24-09-08
Virgen:
Si Dios quiere hablarte, debe detenerse el tiempo.
(Notaba que se detenía el tiempo. Que debía estar en una atención total de
escucha, lo más perfecta posible)
¿Te acuerdas cuando Yo te decía que cogieras una cruz de las que te presentaba:
más suave o más áspera? Tú querías coger la áspera y Yo te decía que no era el
momento, que cogieras la suave.
Ahora es el momento. Coge la otra Cruz.
Si Dios habla a un alma, debe detenerse el tiempo, debe detenerse el tiempo.
Dios Padre:
¡Profeta! ¡Profeta en ciernes!
(Llama de lo alto. Impone mucho)
Virgen:
Ven conmigo, que te presente ante Dios.
(Me coge del hombro y avanzamos a Él)
Dios Padre:
¿Qué hiciste de la labor a ti encomendada?
Dios mío, Tú lo sabes todo, está ante tus ojos.
No terminada.
Necesito mucha más ayuda.
Te envío, si quieres, doce legiones de mis Ángeles para que te acompañen en esta
tarea y en esta misión y para que la impulsen. Lo lograrás.
¡Oh, hija, hija! Sufrirás por las acusaciones que se harán contra ti.
Recuerda: doce
Legiones de mis Ángeles ahora y en la andadura que tenga esta Obra.
¡Oh, Dios mío! ¿Es necesario publicarlo?
Es necesario, Margarita de mi Corazón de Padre, Corazón de Dios.
¡Oh, Dios Padre! Me cuesta dirigirme a Ti porque no tienes una forma en mi
mente.
Entra en lo profundo de ti, y allí me encontrarás.
Escucha: Dios no habla porque sí, ni se comunica en balde.
Este Libro verá la Luz. Tú serás el artífice y tú haces las delicias de mi Corazón.
Oh Dios, perdóname porque soy incapaz.
Porque eres incapaz, he venido a colmarte. Tu miseria llama a mi Misericordia. Por
ti revelé mi Corazón. Tu indigencia llamaba a mi Misericordia.
Conoce el alcance de tu misión, que si Yo hubiera encontrado a algo más pobre e
incapaz de levantarse, pese a su buena voluntad, a eso habría escogido.
Como cauce de mi Libro al mundo, me sirves de maravilla. Eres todo lo que busco
al manifestarme. Te pido que sigas siendo fiel a lo que eres en Mí.
Tú casi no te has dado cuenta y Yo he hecho mi Obra en ti. No ha sido tan difícil
todos estos años, y ahí tienes mi Libro. Estamos a punto de acabarlo.5
Estamos en
la recta final. No te eches para atrás ahora.
Margarita de mi vida: mi Espíritu te irá inundando cada vez más. Sólo te pido
corazón abierto, corazón abierto.
¿Notas la venida de mi Espíritu? Sí: va viniendo cada vez más a los profetas, a ti.
Sabedle recibir.
Hija mía: escucharme te agota demasiado.
Vete en paz.
5
Se refiere al primer libro: “La Verdadera Devoción al Corazón de Jesús”, que
estaba a punto de publicarse.
29-09-08
Dios Padre:
Querida Marga, hija de mi Corazón de Padre, Corazón de Dios. Dices que te doy
miedo: ¿Por qué?
Eres imponente. Se me abre como ese pasadizo profundo y me hablas desde
ahí, y no es agradable.
¿Por qué?
Con Jesús, tu Hijo, es distinto. Bendito seas, pues le enviaste al mundo para
que nos fuera más llevadero nuestro trato contigo.
Oh, Dios, menos mal que eres Dios y no te desesperas viendo que todos
nosotros erramos y erramos y erramos por distintos caminos.
Porque os amo. Porque os respeto. Respeto infinitamente a cada alma.
Sí, me quise hacer tan cercano a vosotros que envié a mi Hijo para que se hiciera
Hombre.6
Y luego Eucaristía.
Era distinto el trato de Adán y Eva conmigo en el Paraíso. No les infundía temor,
hasta el pecado original.
Luego la criatura se hizo incapaz del trato con Dios, si no es a través de Jesucristo.
Ahora tenéis a Jesucristo. Puedes tratar conmigo como trata un niño con su padre.
6
Cfr. Jn 3,16.
No hay comentarios:
Publicar un comentario