10-12-2011
Jesús:
Amada: como la cierva herida quiero que me busques.
Tu corazón brinca, y te veo venir como las gacelas por el bosque van al encuentro
del ciervo.
Pero una vez aquí: reposa en mi Corazón.
¡Ven! A sacar con profusión de los Torrentes de Su Agua.700 Porque se encuentran
contenidos en lo profundo, y explota el dique del Pozo porque no hay nadie que lo
alivie sacando un poco siquiera de su Agua. Y el Agua rebosa, y se pierde. Y el
Agua no se puede contener.
Mi Corazón sufre, porque no encuentra alivio en este Deseo de darse. Mi Corazón
está hecho para darse, darse, darse en Amor. Es su Fin. Y sufre al ver que nadie
viene a sacar con gozo de los Hontanares de la Salvación.701
Al menos tú, ven con tu pozal, a sacar Aguas con gozo de las Arcas de la
Salvación.
(No es un pozo oscuro y estrecho, sino que, dentro hay como Torrentes de
Agua pura y cristalina, ruidosos, fuertes, vivas, que caen, pero que suben, en continuo movimiento, que buscan ser el alivio y el consuelo para la sed de las
almas)
Si bebieran de Mí, Yo les daría Agua viva, y jamás volverían a tener sed.702
Olvidarían su sed de otras criaturas. Una sed que desazona. Porque han venido a
beber de la Verdadera Agua de la Salvación. La que sacia. La que nutre. La que da
Vida.
(Y me he visto en medio de esa Cascada. Me dice que ahora es tiempo de salir
a llevarla. Y yo me pregunto dónde la llevaré, pues no me veo con un pozal
allí dentro. Fuera, me veo como si fuera un surtidor. Como los aspersores del
césped. Y diera vueltas también, llevando el agua a todos. Lo que doy son
Libros, pero los Libros son blancos)
¿Blancos?
Es el siguiente Libro. Blanco reluciente. Puro como el Agua. Cristalino.703
(Yo me preguntaba cómo hacer en imprenta una portada cristalina. Supongo
que ahora, los adelantos podrán hacer una portada de impresión de Agua…
no sé)
Mi Madre es esa Pureza del Agua del Torrente de la Fuente de lo alto de la
Montaña. Donde nace. Donde nace el Agua que os da la Vida. Ella es en
Nacimiento del Río. Del Río que os da la Vida. Al dar a Luz, dio a Luz el Agua que
da Vida. Con su Pureza, pudo limpiaros.
Ella: el Agua más cristalina. El Agua, que
quita la sed. De la que Yo venía a beber en mis noches de ardiente sed por las
almas. El alma que jamás me negó jamás nada. La que me dio Todo. Toda Mía. El
alma toda Mía. Que no se reservó ni uno sólo de sus afectos purísimos de Madre.
Todos los entregó. La Inmaculada. La Sin mancha.
Venid a beber vosotros también de Ella. En su Seno, hay Agua para todos. Que
nadie quede jamás sediento. Que venga a Mí a través de Ella.
Su Seno, también está abierto por la lanza. En el momento de la lanzada, también
quedó abierto su Corazón para todos vosotros.704 Para que tengáis cabida todos
vosotros. Su Corazón Maternal, albergará a toda la humanidad. No podéis ser
salvos en esta Hora de la Tribulación de la Iglesia, si no es por medio de María.
¡Venid! ¡Acudid a Ella!
(Del Seno de María, en la Imagen de la Capilla, salía Luz. No tanto de su
Corazón, como de su Seno, en donde tiene apoyado al Niño Jesús con sus
brazos abiertos. Y ahora, los Libros salen del Seno de María. Veo que salen
con fuerza, y a algunos, les dan en la cara. Y les molesta. Otros, ansiosos y
sonrientes, los abrazan contra su corazón. Es como, si al cogerlos, estas
personas, se los ponen encima de sus cabezas, y cayera Agua que les ducha.
Les veo sonreír. Es como un refrescarse de sus angustias y sudores en su vida.
Y salir para una vida nueva. Ya purificados. Es como una Purificación.
Entiendo que ese Libro enseña a Purificarnos).
Diles a todos, hija, que les espero en este Santísimo Sacramente del Altar. Diles
que les añoro y anhelo su compañía. Diles, que mis Pozos Eternos de Amor, ya no
se pueden contener. Con ardor explotan en mi Interior, causándome la muerte. La
muerte por Amor.
Necesitaría… necesito víctimas705 que vengan a saciar mi Sed inmensa de amor.
