y sólo escuchan la voz de quien os lleva rumbo al dolor.
Todo ha de cambiar si pronto no os unen, si no os ponéis a orar todos juntos, si no rezan el Santo Rosario y si no se arrepienten desde el corazón por todos los pecados que habéis cometido y todo el mal que le hacéis a vuestros hermanos y a vuestra propia tierra que habitan, si siguen castigando vuestra tierra ella os castigará a todos vosotros porque ella temblará tan fuerte que nada ha de quedar en pie, y junto con ella los vientos soplarán con inmensa fuerza y las altas cumbres abrirán sus bocas derramando ríos de fuego sobre pueblos enteros y el cielo no dejará de llorar y habrá inundaciones y ríos correrán por las calles, y peor aún hijitos míos, vosotros, no todos, pero una gran parte de vuestros hermanos, os llevarán a una guerra que nadie podrá detener, pobre mis hijos, aquellos que habitan parte de Occidente y Oriente, pobre mis hijitos que viven en varios países del viejo mundo y pobre mis hijos que se prepararon todos estos años para ir a guerras tras guerras, este país, hijo, siempre se formó para tomar todo por la fuerza y parece que nunca nada ha aprendido, siempre quiso ser potencia y para demostrarlo ya tiene sobre ellos la pérdida de miles y miles de vidas de sus hermanos en distintas partes del mundo, junto a sus países aliados sólo saben tomar todo por la fuerza, sólo saben inventar y mentir al mundo para obtener cada día más poder, pero os diré que será el primero que veré ponerse de rodillas suplicando, porque si no cesa y si no se arrepienten, muchos de mis pequeños llorarán hasta el último día de sus vidas.
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, junto a nuestros amados Hijos e Hijas, los Santos, Ángeles y Arcángeles, somos la luz del mundo y nuestros corazones están llenos de dolor, y sólo queremos entregarles a través de la luz divina de mi amado Señor el amor, el amor a todos vosotros y que aprendáis a vivir en eterna unidad y comunión, no tan sólo con mi Iglesia sino entre todos vosotros,
si os ponéis a rezar podéis detener la ira de mi amado Señor, sino, amados hijitos, tiempos de dolor caerán sobre toda la tierra. Os ruego oren, venid a mi morada, confiesen vuestros pecados, ayunen, caminen y en ese caminar llevad de vuestras manos a todos aquellos que no pueden encontrar la luz, guíenla rumbo a ella y sean misioneros de la palabra, estén junto a vuestros Pastores y defended mi morada del ataque de los bárbaros y cuidad de vuestro Pastor Mayor quien está en el trono de Pedro, os ruego cuidadlo y acompañen a vuestros Pastores y déjense guiar por cada uno de ellos, vuelvan a mis brazos, vuelvan a los brazos del Corazón Inmaculado de JESÚS, os ruego amados hijitos, estáis a tiempo todavía antes que caiga la noche sobre todos vosotros. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
28/09/2017 01:20 Horas.
-Dock Sud - Ciudad de Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Republica Argentina -
Para pedido de oración: jlbelmonte07@yahoo.com.ar
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