Fueron 120 días los que Raúl Gómez Cincunegui pasó perdido en el límite entre San Juan y Chile. Las primeras palabras del hombre fueron “no creía en Dios, y ahora sí”.
Lo que comenzó como una aventura terminó siendo una pesadilla para Raúl Gómez Cincunegui. El hombre de 58 años quiso cruzar la cordillera a pie, luego de que su moto se rompiera. Con lo poco que llevaba se dispuso a emprender la travesía y se perdió.
120 días transcurrieron para Raúl, en la soledad de las montañas, sin más abrigo que lo que llevaba puesto y sin más alimento que el que podía proveerse de la naturaleza.
El primer milagro que le sucedió a este uruguayo, fue que tras un largo peregrinar encontró el refugio Sardina en el valle de Los Patos y ahí se quedó. Este lugar lo protegió al menos de las crudas temperaturas de la zona. Pero eso no sería todo, porque el verdadero milagro en su vida ocurriría el domingo 8 de septiembre. Es que hoy personal de Hidráulica llegó a medir la nieve en alta montaña. Los trabajadores se encontraron con algo que los sorprendió y que los convirtió en protagonistas de una verdadera historia de vida. La puerta del refugio estaba abierta y adentro, con débiles fuerzas y casi desvanecido estaba Gómez Cincunegui al borde de la muerte.
Inmediatamente Raúl fue trasladado en helicóptero hasta Pocito y desde allí llevado hacia el hospital Rawson. El uruguayo estaba deshidratado y desnutrido, pero para sorpresa de todos una vez que fue bajado de la nave se abrazó al gobernador José Luis Gioja, que lo esperaba en el lugar. Sus primeras palabras fueron aún más increíbles: “No perdí la cuenta, pasé 120 días en la cordillera. No creía en Dios –le respondió al gobernador cuando éste le preguntó- pero ahora sí”.
Gómez Cincunegui mostró que pese a la adversidad y a su estado de salud, tenía fuerzas aún para agradecer y para reconocerse dichoso por el milagro que había protagonizado.
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