Me consumo en el Sagrario. Me consumo en mi Interior.
El Amor no es amado. ¡El Amor se ha dado a los hombres, para que jamás estén
solos y huérfanos! Y he aquí que el Amor es despreciado.706
En la era de la infidelidad, del desamor. No encuentro fidelidad en vosotros, ni
siquiera entre los vínculos que establecéis en vuestras relaciones. Cada uno de
vosotros, es infiel a quien debería ser más fiel.
No encuentro, entre los varones, modelo al que puedan asemejarme. No se conoce
a Dios como Padre, Marido, Esposo, Hermano... porque no se le puede asemejar a
nada de la tierra.
Mirad si os digo: “Dios es como padre…” y vosotros os acordáis de vuestro padre:
ser que no os quiso y sólo se quiso a sí mismo.
U os digo: “Es como esposo”, y
miráis y veis las infidelidades de vuestros esposos.
“Es como hermano”, y muchos
ni lo tenéis.
No se encuentra en la tierra amor con el que pueda compararme y hacer
una similitud. Porque habéis pervertido todos vuestros amores santos.
Y he aquí que, sin embargo, esos amores les busca vuestra alma, porque para ser
correspondidos habéis nacido. Y mirad que todos los encontraréis en Mí.
Ni tan siquiera el amor de madre, el más santo y más puro, es como debía ser en
vuestras vidas. Las esposas se van tras otros amores, buscando la novedad. Las
madres renuncian a sus hijos, e incluso los asesinan. ¡Hasta dónde habéis llegado,
Generación, en vuestro desamor y en vuestro desatino! ¡Oh, Humanidad!, ¡hasta
dónde me habéis hecho llegar! Porque he aquí, que Yo me he llegado a vosotros.
Me he llegado a todas vuestras abominaciones y vuestras prostituciones. Y no me
ha importado bajar a sanaros. Bajar a la ciénaga en donde estéis. Nadando en
podredumbre.
(Era un pozo ciego, lleno de excrementos. Ahí estábamos)
Algunos, a los que me alargáis la mano, Yo os he rescatado. Otros, preferís vivir
nadando entre esa podredumbre. ¡No lo entiendo!
¡El Amor se os da! El Amor no es amado. Es rechazado.
El Amor os salva. Preferís el pecado.
¡Oh! A vuestros hijos, ¿¡quién les dirá que Yo les amo y que en Mí se encuentra la
Vida!? Ya nadie lo dice. Nadie lo predica. Nadie me da a conocer.
Y mirad que languidezco de Dolor, al veros encaminados, como autómatas, por una
larga fila. La fila que conduce a la perdición.
Mi alma muere de pena, languidece de Dolor.
(Debajo del Altar, a los pies de la Custodia, se abría ese pozo de porquería. Y
Jesús, desde la Custodia, alargaba su mano y los sacaba. Ellos gritaban y
chillaban. Eran gritos lastimeros. Pedían ser salvos. Otros se ahogaban en la
podredumbre. Jesús trabaja desde el Altar por nosotros. ¿No habrá almas que
le ayuden?)
Necesito gentes que me lleven a los demás. Así se apagaría mi Sed de darme a
ellos. Mi Sed de salvarles.
Necesito almas consoladoras del Sagrario, de la Eucaristía, ¡¡pero también almas
que lleven la Eucaristía a los demás!! Almas eucarísticas.
Pensad que a aquí, a la Custodia, no va a venir nadie si no le habláis de ella. Yo
aquí rescato. Pero no vienen a Mí. No vienen a pedir ser rescatados.
Es éste mi mayor anhelo y lo que Yo os pido y Yo necesito en estos Ejercicios:
almas que me lleven a los demás. Almas que les hablen de la Eucaristía. Almas
eucarísticas.
Amada, amados: cuántas catequesis, cuántas reuniones y cuántas programaciones
en vuestras Parroquias. ¡Y qué poca vida eucarística!
Así, continuáis con vuestra misma vida de placeres, de comodidades e incluso
pecados. Y no estáis dispuestos a dar la vida por nadie. Mucho menos por vuestro
Maestro.
Dejad todas esas organizaciones, y venid, aunque sólo sea un rato pequeño al día, a
estar postrados delante del Sagrario. Veríais cómo vuestros horizontes cambiarían.
Y veríais resurgir la Vida Nueva en vuestras Parroquias. Ni tan siquiera
moviéndoos de allí. Ni tan siquiera haber empezado a poner en práctica ese plan
maravilloso largamente trabajado707
.
