|
La mano del mayordomo "indiscreto" sirve la mesa... |
Despliegue esta entrada para ver las recientes declaraciones del Santo Padre respecto al Complot.
Cuando las noticias procedentes de distintos medios, tanto profanos como católicos, daban cuenta progresivamente de que las negociaciones entre la Santa Sede y la Fraternidad San Pío X iban por buen camino, nos preguntamos qué nuevo escándalo le prepararía al Papa la logia modernista enquistada en el Vaticano, junto a sus hermanos de los medios de comunicación. Pues el principal temor de estos personajes es el resurgir de la Misa Tridentina, y no habrá bomba que más los dañe que un acuerdo con la Hermandad fundada por Mons. Lefebvre.
Se recordará que, en ocasión del levantamiento de las excomuniones a los cuatro Obispos de la mencionada Hermandad, estalló el affaire Williamson, que luego se supo había sido cuidadosamente preparado desde varios meses atrás. ¿Por qué, pues, no iba a ocurrir ahora algún ataque de mayor intensidad siendo más importante lo que estaba en juego?
En nuestra humilde opinión, el revuelo generado por los medios a causa de filtraciones que ya se venían dando desde hacía meses, tiene al menos tres objetivos:
Desprestigiar al Papa "conservador y nostálgico de las glorias del pasado", como él mismo lo dice en el video que mostramos abajo; sugerirle que lo tienen rodeado y que, de ser necesario, podrían pasar a mayores (la mano del probable traidor es la que le servía la comida); y, fundamentalmente, disuadirlo del ofrecimiento que según todos los indicios piensa hacer a la Fraternidad San Pío X. Es decir, el corazón del ataque pretende detener la Restauración Litúrgica en la que está empeñado.
Veamos, por ejemplo, cómo tituló Clarín, el diario de más venta en la Argentina, dos de sus notas al respecto:
Los "copetes" en rojo "GOLPE AL PRESTIGIO DE BENEDICTO XVI", muestran la intención del autor, que de un modo encubierto, sugiere al lector el efecto que debe causarle la nota. El Papa deja de ser víctima de la deslealtad, para pasar a ser responsable de la misma.
Es como si al comienzo del Capítulo 22 del Evangelio de San Lucas, se cambiara el subtítulo "La Traición de Judas", por este otro "Golpe al prestigio de Jesucristo". ¡Por favor señores de Clarín, para la próxima sean más sutiles!
Se dirá que a causa del escándalo logrado, el posible acuerdo ha sido olvidado casi por completo en las pantallas de los medios, aún los especializados; lo cual puede ser beneficioso para las intenciones del Santo Padre, que como ha dicho su vocero, desea firmemente solucionar este asunto. Pero al mismo tiempo, es indudable que el estallido no puede menos que haber distraído su atención, prolongando la resolución del caso.
A pesar de todo, no creemos que el Santo Padre se deje intimidar por los fortísimos golpes que le están asestando, ni por la amenaza de Cisma conque lo enfrenta el clero modernista de Francia, Austria y Alemania.
En primer lugar, el arreglar la cuestión de la Fraternidad es uno de sus más grandes anhelos que, de lograrse, se colocará en el centro de su pontificado. En segundo lugar, él ha demostrado que no rehuye el combate y que nada lo hace cambiar de rumbo cuando está decidido. En tercer lugar, después de haber pagado tan altísimo costo, no tiene nada que perder... como no sea la vida. Finalmente, el mismo Papa les acaba de recordar a sus enemigos, que el Espíritu Santo guía a la Iglesia, y que el Señor la sostendrá hasta el final del camino.
Oigamos al Papa Benedicto XVI, y recemos para que el Señor no lo entregue en manos de sus enemigos.
V. Oremus pro pontifice nostro Benedicto.
R. Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum eius.
Deus, omnium fidelium pastor et rector, famulum tuum Benedictum, quem pastorem Ecclesiae tuae praeesse voluisti, propitius respice: da ei, quaesumus, verbo et exemplo, quibus praeest, proficere: ut ad vitam, una cum grege sibi credito, perveniat sempiternam. Per Christum, Dominum nostrum. Amen.
V. Oremos por nuestro Pontífice Benedicto.
R. Que el Señor lo guarde, le dé larga vida, lo haga dichoso en la tierra, y no lo entregue en manos de sus enemigos.
Oh Dios, Pastor y Rey de todos tus fieles, mira con misericordia a tu siervo Benedicto, a quien has elegido como pastor para presidir tu Iglesia. Concédele, te suplicamos, que su palabra y su ejemplo sirvan para edificación de aquellos a quienes guía; de modo que, junto con el rebaño que le has confiado, pueda alcanzar la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario