Edificio destruido en Ciudad de México tras sismo del 19 de septiembre. Foto: Cáritas Mexicana.
CIUDAD DE MÉXICO, 27 Sep. 17 / 05:01 pm (
ACI).- En un mensaje publicado en el sitio web de la
Conferencia del Episcopado Mexicano(CEM), Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas en el estado de Chiapas, señaló que los recientes sismos que han afectado el centro y sur de México no son un castigo de Dios.
Mons. Arizmendi Esquivel lamentó que “con ocasión de los recientes terremotos en varias partes del país, no faltan quienes afirman que esto sucedió porque Dios quiere castigarnos. Que así como destruyó a Sodoma y Gomorra, así está enojado por tanta corrupción, por los crímenes del narcotráfico, por las leyes que favorecen el
aborto y las uniones entre personas del mismo sexo, por los pecados clericales, por los abusos contra la madre tierra, etc.”.
En las últimas semanas fuertes sismos han afectado México. El 7 de septiembre, un terremoto de 8.1 grados en el Tehuantepec, frente a las costas del estado mexicano de Chiapas, causó casi un centenar de muertes y más de 300 heridos.
El 19 de septiembre otro sismo, esta vez de 7.1 grados afectó los estados de Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca, así como la capital del país, Ciudad de México. Se estima que al menos 330 personas fallecieron.
Mons. Arizmendi Esquivel subrayó que “desde luego que Dios no está de acuerdo con los pecados, y en Sodoma no había ni diez personas buenas. Pero aquí pereció mucha gente honrada; murieron o perdieron todo personas pacíficas, creyentes, trabajadoras y de buen corazón”.
“¡No! No es castigo de Dios. Sería injusto su proceder, y Él es la justicia misma”, aseguró.
El Arzobispo mexicano explicó que “los terremotos, al igual que los huracanes y la erupción de volcanes, son fenómenos naturales, previstos por el mismo Dios al crear nuestro mundo, y en particular nuestro planeta”.
El Prelado indicó que “estos movimientos telúricos no son algo que se le haya escapado a Dios al formar la tierra; que se haya distraído y no los hubiera previsto. Todo está planeado. Siempre ha habido terremotos; los hay y los seguirá habiendo, con mayor o menor intensidad”.
Lo importante ante estos desastres naturales, dijo, “es conocerlos, estar prevenidos y saber convivir con ellos, construyendo mejor las casas y los edificios, las iglesias y escuelas”.
El Arzobispo de San Cristóbal de las Casas señaló que estas desgracias deben “hacernos reflexionar, recapacitar y enderezar la
vida. Como un hijo que había renegado de su madre, diciéndole que no la reconocía como tal, que se alejó del hogar y la hizo sufrir mucho, pero a raíz del temblor, regresó a casa y abrazó a su mamá, pidiéndole perdón”.
“O como un esposo que dejó a su mujer, se fue a vivir con otra, pero el sismo lo hizo cambiar; volvió a casa y pidió perdón a su esposa; ahora están tratando de recomponer la vida familiar. Del mal, hay que sacar bien”, dijo.
“En los acontecimientos, podemos descubrir la voz de Dios. ¿Qué nos quiere decir con los terremotos? Que nuestra vida es frágil, que no somos dioses, eternos y todopoderosos; que hemos de enderezar lo que esté torcido en nuestras vidas”, añadió.
Mons. Arizmendi Esquivel destacó luego “la solidaridad de tantas personas, sobre todo de los jóvenes. Este es el México real; no el que presentan los noticieros, como si todo estuviera podrido”.
“Algunos, sí, son católicos practicantes, otros son católicos ‘al agua de rosas’ –como decía mi abuela-, otros no saben si creen o no creen, pero esa inquietud los lleva a hacer algo por los demás, esa inquietud hace llenar los voluntariados de todo el mundo de rostros jóvenes”, indicó.
Al finalizar su mensaje, el Arzobispo mexicano exhortó a los fieles a que “enderecemos lo que tengamos que enderezar. Sigamos siendo solidarios con quienes más sufren. Y pongamos nuestras vidas en el corazón de Dios”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano publicó hoy en su cuenta en Twitter un mensaje alentando a seguir ayudando “a nuestros hermanos damnificados” en el país, pues “la emergencia en México continúa”.
Cáritas Mexicana destacó que han logrado recolectar más de 4 millones de pesos (más de 200 mil dólares) en donaciones, pero “el daño es inimaginable”.
“Nuestros hermanos necesitan el apoyo de todos para recuperar su hogar.
Únete a nuestra colecta”, alentó la organización de la
Iglesia.
Para más información sobre cómo donar, puede ingresar
AQUÍ.
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