14-10-2011
Jesús:
Camináis por sendas equivocadas, en mi Iglesia.
No habéis descubierto todavía cuál es la grandeza de la castidad en la vocación al
matrimonio, a la que habéis sido llamados. A menudo, “expertos” en el tema, os
confunden. Os dan cursos y más cursos y consejos y más consejos, llenos, como
ellos lo están, de concupiscencia.
Ha habido matrimonios castos en mi Iglesia. A éstos se les nota en la cara.
¿Dices que la falta de castidad se trasluce al exterior?
Sí. Con una persona casta, el hombre589 está a gusto. Son esas personas alegres, sin
estridencias, que reflejan y transmiten la paz. Ésos son los que os tienen que hablar
de las bondades del matrimonio. Y no otros.
¡Os insto! hijos, os insto a abandonar las cátedras desde donde predicáis mentiras y
podredumbre de vida. Os habéis instalado en ellas y hacéis caminar a mi pueblo por
los caminos de perdición.
Predicáis que Dios, quiso el deseo, lleno de concupiscencia, para la relación entre
los esposos. ¡Eso no es cierto!
“El sexo fue querido por Dios”590. No fue así. El sexo no fue querido por Dios.
¡Buenooo! Esto es una bomba. Ahora sí que me van a lapidar.
En una sociedad sexualizada, decir esto casi es como negar la condición del
hombre.
Para algunos, sexo es igual a hombre591
.
Decir hombre, es decir sexo.
Sin el sexo no tiene sentido la vida de muchos. Y sin embargo, en el principio, no
fue así.592 En el principio no existían las relaciones sexuales.
Aprended y meditad qué quería decir: “Y se unirá a su mujer, y serán los dos una
sola carne.”593 “Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne.”594 Es mi
complemento. Es otra yo. Soy yo en ella y ella en mí.
No había unión en la carne y unión en las almas, sino todo en uno. Y sin embargo,
con dos espíritus diferentes. Capaces de decir Sí o No a Dios de manera separada.
Que se ayudaron e impulsaron a caer, se dañaron mutuamente y mutuamente se
odiaron.
En esto consistió la caída.
Pero Yo os liberé. Vine a rescataros.
Fueron condenados a generar como los animales, para siempre. Pero en el
principio, no fue así.
Dios redimió esa condición de su naturaleza caída. Pero no se podía restaurar a la
forma primigenia.
Ellos rompieron su Alianza. Voluntariamente. Y en esto595, no hubo vuelta a atrás.
Sí lo hubo en su separación de Dios, gracias a su arrepentimiento.
Pero el Cielo
permaneció cerrado hasta Jesucristo.
Meditad en esto, vosotros, que tenéis tanta ansiedad con respecto a las promesas.
Meditad el tiempo que estuvieron Adán y Eva, Abraham… en el seno de los Justos
esperando la Resurrección (de Jesús).
Dime, si a muchos les quitas el impulso sexual de su amor, qué queda. Para
muchos, fuera de eso, no hay nada entre el hombre y la mujer. Mirad sus caras de
tristeza, desamor y desengaño. ¿Son acaso felices? No lo son. Porque ésa no es la
verdad sobre el hombre.
También es falso que sólo se puede vivir el sexo en el matrimonio a base de
insatisfacción. No os satisface, porque no es por ahí por donde va la plenitud
humana.
¿Qué matrimonios, Jesús, lo harán bien?
Jesús: tú no debes permitir que, por más tiempo, llevemos a los jóvenes
cristianos a una mentira sobre el matrimonio.
No. No lo voy a permitir por más. Para eso estás tú. Para eso te he enviado a ti.
Si lo sé, no hablo.
Pero estás aquí. Y estás apuntando. Sigue, amada.
(Entiendo cómo era. Jesús me hace compararlo. Veo cómo es la generación
ahora. Es una especie de convulsión, en la que cuesta trabajo liberar la
semilla de la vida y en la que, en un aspecto u otro, también se sufre. Y veo el
abrazo castísimo de Adán y Eva antes del pecado. Suave. Envolvente. Físico y
psíquico. Unión total. Sin apartados. Sin divergencias en cómo es el hombre y
cómo es la mujer. En sexualidad se estudia su comportamiento diferente, a la
hora de llegar a la plenitud en el acto sexual. Pero esto no fue así en el
principio. Es una unión armónica. En la que lo masculino se comunica a lo
femenino y lo femenino a lo masculino en Dios. En su Espíritu Santo. El Amor
de la Trinidad es comunicado a los cónyuges. Y en él, se genera el hijo. “Lo
que habita en ti, viene del Espíritu Santo”.596 Algo así como la concepción
virginal de María. Pero de la unión entre un hombre y una mujer. No entre la
Virgen y Dios).
Bueno, Jesús. Pero ahora generamos diferente. ¿Cómo hacerlo bien? Cada uno debéis ver en el otro a un amigo. Si uno de los dos falla, esto ya no se
puede dar. Si uno de los dos desea con deseos concupiscentes al otro, ya no puede tener lugar
un matrimonio casto. Si no logra meter al cónyuge en su rueda, será un calvario de
sinsabores, uno detrás de otro. Si los dos buscan la concupiscencia, será una
relación de dominio tras dominio, hasta que el inicial amor muere, para convertirse
en odio y persecución. En procurarse mal tras mal. Y en la época postrera, donde
no queda nada de sexual en su vida: asco del amor, hastío y desesperación de la
vida en general. Imposibilidad de acercarse con verdad a Dios.
