El pontífice recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a los miembros de la Comisión Teológica Internacional, el máximo órgano de consulta en temas espirituales del obispo de Roma, quienes sesionaron estos días para debatir sobre el tema del monoteísmo.
En su mensaje Joseph Ratzinger reconoció que los conflictos étnicos y religiosos en el mundo hacen cada vez más difícil acoger el pensamiento cristiano de Dios y del humanismo, pero advirtió que los hombres pueden todavía reconocer en el nombre de Jesucristo la verdad de Dios.
Consideró necesaria la colaboración a favor del bien común también con aquellos que no comparten la fe católica y recordó la obligación de los cristianos de hacer presentes de manera abierta los verdaderos y profundos motivos religiosos de su empeño social.
Asimismo ponderó que los seguidores de otras religiones deben manifestar sus motivaciones, para que la colaboración se haga con claridad.
"Quien perciba los fundamentos del actuar social cristiano podrá así también encontrar un estímulo para tomar en consideración la misma fe en Jesucristo", apuntó.