Esos planes son como papel que va a la basura. No sirven de nada, sin vida
eucarística.
Veríais vuestras Parroquias renovar. Veríais vuestra Asociaciones, vuestros
Grupos, Movimientos, florecer. Porque Yo les enviaría almas. Les enviaría
vocaciones. Si fuerais almas eucarísticas. Veríais a vuestro Dios saciar la sed de
vosotros. Daríais de beber a vuestro Dios.708
Mi Corazón, se encontraría consolado. Y mis ansias de amor serían satisfechas.
A aquellas Comunidades donde se viva esto, Yo les prometo florecer.
Pero sucederá, en aquellos días, que se oscurecerá la nube que cubre el
Tabernáculo. Se oscurecerá la Casa de Israel, y sobre ella lloverán iniquidades. Se
realizará la Gran Abominación en mi propio Santuario. Sustituyendo la Eucaristía,
por el Hacedor de iniquidad, de iniquidad lleno. Seré retirado de mis Templos.
Entonces, hermanas, queridas y muy amadas almas eucarísticas: llevadme con
vosotras. Viviré con vosotros, entre vosotros. Ya que de mi Casa se me echa.
Oscureceré el Templo y todas las Verdades inconmovibles serán removidas. Se
creerá la no-fe (no-creencia). El Asesino, campará a sus anchas por el Templo,
queriendo así atraer a más almas a sí. Para asesinarlas. Y habrá muchas muertes.
Pero ya no será en mi Presencia. Me he ido. Para no ver vuestras abominaciones.
Para no ver en lo que os habéis convertido.
¡Dios mío! ¡Qué tiempo más horrible! ¿Quién podrá resistir ese tiempo? Es
peor que cualquier persecución anterior.
Sí: es peor. Porque la conciencia que tendréis, no será de persecución de la Iglesia.
Será la iglesia la que la haga, luego no la hará contra sí misma. La hará contra
vosotras, almas eucarísticas.
¡Oh, Dios mío! ¿Nosotros hemos de vivir todo esto?
Sí: y ya lo estáis siendo. Lo estáis empezando a vivir.
¡Dios nos libre de todo esto! ¡Tú nos ayudes!
Sí, os enviaré a mi Madre. Ella será vuestra ayuda. Acudid a Ella, todas las almas
eucarísticas. Os irá formando en Su Corazón.
Haced, de Su Corazón, vuestro Templo. Ahí albergad al Mesías. Ése es el Nuevo
Templo. El Templo de la Nueva Generación. La que nacerá de una Virgen. Mirad
que ya os ha estado gestando. En un embarazo prolongado y doloroso, habéis sido
gestados en su interior. ¡Ya tiene conseguido un Resto!
¡Ya! ¡Ya es la Hora! No puedo esperar más. Aunque no seáis numerosos. ¡Con
ésos! Con los que estéis. Gestados por una Virgen, en sus Entrañas, seréis dados a
luz en breve.
En breve, mi Ejército, preparado para la batalla, se dispone a ser lanzado al feroz
combate. Llevan entre sus armaduras al Corazón Eucarístico de Jesús. ¡Eucaristía
es su estandarte! Lo porta la pobre niña. La débil entre las débiles, hecha fuerte por
mi Amor. A ti te quería unir estos días a Mí, para hacerte fuerte, para hacerte libre.
Y, con esa libertad, sin ataduras, libre de todo, podrás cabalgar aquí y allí, allá
donde Yo quiera enviarte. No te preocupes nunca de qué dirás.709 Cuando hayas de
hablar, hablarás. Cuando callar, lo harás.
Esto te parece más difícil…710
Hija: es, libre, como cumplirás con tu misión, como cumplirás con tu mandato.
Que se acerquen a ti los que quieran comprender mi Eucaristía.
Mi Eucaristía para
estos Tiempos: La Eucaristía, tal y como te ha sido Revelada.
Digamos que la comprensión en el Misterio Eucarístico, crece con los Tiempos.711
El Espíritu Santo se lo revela tal y como lo quiere revelar y a aquel a quien se lo
quiere revelar.
Quiero que seáis hostias vivas.712
Amada, temes que no se entienda tu Mensaje. Pero no tienes que temer. Los que
tengan que entender, lo harán. Yo pondré en las mentes y en los corazones de los
que quiera, un entendimiento perfecto de estas mis Palabras.
