MENSAJE DE CRISTO JESÚS

Amado hijo mío,
Hoy quiero deciros a ti para que llevéis este mensaje a todos mis amados hijos e hijas del mundo que tenéis que prestar atención a partir de este mismo instante a todo lo que os iremos diciendo, a cada una de nuestras palabras, a cada señal que veréis en el Cielo, hasta el murmullo del viento cuando acaricie vuestro rostro porque en todo ello habrán mensajes de amor y de entrega a cada uno de vosotros, en cada uno de ellos estaremos presentes para que comprendáis que el mundo tiene que cambiar y vosotros sois los únicos que podéis hacer que cambie y que volváis al comienzo a través del sendero de la luz y del amor de vuestros corazones. Pero, quiero que comprendáis que no son ni serán los libros ni aquellos hombres y mujeres que con piel de cordero os hablen tratando de cambiar vuestros pensamientos a través de inmensos discursos ni alegatos lo que os ha de salvar a cada uno de mis amados pequeños. Será, hijos amados, la fe, la oración, la confesión pura, dejando limpios vuestros corazones y vuestras almas de todo pecado; el amor y la dedicación por todos aquellos que sufren y padecen la incomprensión, como también estar presentes en todo lugar que os necesiten a cambio de nada, porque, vosotros, amados hijos míos, estáis para servir y no para ser servidos, recordadlo siempre, y nunca jamás olvidéis las obras que deberéis llevar adelante para el bien de LA GRAN NACIÓN DE CRISTO JESÚS. Haced hasta lo imposible, amado hijo mío, para que lo comprendan y lo pongan en práctica ya. Junto a cada uno de vuestros Pastores tenéis que mostrar que mi Iglesia, que la Iglesia de mi Madre, está viva y está de pie y que no permitirá que nadie la injurie, ni a ella ni a nuestros amados hijos e hijas. Debéis entenderlo ya, no podéis dejar pasar ya más tiempo, porque el tiempo se acorta y la noche descenderá, y no quiero que una sola alma se pierda en la inmensa oscuridad, cuando salga el sol en toda su intensidad, quiero veros a todos unidos como hermanos y caminando rumbo al gran encuentro con un corazón lleno de amor, misericordia y paz.

Os ruego que sigáis tras los pasos de quien se encuentra todos los días llevando adelante una inmensa lucha contra aquellos que se encuentran en las filas del ángel desterrado, con aquel que nada teme porque el Espíritu Santo está sobre él y cada palabra que os entrega está sellada por el amor y la paz para todos los continentes, y es quien se encuentra en el Sillón de Pedro, mi amado hijo Francisco. Yo os pido que prestéis mucha atención a cada palabra y que lo imitéis a él en la humildad, el amor, la paz, la misericordia y la justicia que él os enseña a todo el rebaño y a vosotros, los Pastores, a guiaros rumbo a mi encuentro con todos vosotros y a través mío con el Espíritu Santo y mi amado Padre.
Recordad siempre, hijos míos, que vale cada una de las donaciones que llevéis adelante, vale la Oración de Corazón, vale la Penitencia, vale la Santa Eucaristía, vale acompañar a vuestro Señor, vuestro DIOS, vuestro Hermano Mayor, vuestro Ejemplo, Guía y Amigo Fiel. Eso vale, hijo, pero no lo estáis haciendo como deberíais hacerlo. Y muchas veces os pregunto, dónde están vuestras obras, o cuando seáis llamados vendréis ante mí, amados hijos, con vuestras manos totalmente vacías. Si vosotros pudierais comprender el inmenso dolor que siento en mi Corazón, pero, amados hijos, estoy seguro que no lo podéis ni siquiera imaginar. Por ello, os convoco a que no penséis en vosotros sino en vuestros hermanos y hermanas, en todos ellos, en los que sufren y padecen, tenéis que estar al lado de cada uno de ellos, os lo ruego, cuidad vuestras almas y cuidad del rebaño, tenéis todos que esforzaros porque sin daros cuenta perdisteis mucho tiempo, amados hijos. POR ELLO, OS PIDO DESDE MI INMACULADO CORAZÓN QUE ESCUCHÉIS Y HAGÁIS CASO A MI SANTÍSIMA MADRE CUANDO OS HABLA Y OS PIDE QUE LUCHÉIS CON LA VERDAD, QUE VOLVÁIS AL COMIENZO, QUE OS ALEJÉIS DEL PECADO Y LLEVÉIS UNA PROFUNDA CONFESIÓN DESDE LO MÁS PROFUNDO DE VUESTROS CORAZONES. VOLVED A CAMINAR POR EL SENDERO QUE OS DEJÉ MARCADO Y VOLVED A REZAR LA ORACIÓN QUE OS DEJÉ. VOLVED A LA UNIDAD Y AL ENCUENTRO. VIVID LIBRES COMO OS DIGO, SED LIBRES CRIATURAS DE LA CREACIÓN, PERO, SIENDO JUSTAS Y ESTANDO UNIDAS AL AMOR DE VUESTRO PADRE, DE MI AMOR, BAJO EL ESPÍRITU SANTO Y EL AMOR DE MI AMADA MADRE. OS LLAMO A LA UNIDAD DE TODOS VOSOTROS, AMADOS HIJOS MÍOS.
Amén.


CRISTO JESÚS



15/09/2014                    18:10 Horas

DOCK SUD - CIUDAD DE AVELLANEDA - PROVINCIA DE BUENOS AIRES - REPÚBLICA ARGENTINA

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JOSÉ LUIS BELMONTE