30-09-08
Virgen:
¡Hola, Marga!
Mamá, por favor, no sé qué me pasa.
Estás siendo fuertemente tentada. No temas. Persevera. Y Gloria al Padre, al Hijo y
al Espíritu.
Es para que veas las vicisitudes por donde pasan mis pobres condenados y les
tengas compasión.
¿Condenados?
Los que caminan por el camino de la perdición.7
Sí, sí… qué horror. Menos mal que a veces levantas un poco la mano y puedo
tener un respiro.
No así ellos.
Pobrecillos. ¿Y cómo ven la luz?
Obedeciendo. Si se someten a obediencia. Mientras no obedezcan a sus superiores
y a la Santa Madre Iglesia, sus caminos se hacen tortuosos. Y a veces Yo también
les envío respiros en sus tentaciones.
¡Oh, Mamá! verse condenado tiene que ser horrible.
Y es en esos momentos cuando les pido confianza en el Amor Misericordioso de
Dios. Sólo eso les puede hacer arrepentirse.
Pero si ven lo que se merecen por sus pecados y se ven condenados… ¡cómo
pensar en que van a ser perdonados!
¡Eso es! Ahí quería que llegaras: Confianza en que Dios perdona y perdona todo. Y
Dios ama y ama a todos. Necesita de vuestro arrepentimiento para perdonar. Sólo
eso.
La mayor desdicha del hombre hoy en día es pensar que, como ha sido tan pecador,
¡Dios no le puede perdonar! No.
Quiero que vayas tú en medio de ellos, te quiero a
ti que les digas: ¡No!, Dios te puede perdonar, Dios te perdona y te ama a pesar de
eso, a pesar de tu pecado.
Y si tú no has hecho antes la prueba de verte fría y pecadora hasta el fondo, con la
sensación de despreciada por Dios por tu pecado, no sabrías volverlos hacia Mí.
¡Ah, Margarita! Yo te necesito. Sí. Estás siendo pulida y ponemos empeño en
nuestra obra. Pulida por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y personalmente por
Mí misma, que sigo todas tus fluctuaciones, tus idas y venidas, tus avances y
retrocesos por el camino de la Gracia para no dejarte desviar ni un ápice.
Todos, sin excepción, todos estáis pasando por momentos muy duros de
tentaciones.
Teneos compasión y amor unos por otros. Comprensión, cariño y acompañamiento.
Yo así también os formo en tener un Corazón tan parecido al de Jesús, que es
compasivo y misericordioso.8 Sí, realmente es una filigrana. Estoy haciendo una
obra de arte con vosotros.
Te dejo que pases por el camino de los pecadores empedernidos sin serlo.
Experimenta lo que ellos sienten.
Experimenta lo que sienten los más tentados y tiende una y otra vez, siempre la
mano. Quiero que vean que siempre hubo una mano amiga y sincera que se tendió
por ellos. Siempre, siempre, siempre.
Para que vean cómo Dios les espera ahora y siempre. Hasta que se acaben sus días
en esta vida.
Corrige cuando veas una equivocación. Con cariño. Sin juzgar. Porque te sabes tú
una de ellos si Yo, con mi Misericordia, no te hubiera sanado y sacado del pozo de
tu negrura.
¡Agradece todas las correcciones que te hagan!
Porque tengo ante mí tu oblación, ésa que me hiciste un día. Y en virtud de esa
ofrenda trabajo en tu alma. Trabajo sólo en la parcela que me dejáis. Si no me
dejáis, no trabajo vuestra alma.
Alabado sea Jesucristo.
Sea por siempre bendito y alabado.
¡Oh, qué contenta he visto a la Virgen! ¡Cómo me ha hablado, con qué
entusiasmo por mí! ¡Dios mío, ¡¡Gracias!!
7
No se refiere a los condenados del infierno, sino a los que aún están en la tierra,
pero viven al margen o contra Dios.
8
Cfr. Mt 11,29; St 5,11.
01-10-08
(Sta. Teresita)
Dios Padre:
Hola, Margarita de mi Corazón de Padre, Corazón de Dios. Escucha. Disponte a
escuchar.
(Noto otra vez que se hace como ese silencio)
¡Ah, mis queridos profetas, que nacen de la Mano de Dios Todopoderoso! Nacéis
de mis manos.
Yo os engendro y os creo. Pongo el deseo9
en vuestros padres carnales y os traen a
la vida.
¡Oh, profetas! Salidos del vientre materno ya para anunciar, para proclamar el año
de Gracia del Señor.10
Profeta se es para siempre. Aunque el carisma se apague o se acabe11
.
Sí, el don de profecía acabará. Y sólo quedará la caridad.12
No a todos los profetas les llamo Yo a este trato íntimo con el Corazón de mi Hijo,
con el Corazón de Jesús. No a todos les revelo Yo estos mis Secretos, como lo hago
a ti.
Bendíceme.
Te alabo, Dios mío y te bendigo. Bendigo tu Nombre Santo.
Procurad ser lo más fieles que podáis a este carisma, a esta misión.
Tú abres brecha, emprendes camino. Como esa lanza que abre la tienda de cuero
cerrada. Como punta de lanza te empleo.
Tu estilo debe cambiar a hacerse más y cada vez más incisivo. Sí. Delicado. Con
delicadeza.
Te quiero para una insigne misión, profeta de los Últimos Tiempos, profeta de la
Salvación.
Amén.
9
Deseo de tener un hijo.
10 Cfr. Is 61,1-2.
11 Se apague por infidelidad o se acabe con la muerte.
12 Cfr. I Co 13,8.
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