El Espíritu Santo, va en una única dirección. Y no es a ti sola a la que le estoy
diciendo esto, sino que de aquí y de allí, suscito Profetas de Verdad.
¿También hay profetas de mentiras?
Sí. Mas estos se distinguen claramente por los míos.
Quedamos en que la Generación sale del Seno Inmaculado de mi (una) Madre. Es
gestada y dada a luz. No tienen afectos mundanos. No están apegados a nada, ni
aun a lo más noble.
Por encima de todo: su Cristo en su Amor Eucarístico.
Su vida es toda pura, a ejemplo de mi Madre. No en vano, Ella ha sido su Maestra.
Toda su Confianza, está en la Providencia de su Salvador, a pesar de vivir tiempos
malos. Tiempos, en los que incluso peligrará su vida.
Su espíritu de trabajo y de sacrificio, es total por el Reino.
He aquí que viene la Nueva Generación, y ved que ya llega.
Mirad que encumbro vuestras obras, salidas de la nada. De lo nada que sois. Para
poneros a Nuestro Servicio.
Cuando creé, creé de la nada. Necesito “nada” para crear. Para que se vea el Poder
de Dios.
Éste es el Evangelio de los Humildes. El Evangelio de los pequeños. Los que
portan el Poder de Dios. Dios le da el Reino a los pequeños713: ¡alabado y bendito
sea!
Aprended, de María, el Evangelio de los pobrecitos, los pobrecillos de Yahveh.714
No se asemeja en nada a pobres melindres acoquinados. Son los soldados de un
potente ejército. Potente y Poderoso. Porque le ha sido entregado el Poder de Dios.
Ante ellos, Satanás retrocede. Mirad cómo a su paso, se aleja el poder del mal.
Mirad, cómo a su paso, se va la oscuridad, y se abre paso a la Luz. Los del ejército
del mal, los temen. Porque saben que no hay nada ni nadie capaz de luchar sobre
ellos y vencerlos. Porque van con la Virgen. La Virgen, con su mano, ha abierto
una Coraza gigantesca, que abarca a todos sus hombres. Una Coraza que les
protege y les impide ser atacados y vencidos en el ataque. Nunca jamás os alejéis
de Ella, oh, Ejército del Salvador. Nunca jamás. Nunca jamás lo hagáis.
¿Cómo lo haremos? ¿Cómo lucharemos? Vamos unidos en bloque. Así nos
veo. ¿Pero cómo?
Cada uno sin dejar vuestra vida normal y allá donde habéis sido llamados. En la
manera más sencilla que lo hagáis. Es vida sencilla. Y en la mayoría de los casos,
oculta.
No me interesan los grandes e influyentes. Porque este Ejército no es de los
Poderosos. Alguno que se crea influyente, y se sienta llamado, hágase sencillo.
Manso y Humilde de corazón.715 A modo de mi Madre. Aseméjese a Ella.
¿Quién como Ella podría creerse más poderoso? Y, sin embargo, se creía nada,
sencilla, la esclava.716 Aprended de Ella lo que es ser Manso y Humilde de corazón.
Habrá muchos que, creyéndose pequeños, se vean llamados a seguir estos escritos.
Pero Yo les digo: ¿habéis recapacitado bien en vuestra vida qué es ser pequeños?
¿Sabéis a qué os obliga? Mirad que, para esto, se necesita el valor de los ardientes
guerreros.
Si os veis dispuestos a darlo todo, seguidme.
Mirad que no os digo: “si os veis
capacitados para darlo todo”. Sino dispuestos a darlo todo. Que no es lo mismo.
El soldado, cuando va al combate, no sabe qué le deparará la batalla. Sólo sabe y
está cierto de que tiene el ánimo para ir. Confía todo lo demás a la Providencia. A
menudo, las heroicidades, las obtengo de la gente sencilla. No de aquellos que se
creen mucho y se saben muy valientes y capacitados. Sino sólo de los que se fían
en Mí. En el Poder de Dios. Y en que Yo seré quien lo haga en ellos.
Si cada uno estamos en nuestro puesto, en nuestra vida diferente, ¿qué nos une?
Os une la Devoción a una Madre. La Devoción a Su Inmaculado Corazón. Venid a
aprender de Ella lo que es Humildad y Mansedumbre, os he dicho. OidLa.
EscuchadLa. Ella tiene un Mensaje.
A través de todos estos Mensajes que Ella está dando a la humanidad, Yo me estoy
construyendo un potente pequeño Ejército. Con el que derrocaré a la Serpiente.
