En Medjugorje, los videntes afirman que la Virgen les dijo, mientras corría el año 1984, que el día del Bimilenario de su nacimiento era el 5 de agosto.
El 5 de Agosto de 1984 la Santísima Virgen cumplió 2000 años
Gospa con RosarioEn aquella ocasión, durante los 3 días previos a la festividad de su cumpleaños 2000, hubo en Medjugorje ayuno y oración continua. Setenta sacerdotes confesaron ininterrumpidamente y una gran cantidad de personas iniciaron su conversión.
“Nunca antes en mi vida lloré por causa del dolor como esta tarde he llorado de alegría. ¡Gracias!” Ese fue el mensaje de la Reina de la Paz de aquel 5 de Agosto de 1984. Anticipando la fecha, la Santísima Virgen había dicho: “Los sacerdotes que confiesen ese día (por el 5 de Agosto) experimentarán una gran alegría”.
Los videntes dijeron que la Virgen estaba muy contenta durante aquellos tres días de ayuno y de oración continua que habían precedido la celebración y repitió: “¡Estoy muy feliz! Continúen, continúen. Continúen orando y ayunando. Continúen y háganme feliz cada día”. Los sacerdotes que estuvieron confesando dirían después que nunca en sus vidas habían experimentado una alegría tan grande en sus corazones.
¡Feliz cumpleaños Madre querida! Te encomendamos nuestras intenciones y te pedimos por la paz en nuestros corazones y en el mundo entero.

Oración para sanar mi relación con María
María, madre mía del cielo, quisiera confiar completamente en tu cariño y en tu compañía. Pero hay muchas cosas dentro de mí que no me dejan amarte con profundidad.
A veces siento que no vale la pena dedicarte mi tiempo o depositar mi confianza en tus brazos de madre.
Otras veces hay dentro de mí una resistencia a tu amor, como si le tuviera miedo a tu ternura, como si pudieras absorberme o asfixiarme.
Y otras veces me quedo confundido ante una imagen tuya, como si fueras fría o distante.
Ayúdame a sanar esa desconfianza y esa frialdad.
Quizás alguna vez no pude descubrirte a mi lado cuando más necesitaba tu ayuda, no recibí lo que te pedí, y entonces cerré mi corazón herido.
Por eso te ruego María, que me ayudes a sanar cada vez más esta relación contigo.
Es bello poder confiar en una madre, hablar de nuestro cariño, y recibir su amor materno que fortalece y anima.
Pero hay dentro de mí algunas perturbaciones afectivas que yo no puedo sanar.
Ayúdame Madre, intercede ante el Espíritu Santo, que llena tu corazón inmaculado. Pídele que sane esa falsa imagen que tengo de ti y que me haga reconocer tu verdadero rostro de madre, pura belleza, vida, paz y alegría.
Muéstrame que en tu amor no hay egoísmo, posesividad, debilidades ni peligros. Ayúdame a experimentar ese amor que me deja libre, que me alienta, que me sostiene, que me hace descansar.
Pídele al Espíritu Santo que toque mi interior y lo sane, porque quizás hay cosas que curar en la relación con mi madre de la tierra, porque mi trato con ella no fue siempre feliz y lleno de confianza. Y ahora traslado a mi relación contigo esas carencias de mi experiencia como hijo.
Pero, aunque a veces escapo de ti, yo sé que te necesito, que necesito reposar un poco en tu regazo, que me hace falta tu ternura inmensa de mujer.
Tómame con tu paciencia y tu delicadeza de madre y atráeme con dulzura, para que pueda experimentar tu ayuda cuando más te necesite.
Engéndrame, fórmame de nuevo en tu seno por el poder del Espíritu Santo. Déjame desarrollarme en tu interior y dame a luz.
Quiero nacer de ti con alegría y comenzar de nuevo, para tomar conciencia de tu preciosa maternidad y vivir con más fortaleza y confianza.
Tómame en tus brazos, y enséñame a liberarme de todas mis resistencias.
Gracias, Madre, porque siempre me estás esperando.
Amén


pildorasdefe.net