La ley española es discriminatoria con el hombre / Crecer Feliz
El Síndrome de Alienación Parental se produce cuando uno de los progenitores manipula a su hijo para que odie sin justificación al otro progenitor. El hijo, por la presión emocional acaba rechazando al padre alienado y como consecuencia de ésta manipulación, el menor mantiene la “falsa idea” de que uno de sus padres es el “bueno e idealizado” y el otro progenitor es el “malo y odiado”.
Para tratar este síndrome, del 26 al 28 de mayo se presenta en León el V  Congreso Internacional del Síndrome de Alienación Parental y Custodia Compartida,  organizada por la asociación S.O.S Papá. En esta edición, el enfoque será estrictamente sanitario, con un punto de vista centrado en la salud psicológica y médica del menor.

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El objetivo de este congreso será hablar de cómo afecta al menor la alienación parental. Este V congreso de Custodia Compartida, catalogado de interés médico y sanitario, contará con la participación de un elenco de especialistas nacionales e internacionales que propondrán ideas para mejorar el bienestar y la salud del menor que ha sufrido el traumático divorcio de sus padres.
“Actualmente hay muchos niños manipulados por sus padres para que odien y rechacen al otro progenitor”
Para conocer el estado psicológico de los menores que sufren este síndrome, la presidenta de la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica AIPJ y vicepresidenta del congreso, Asunción Tejedor ha explicado para Actuall cómo las manipulaciones familiares afectan a la salud mental de los menores.
“Todas las separaciones de padres, aunque sean pacíficas, tienen unos efectos negativos para los hijos, y más aún si hay un conflicto entre las partes”, explica la psicóloga. “Pero en este congreso vamos a ir más allá, queremos que la sociedad sea consciente de que actualmente hay muchos niños manipulados por sus padres para que odien y rechacen al otro progenitor”.
Efectos médicos en los menores manipulados: “Bajo rendimiento escolar, falta de concentración, pérdida de apetito, perdida de cabello y de uñas”
Para Tejedor, hay que mirar cada caso de manera individual, pero en los conflictos entre padres divorciados, el único perjudicado es el hijo. “Cuando tenemos un alto grado de conflicto interparental es más frecuente que se produzcan juegos de lealtades, en los que el hijo se ve presionado a elegir entre un padre u otro, aparecen sentimientos negativos en el menor como miedo al abandono, culpa o sentimiento de negación”.
Este conflicto produce en los menores muchos efectos negativos. “Desde el punto de vista médico estos menores suelen tener un bajo rendimiento escolar, falta de concentración, pérdida de apetito o signos físicos como perdida de cabello y de uñas”, afirma la vicepresidenta.
Efectos psicológicos en los menores manipulados: “Autoestima baja, depresión, desconocen palabras como ‘afecto’ o ‘ vínculo’ y no saben lo que está bien y mal”
Sin embargo, la psicóloga explica que desde un punto mental estos menores sufren secuelas que les pueden marcar el resto de sus vidas. “Desde el punto de vista mental, la mayoría reflejan una autoestima muy baja, tanta que incluso puede llegar a depresión. A medida que crecen, desconocen lo que significa palabras como ‘afecto’,’ vínculo’ o ‘relación’, también desconocen lo que está bien y mal, e incluso no saben distinguir lo que son sus recuerdos de las ideas manipuladas que les han implantado”.
“Haber fallado al padre alienado les atormenta, tanto que ha habido casos de suicidio”
Pero para la vicepresidenta del congreso, el mayor problema psicológico al que se enfrentan los menores es: La culpa. “Estos chicos han vivido bajo una presión emocional constante y su sentimiento de culpa al haber rechazado a uno de sus progenitores por culpa del otro padre les crea un sentimiento divisorio. Haber fallado al padre alienado les atormenta, tanto que ha habido casos de suicidio”.

Padres e hijos deben recibir ayuda

Pero para evitar esta situación, Tejedor propone programas de integración que ayuden tanto a padres como a hijos. “Tenemos que trabajar más allá de la valoración de un juez, porque al final ve el caso de una manera superficial y el niño merece tener una relación con ambos padres y su familia de ambos lados”.
Para ayudar a los niños, en primer lugar se trabaja con su memoria, para que empiecen a distinguir lo que es real de lo que les han hecho creer, hay que trabajar sus argumentos, la empatía y sus vivencias. “Me he encontrado casos en los que por ejemplo un niño de cinco años aseguraba que cuando su madre le daba el biberón veía como su padre les pegaba y está claro que un niño no puede recordar ese dato siendo tan pequeño, ha sido manipuladopara acusar a su padre y cambiar sus recuerdos falsos lleva tiempo”.
En cuanto a los padres también necesitan intervención. “Está claro que un hijo es de dos y hay que orientar a los padres para que sepan cómo dirigir una situación de divorcio, que palabras tienen usar y cómo controlar la frustración de la separación”, afirma Asunción Tejedor.
Tejedor: “La clave es proteger al menor… no son ni un paño de lágrimas ni mensajeros”
Pero para la psicóloga, la clave es “proteger al menor, porque la culpa no es de ellos, al contrario son las víctimas de las decisiones cometidas por los adultos, no son ni un paño de lágrimas ni mensajeros”.
También la psicóloga asegura que los padres que manipulan muchas veces lo hacen de manera involuntaria, pero el niño es una esponja y se empapa de lo que ve, por lo que la psicóloga afirma que “es más importante la actitud que las palabras”.
Además, ha mencionado cómo los padres rechazados tienen que tolerar la frustración de haber sido acusados falsamente y muchas veces “pierden la toalla para retomar la relación con sus hijos, porque lo ven imposible”. Pero al mismo tiempo, la psicóloga afirma que cuando los niños que han sufrido alienación parental cumplen la mayoría de edad, desean retomar el contacto con el padre que han rechazado, “porque ya han comprendido que su odio era irracional y falso”.