Ella está volviendo el corazón de los hijos a su Padre.717 Ella los está retomando.
Atrae con cuerdas maternales a los hijos pródigos – que huyeron de la casa
paterna.718 Ella cura a los lisiados. Da pan al hambriento. Les colma de mis Bienes
dándoles sus atenciones.
El Corazón de María clama: Penitencia, penitencia, penitencia.719 Arrepentimiento.
Os insta: ¡Conversión! Cambio de vida. ¡Volved vuestros ojos al Padre! ¡Que os
ama!
No malgastéis vuestra vida. No la echéis a la ciénaga. ¿Habéis recapacitado lo que
es una ciénaga? Es porquería, excrementos… Y ahí estáis. Y ahí estáis nadando tan
a gusto. Ella os saca de ahí. Y Ella os limpia. Es estando limpios cuando podéis
presentaros al Padre.
Cogiendo las fuerzas de Mí, Eucaristía, podréis lanzaros a la misión que pido de
cada uno de vosotros.
Mundo Nuevo en Tierra Nueva. Vuestros Campos serán renovados. Pero antes
tendréis mucho que sufrir, oh, potente, pero pequeño ejército de almas víctimas.
¿Queréis formar parte de él?
No es en complicadas misiones, donde daréis el do de pecho. Será en vuestro difícil
día a día sencillo. Allá donde estéis y donde Yo os haya puesto.
Quisiera que ganarais almas para Cristo. Que rescatarais a vuestros hermanos.
(Veo que este Ejército de almas blancas, se pone a luchar contra el ejército
del mal. Lo que hace es quitarle a sus hermanos, que los tienen prisioneros.
Es como un rescate de hermanos. ¡Pobres! Estos hermanos, en realidad, son
hermanos mayores, más potentes humanamente hablando que los otros, pero
estaban carentes de luz. Son oscuros. Habrían caído en las garras de su
Enemigo. Que los habría convertido a sí, a la oscuridad.
Es lo siguiente: este Ejército blanco avanza unido por el centro. Es
completamente luminoso. Con vestiduras blancas que lucen. Se ven pendones
blancos. Y sin dejar de avanzar todos a una, vamos rescatando las almas que
están a los bordes del Camino.
La oscuridad de los bordes es más amplia, ocupa más espacio que la Luz del
centro. Sin embargo, la Luz es más Poderosa. Son muchos. Nosotros somos
menos, aunque nos siguen los Ángeles y Santos. Las almas del Purgatorio
ruegan por nosotros. Ellas mismas no pueden hacer nada.
Entre esa oscuridad, se distinguen los del ejército del Malo, que tienen entre
sus garras a las almas. Al derrotar a los del ejército de las tinieblas, sueltan a
nuestros hermanos.
Hay una cosa que no entiendo: no pasan a ser incorporados al centro. Están
débiles. Simplemente, son rescatados. Seguimos avanzando.
Digamos que hay un número exacto de ese Ejército blanco. Y ya casi está
completo. Por lo que dice Jesús que será dado a la Luz y se acerca su
momento).
El comienzo de la Gran Batalla, lo marca la Abolición de la Eucaristía.
Aunque antes ya estáis en ella. Es un misterio.
A partir de la Abolición de mi Eucaristía, será cerrado el cupo.
Entonces, me tengo que dar prisa en la publicación de estos Libros.
Y en difundirlos.
¿Por qué se cierra el cupo?
Porque a partir de entonces, se cernirá la oscuridad sobre mi Casa. Y me buscaréis,
pero no podréis encontrarme. Y me querréis encontrar, pero estaré oculto a vuestros
ojos. Ahora me veis. Pero luego no me veréis.
(Alusión a la Adoración Eucarística)
Mas luego me volveréis a ver.720
(Alusión a su Reinado Eucarístico, que es como su Resurrección)
Los que no hayan creído en los Mensajes de una Madre, ya no tendrán tiempo para
creer. Yo la retiraré de vosotros.
(No habrá Mensajes de la Virgen, durante ese tiempo. Ah: no habrá
Apariciones para todos, se entiende. Pero sí atención de la Virgen de manera
particular. ¡Menos mal!)
Los que no hayan creído y hecho ciertos en ellos las verdades inmutables, serán
presa de la confusión, debido a la oscuridad reinante. Y caerán en las garras del
Ejército del Maligno. Los que lo son sin culpabilidad, o que se arrepienten durante
los dolores atroces sufridos en sus garras, serán los que son rescatados por vosotros
en el Día de la Gran Batalla.