Ellos se imposibilitan de la amistad con su Creador. Difícilmente Dios los logra
sacar de ahí. Su vida, muy difícilmente puede volverse a Él. Han acallado todas sus
fuentes. Se han ahogado en la concupiscencia. Ahogaron su fe y su amor. Su
espíritu y su alma.
Jesús, ¡Jesús!, ¿por qué los hombres, cuando prueban todas estas mentiras,
por qué eso no les hace volverse inmediatamente a Ti? ¿Qué les ciega?
Les ciega su pasión. El querer más y más placer y siempre más. Y les ciegan los
falsos doctores que, bajo capa de sabiduría, a sus preguntas, les guían por el camino
del mal. A esos doctores, les seduce Satanás, para condenar a su pueblo.
Jesús, cuando estoy rezando, me parece cosa de locos el mundo, y cuando
estoy en el mundo, me parece cosa de locos esto.
La Cruz es locura para el mundo, y el mundo locura para la Cruz.597
¡Pues retírame de aquí!
¡No! Porque Yo he querido comunicarme a ti, y no a una Carmelita de Clausura. Si
a una Carmelita de Clausura le hubiera dicho esto, todos pensarían: “claro, porque
ella renunció al mundo. Por eso lo pone así.”
Pero te he elegido a ti, que estás en el mundo sin ser del mundo.598 Para que todos
crean.
No eres monja, ni tienes trazas. Pasas por las vicisitudes de todas las seglares de tu
condición.
Y sin embargo: tratas cosas de Amor con el Amado. El Amado te lleva
por los Caminos amplios y luminosos de la Salvación. Para que lleves a otros.
Llamada al matrimonio y a la vocación maternal: habiendo sufrido “los dolores del
parto”, penalidades económicas y penalidades psicológicas. Y llamada a superarlas
todas en la santidad de tu vocación. Como cualquier cristiano. Y es que quiero que
vean y entiendan por tu medio, ¡que Yo les llamo a cualquier cristiano a todo esto!
¡Que esto no es sólo y no corresponde sólo a una vocación consagrada, sino que
esto es para todos los mortales! Porque a todos os ha llamado Dios a uniros a Él. Y
a todos en grado excelso, porque en grado excelso os ama.
El hombre, en su condición de naturaleza caída, tiende a ver a la mujer como un
objeto. Alguien de quien aprovecharse. Y a esta inclinación de su naturaleza, no le favorece en nada la erotización de la
sociedad, donde se presenta a la mujer como alguien de quien aprovecharse para su propio beneficio, sin tener en cuenta su condición de persona, única e irrepetible
ante Dios, su dignidad de mujer y su misión de “regalo”.
Un regalo al que hay que cuidad y respetar, proteger y hacerle portador de la nueva
vida que viene de ambos.
Un padre como figura-autoridad en el hogar. Una referencia moral y personal. Un
líder al que seguir. Alguien de quién aprender.
El hombre, olvida todo esto en cuanto “usa” a su regalo. La mujer debéis de
impedírselo. Debéis enseñarle.
Parece que la mujer tiene más dominado esto.
Y así es.
¿Por qué?
Porque la mujer es “una ayuda para el hombre”.599 Siguió conservando su
condición de “ayudadora”, y Dios se la acopló a su nueva condición humana.
Ayudaría al hombre a ir hacia Dios, así. Ayudándole a liberarse de su
concupiscencia.
Me imagino, Jesús, que estos matrimonios castos, vivieron la castidad en sus
relaciones de manera muy bonita.
Sí: y se amaron y respetaron.
¡Oh…! aprendiéramos de ellos! Dónde están. Cómo nos hablarían. Qué nos
enseñarían.
Los hay: Beltrame-Quattrocchi,600 los padres de Santa Teresita,601 Fabiola y
Balduino… Leedlos.
Oh, ¡qué bonito, Jesús!
¿Es posible el amor casto?
Sí lo es. En eso, deberíais imitar a Adán y Eva.
(Incluso después de la caída, cuando se arrepintieron)
Qué falsamente los pintáis, llenos de concupiscencia. En adelante, su vida no tuvo
nada que ver con la caída. Deberíais aprender de ellos.
La humanidad podría estar ahora mismo renovada. Sin embargo, qué bajo habéis
caído y seguís cayendo.
La Gracia del Bautismo os da todo el bien que necesitáis para vencer al mal en
vosotros mismos. Sin embargo, elegís el camino del mal, y no del bien.
589 Hombre y mujer.
590 Esto se enseña.
591 Hombre = persona humana. Hombre y mujer.
592 Cfr. Mt 19,8.
593 Cfr. Gn 2,24.
594 Cfr. Gn 2,23.
595 Sexualidad.
596 Cfr. Lc 1,35.
597 Cfr. I Co 1,18.
598 Cfr. Jn 15,19.
599 Cfr. Gn 2,18.
600 El matrimonio María Corsini y Luigi Beltrame Quattrocchi fueron beatificados
por Juan Pablo II el 21 de octubre de 2001.
601 Louis Martin y Zélie Guerin, padres de Santa Teresita del Niño Jesús, fueron
beatificados el 19 de octubre de 2008.
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