¿Qué contiene?
Dios guarda en su memoria a cada uno de sus siervos leales. Parece ser que el primer nombre que “anotó” en el libro de la vida fue el del fiel Abel. Pero estar en el Libro de la Vida no significa que lo estaremos en el futuro. En una ocasión en la que ciertos israelitas desobedecieron a Dios, él dijo: “Al que haya pecado contra mí, lo borraré de mi libro” (Éx. 32, 33). “En cambio, a todo el que permanezca fiel, no se le borrará del ‘rollo de la vida’” (Ap. 20, 12).
Muchos quienes tuvieron experiencias cercanas a la muerte, que fueron al Cielo y volvieron, informan que han visto pasar su vida en una pantalla, sus pecados y gracias; esto parecería ser parte del contenido del “Libro de la Vida” de que hablan las escrituras.
EL CONTENIDO DEL LIBRO DE LA VIDA
Con frecuencia en la Sagrada Escritura se habla del Libro de la Vida, en el queestarían escritos los nombres de los salvados y no los de los condenados.
Cuando los 72 discípulos regresaron de la misión que Jesús les encomendó, llegaron felices porque los demonios se les sometían. Y Cristo les respondió:
“No se alegren porque someten a los demonios; alégrense más bien porque sus nombres están escritos en el Cielo” (Lc. 10 , 20).
“El que venza vestirá de blanco. Nunca borraré su nombre del Libro de la Vida; más bien lo proclamaré delante de mi Padre y de sus Angeles” (Ap. 3, 5).
“Y todos la adoraron (a la Bestia), todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no se halla escrito, desde el principio del mundo, en el Libro de Vida del Cordero sacrificado” (Ap. 13, 8).
“La bestia que has visto era y no es; va a subir del abismo, pero marcha a su perdición. Y los habitantes de la tierra cuyo nombre no está escrito en el Libro de la Vida, desde la creación del mundo, quedarán asombrados al ver que la bestia era, no es y desaparecerá pronto” (Ap. 17, 8).
“Todos los que no se hallaron escritos en el Libro de la Vida fueron arrojados al lago de fuego” (Ap. 20, 15).
“En la Jerusalén Celestial no entrará nada manchado. No, no entrarán los que cometen maldad y mentira, sino solamente los que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero” (Ap. 21, 27).
“… Clemente y mis otros colaboradores, cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida” (Flp. 4, 3).
¿QUÉ SIGNIFICA ESTA MISTERIOSA EXPRESIÓN DE ESTAR ESCRITO EN EL CIELO O EN EL LIBRO DE LA VIDA?
En realidad, el Libro de la Vida coincide con la divina predestinación, tal como pre-existe eternamente en el conocimiento de Dios.
Dios conoce con exactitud y sin equivocarse cuántos y cuáles son los seres humanos que se salvarán y quiénes se condenarán. Como hemos dicho, no por este conocimiento se condenan los que se condenan, sino porque así lo quisieron libremente.
Los nombres de los salvados quedan, por así decirlo, como impresos en el conocimiento divino. Ese conocimiento de Dios por el que firmemente conoce quiénes se salvarán se llama Libro de la Vida.
ALGUIEN QUE VIO EL LIBRO DE LA VIDA
Su nombre estaba escrito en “libros de la vida”, aseguró un hombre que tuvo una experiencia cercana a la muerte, y ellos contienen todo lo que una persona ha hecho y dicho (aunque, por supuesto, la confesión lava los pecados).
El testimonio que resumimos aquí es similar al que han experimentado otras personas que han vuelto.
Esta información se obtiene a partir del testimonio de un predicador cristiano llamado Richard Sigmund, quien escribió dos libros sobre su supuesta experiencia, Un lugar llamado Cielo y Mi tiempo en el cielo, que recibió muy buenas críticas, aunque debe entenderse que es denominacional (no católico) y que Sigmund, que murió en 2010, creía en el “rapto”.
Una vez más: tome lo que puede ser bueno y deje el resto.
Lo estamos publicando porque sus descripciones son asombrosamente detalladas.
Sigmund, natural de Iowa, fue dado por muerto durante ocho horas(después de un brutal accidente de coche el 17 de octubre de 1974). Alegó que durante ese período de inconsciencia se encontró con la revisión de la vida por medio de los ángeles.
Es un escenario muy similar a otros que durante tales experiencias vieron sus vidas como si fuera una “película” o un holograma, reviviendo cada momento. Esto es lo que algunos podrían llamar “juicio”.
“Me fue dado el entendimiento de que cuando nos arrepentimos, todo lo que se hizo mal o de naturaleza pecaminosa, es borrado de los libros de la eternidad“, ha aseverado.
Eso es correcto: ” libros” en plural, hay una serie de libros acerca de cada persona, los más importantes de todos: Hechos. Pensamientos. ¿Somos los mismos en el interior que lo que proyectamos hacia el exterior?
La muerte del “yo” es importante para Dios, fue informado a Sigmund – una lección crucial en esta época de materialismo, orgullo y de la generación del mí.
“El da el gran premio a alguien que es absolutamente veraz, honesto totalmente, que reza antes de hacer cualquier decisión y se asegura de que todas sus decisiones son lo que Dios quiere que él haga”, aprendió Sigmund.
Los libros de la vida se encontraban en un enorme edificio con estanterías interminables, arcos amplios y libros de cinco metros de altura. Los nombres de los creyentes se inscriben en oro.
“Un ángel sacaba un libro con la mano izquierda y abre las gruesas páginas”, dijo Sigmund, quien más tarde llegó a ser conocido como un ministro ungido que clamaba hacer curaciones milagrosas.
”En cada página hay algo así como una pantalla de vídeo, excepto que las imágenes son tridimensionales. Las imágenes contienen la historia de la vida. Y los libros fueron escritos – la imagen creada – antes de nuestro tiempo.”
“Dios puede ir hacia adelante o hacia atrás en el tiempo. Él creó el tiempo, Él lo inventó. Dios establece nuestro mañana a causa de nuestras oraciones y a la búsqueda de Dios hoy”.
“Invariablemente, cuando estamos orando por el mañana, lo que va a pasar debajo de la línea, es porque Dios tiene una bendición para nosotros y el demonio quiere estropearlo o hacernos tropezar. Cuando nos ponemos en oración, Dios nos permite entrar en nuestro mañana y tenderle una trampa al diablo, para asegurarnos de que nuestras bendiciones están ahí, justo a tiempo. Esto es algo que me fue dicho por el Señor, cuando yo estaba en el cielo.”
“Me dijeron que todos nuestros mañanas son ayeres de Dios.”
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