¡Dios mío!, ¡qué épico es esto! ¡Qué Batalla tan grande y qué Combate!
¿Podremos resistir?
Sí: estad seguros y ciertos en ello.
Necesito, que todos vosotros, los del Ejército pequeño del Poderoso, realicéis las
Nupcias Terrestres con el Amor de los Amores Eucarístico, en la Eucaristía.
Algo así como tú has hecho hoy721. Y para que vean que no es complicado y su
gran sencillez, te suscito a ti. Para que seas ejemplo del Resto. ¡Todos podéis! ¡Os
llamo a todos! ¡Os llamo a todos a esto! Si ella puede, también vosotros. Así unidos
conmigo, a modo de mi Madre, como lo está mi Madre, podréis realizar la misión.
La misión encomendada.
María: qué callada estás.
Virgen:
Es que está hablando Él.
Jesús:
Deja atrás tu vida pasada.
Lo que has sido, queda confiscado en el Libro de la Vida como renovado por Mí.
Queda renovado, en este día de tu Sí de entrega.
A partir de aquí, serás otra. Otra Marga. Otra Marga nueva.
He de ver cómo le dices adiós a todo aquello por lo que te preocupabas. He de ver,
una renovación de tu mente.722 Una renovación de tus pensamientos.
Afuera pocos lo notarán. Pero lo noto Yo desde tu interior. Aquel que habito.
¡Ven! : sumérgete en el pensamiento de que Yo te habito. Yo Soy Todo tuyo y tú
eres toda Mía.
Aún me tocará pulirte otro poco más. ¡Es que quiero Yo de ti una gran belleza!
¡Oh, Santos llamados a mucho! No os conforméis con menos. Cada uno, alcanzad
el grado de santidad a la que habéis sido llamados.
Ahora, has de irte a dormir, amada.
Dime: “Jesús, descanso en tu Corazón”. Y Yo te acojo. No hace falta que te pases
toda la noche hablándome y pensando en Mí. Yo veo tu deseo. Soy tu Padre. Y te
entiendo.
Eres una simple criatura, y necesitas dormir. Soy Yo el que velo tu sueño.
Vete en paz, hija.
Te bendigo, en bendición especial, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
NOTAS:
700 Cfr. Jn 7,37-39; Jn 19,34; Za 13,1; Ez 47,1-12; Ap 21,22.
701 Cfr. Is 12,3.
702 Cfr. Jn 4,13s.
703 Se refiere a este Libro. Lo anuncia ya. Incluso cómo debe ser su portada.
704 “María fue mártir, dice san Bernardo, no por la espada del verdugo, sino por el
acerbo dolor del corazón. Si su cuerpo no fue herido por la mano del verdugo,
sin embargo su corazón se vio traspasado por la espada del dolor de la pasión
de su Hijo, dolor suficiente para causarle no una, sino mil muertes.” “El
Corazón de María fue abierto por el mismo amor hacia el hombre y al mundo
con el que Cristo amó al hombre y al mundo, ofreciéndose por ellos en la Cruz,
hasta ser traspasado por la lanza del soldado.” (Juan Pablo II, en Fátima, 13-
05-1982).
705 Cfr. Rm 12,1.
706 Era la queja de San Francisco de Asís, de Santa Margarita María de Alacoque.
707 Pensado con esfuerzo.
708 Cfr. Jn 19,28; 4,7.
709 Cfr. Mt 10,19s.
710 Jesús también tiene humor.
711 Cfr. Jn 16,13.
712 Cfr. Rm 12,1.
713 Cfr. Mt 11,25s.
714 Cfr. Lc 1,46-55.
715 Cfr. Mt 11,29.
716 Cfr. Lc 1,38.48.
717 Cfr. Si 48,10; Ml 3,24; Lc 1,17.
718 Cfr. Lc 15,11ss.
719 Estas palabras recuerdan cómo, en la octava aparición de Lourdes, el 24 de
febrero de 1858, la Virgen pide a Bernardita: “¡Penitencia! ¡Penitencia!
¡Penitencia! Reza a Dios por los pecadores.” Asimismo la Tercera parte del
Secreto de Fátima, revelado el 13 de julio de 1917 a los tres pastorcillos en
Fátima y transcrito por Sor Lucía el 3 de enero de 1944. Fue hecho público por
el Secretario de Estado, Cardenal Ángelo Sodano, el 13 de mayo de 2000.
720 Cfr. Jn 16,16.
721 Estos días.
722 Cfr. Rm 12,2.
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