El tuitero -y con él la diputada- insultan al periodista por criticar a quienes llamaron ‘terroristas’ a los turistas, como si lo censurable no fuese la criminalización xenófoba de todos los que viajan por placer a Cataluña, sino recordar esas calumnias después de que varios de esos turistas -niños incluidos- hayan resultado heridos y asesinados en Barcelona y Cambrils (además de cuatro españoles, entre los asesinados hay dos italianos, dos portugueses, un estadounidense, un belga, un menor con doble nacionalidad australiana y británica y un hispano-argentino).

Estos ultras de izquierda son los mismos que quieren que los atentados sirvan no para perseguir al radicalismo islamista, sino a lo que ellos llaman “islamofobia”

Lo que pretende ahora la CUP es que todos finjamos que no habíamos escuchado nada, e incluso nos tenemos que dejar aleccionar sobre el odio y la xenofobia por unos ultras que odian a España y se dedican a insultar a los turistas. Es el colmo.

Hay que recordar que estos ultras de izquierda son los mismos que quieren que los atentados sirvan no para perseguir al radicalismo islamista, sino a lo que ellos llaman “islamofobia”, un cajón de sastre en el que meten a todo aquel que se atreve a recordar lo que a estas alturas ya es más que evidente: que estos atentados no los ha hecho una organización capitalista, como quiere hacernos cree la CUP, sino una banda terrorista islamista que coincide con la ultraizquierda en la cristianofobia, el antioccidentalismo, el anticapitalismo y el antiliberalismo de sus discursos.

Pero hay que decir que la CUP no está sola en esa campaña xenófoba contra el turismo. Por poner un ejemplo, anoche el diputado de ERC Gabriel Rufián publicaba este comentario en su cuenta de Twitter:



¿Conoce Rufián a muchos regatistas que hayan cometido atentados en España? ¿O sólo pretendía demostrar en una línea que a necio no hay quien le gane? Lo más cabreante de impresentables como éste -que cobra un sueldo público que estamos pagando todos los españoles-, es que no han pasado ni cuatro días del atentado en el que fueron asesinados varios turistas extranjeros, y el separatismo ya vuelve a las andadas con su turismofobia, una forma selectiva de xenofobia en la que el odio sí que vale porque lo dirigen contra quienes entran legalmente en un país para pasar unos días de asueto, creando riqueza en el sector servicios, sin imponernos sus costumbres ni obligarnos a respetar los rigurosos dictados de la ley islámica.
Tiranos que esclavizan a países enteros

Y es que a la ultraizquierda no le gustan los turistas precisamente porque generan riqueza y prosperidad, y no el entorno ideal para que los charlatanes populistas vendan sus patrañas a gente desesperada por el hambre y la miseria.

Basta con ver la situación social y económica de países como Cuba y Venezuela para entender lo que la ultraizquierda considera su sociedad ideal… A los turistas no pueden usarles como excusa para minar las raíces culturales judeocristianas de Occidente, usando el llamado “multiculturalismo” como excusa.

Un multiculturalismo que sostiene la mentira de que todas las culturas son iguales y ninguna es mejor que otra, pero eso sí, siempre dejando claro que Occidente, el Cristianismo y España son lo peor y que tenemos que pedir constantemente perdón por lo que somos, por nuestras costumbres, por nuestra cultura y por nuestra historia. Ya está bien.

Si alguien tiene que pedir perdón es la ultraizquierda, por sostener ideologías y apoyar a tiranos que arruinan y esclavizan a países enteros, y el separatismo, por convertir Cataluña en el mayor foco de radicalismo islámico de Europa.

Artículo original publicado por Elentir en su blog Contando Estrelas.