08-11-08
(Estaba en un Retiro. Al terminar la oración de la mañana yo pensaba: qué
Retiro más baldío)
Jesús:
Margarita: no pienses que este Retiro ha sido baldío por no sentir consolación. ¡Ah,
no! No cifres en eso la valía o no de tus actos y de tus oraciones. Su valía está en el
sacrificio y el amor ofrecido. Y tú lo has ofrecido. Luego entonces, este Retiro,
tiene valor redentor. Aunque tú no lo veas ni sientas.
Tus rodillas. El estar ahí, ofrecida. Tu constante renovación del interés por Mí, tu
volver a tomar tu imaginación que se desviaba… eso me agrada más que si Yo
hubiera estado regalándome a ti constantemente.
Que sepas que he querido contener mi Amor sensible hacia ti, para probarte y
probar el tuyo hacia Mí.
¡Y que sepas que has salido vencedora!
¡Oh, Jesús, no me merezco tanto!
Sí lo mereces. No es por ti. No es por tus méritos, que son nada, es porque Yo no
puedo contener la Misericordia derramada para cada criatura.
13-11-08
Virgen:
¡Marga…! ¡Marga…!
Lo que Yo quiero contigo es muy grande, hija. Misionera. Te quiero proclamando
la Buena Noticia por todos lados. Te quiero en permanente misión.
Preparaos para un Juicio particular. Sí, hija mía: va a venir una especie de Juicio
particular.
¿El Aviso?
Sí.
Reparte de mi Amor. Están todos muy necesitados.
Olvídate de todo lo que tú opinas que son afrentas hacia ti, y ámalos. ¿Qué más da
afrenta o no afrenta? ¡Ama!
Ah… es donde más os cuesta amar donde vendrán las preguntas en mi Juicio:
“¿Amaste a esta persona que te costaba? ¿Le procuraste el bien? ¿Le devolviste
bien por mal? Cuando Dios te probaba en el amor, ¿saliste vencedora?”
Porque qué fácil es amar cuando todos nos aman. Así, ¿qué mérito tenéis? Hacen
esto mismo los publicanos y pecadores26
.
Sí, sí… afinad mucho. Sed cada vez más finos en el amor. ¡Y exigíos mucho! Pues
mucho se os ha dado.
Te bendigo.
Adiós.
04-12-08
Jesús:
¿No puedes dejar de sonreír?
No.
Así me gusta. Esta es mi Marga y así te quiero ver.
Sonríe. Sonríe. Sonríe.
Aunque creas que Yo no te amo y no estoy contento contigo. Sonríe.
Aunque creas que a ti no te aman ni te buscan: Sonríe.
Te amo.
Haces bien lo que has estado haciendo: cada vez que te venía una tentación de ésas,
la desterrabas y la desterrabas. Por eso Yo te enviaba más, para ver cómo las
desterrabas. Y así cada vez, y amor por Mí que aumentara. Y los efectos de mi
Gracia fructificaran en los demás.
¡Marga! Yo te escogí. Mira que lo que tú me puedes dar no me lo pueda dar otro.
Mira que a cada uno os coloco en el puesto en el que os necesito para la batalla.
¡¡Marga!! ¡Cómo amo! cuando tú te refieres a Mí y les hablas de Mí27. ¡Cómo amo
cuando les enseñas cómo deben dirigirse conmigo! ¡Cómo amo tus momentos con
ellos a mi lado! ¡Oh…! ¡Cómo los necesito! De ellos bebo como si fuera un
náufrago que pasó largos días en su yate a la deriva sin beber. ¡Oh…! ¡Tengo sed!
¡Tengo sed!
¡Bendito amor de hermano que da la vida por el hermano! ¡Bendito rescate!
¡Oh! Marga: Acércate28
. Mi bendición recaiga sobre ti en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
26 Cfr. Mt 5,46.
27 A los niños en la Catequesis
28 Me impone las manos..
No hay comentarios:
Publicar un comentario