Redacción ACI Prensa
Imagen referencial / Pixabay (Dominio Público)
El Obispo de San Isidro (Argentina), Mons. Oscar Ojea, se refirió a los hechos narrados por el párroco de la parroquia Inmaculada Concepción de la localidad de Tigre, quien aseguró haber visto el rostro de Jesús en una hostia consagrada.
El hecho se hizo público a través de un
relato elaborado y difundido por el P. Agustin Bollini, sacerdote del Verbo Encarnado (IVE), quien estaba confesando durante la Eucaristía de las 7:30 p.m. del viernes 29 de marzo, celebrada por el P. José Luis Quijano, conocido como el P. Cote.
“Esperando el momento de la elevación, durante el canto, el padre sostenía la hostia entre sus manos y vemos que llama al ministro de Comunión, Harry, un señor mayor, feligrés de años en esta iglesia y después de hablar con él, sosteniendo aún la hostia entre sus manos, prorrumpe en un llanto fuerte y desconsolado”, describió el P. Bollini.
Acto seguido, “todos nos quedamos estupefactos y cuando reaccioné pensado en subir al altar (estaba confesando), P. Cote haciendo un esfuerzo y secándose las lágrimas, comienza a decir entrecortadamente: ‘esto no es para mí, yo no soy digno, es una gracia para ustedes’ y cae de rodillas junto con Harry, el acólito y la mayoría de los fieles que lo imitamos sobrecogidos por su reacción, permaneciendo así hasta que se incorporó y pudo continuar la celebración”.
“Cuando terminé de confesar, ya bien finalizada la misa, me acerqué al grupo que todavía comentaba y los rodeaba, mientras otros rezaban el Santo Rosario en alta voz. Allí me enteré de lo sucedido. P. Cote vio la cara de Jesús en la hostia y no pudiendo dar crédito a lo que veía, llama y le pregunta a Harry: ‘Qué ves?’ y este confirmó ‘la cara de Jesús’”, relató.
Tras escuchar lo sucedido de boca del mismo P. Quijano, el Obispo de San Isidro, Mons. Oscar Ojea envió un
mensaje a la parroquia Inmaculada Concepción para en el que interpreta lo sucedido “como un consuelo y un regalo especial para la comunidad”.
“Sabemos por la fe que el Señor se hace presente en forma real y verdadera en cada Misa que se celebra. Sin duda la experiencia vivida por ellos, podemos interpretarla como un consuelo y un regalo especial para la comunidad”, afirmó el Obispo.
Mons. Ojea aseguró que “esto nos invita sin duda a vivir más hondamente el misterio contenido en cada Eucaristía, haciendo más profunda la entrega de nuestra vida al servicio de nuestros hermanos como Jesucristo lo hizo”.
“Agradecemos este don especial pidiéndole al Señor y a su Madre Inmaculada, que estas gracias se transformen en auténticas conversiones personales y pastorales, evitando cualquier interpretación apresurada que distorsione o agregue significados que no están relacionados a la experiencia vivida y a la fe de la Iglesia”, sostuvo el Prelado.
“Un afectuoso saludo y mi bendición al padre Cote Quijano y a la comunidad parroquial, deseándoles de todo corazón un fecundo camino hacia la Pascua”, concluyó su mensaje Mons. Ojea.
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