Como ha apuntado Fernando Díaz Villanueva, el lunes la CUP mostraba dos fotos de miembros de su organización ayudando a tapar las pintadas en la mezquita, afirmando: “condenamos cualquier muestra de fascismo”. El ataque a la mezquita es sin duda condenable, pero la actitud de la CUP sólo puede calificarse como una colosal muestra de hipocresía. Y es que uno de los grupos que forman la CUP es Arran, un grupo juventil independentista de extrema izquierda que ha protagonizado actos violentos y vandálicos en diversos lugares.

Como muestra de ello, en noviembre de 2013 Arran atacó la parroquia católica de Sant Ot, en Barcelona, llenando de pintura violeta su fichada y haciendo una pintada firmada por el grupo, que incluso presumió del ataque en su web, mostrando un vídeo del cobarde ataque, hecho en plena noche.
Foto publicada por Arran de su ataque a la paroquia de Sant Ot, en Barcelona, en noviembre de 2013.

Unos meses más tarde, en marzo de 2014, Arran atacó una iglesia evangélica en Torredembarra (Tarragona), lanzando pintura de color lila contra los dos primeros pisos de la fachada, por el simple hecho de que las iglesias evangélicas defienden el derecho a la vida desde la concepción, mientras que Arran sostiene que matar a los hijos por nacer es un “derecho”. Una vez más, lejos de esconderse Arran reivindicó el ataque en su web.
La Iglesia Cristiana Bíblica Baptista de Torredembarra (Tarragona), tras el ataque de Arran contra este templo evangélico (Foto: Protestante Digital)

En noviembre de 2015 la organización ultraizquierdista volvió a hacer gala de su cristianofobia, haciendo una pintada firmada por Arran en Premiá del Mar (Barcelona) con el texto “La única iglesia que ilumina es la que arde”, escrito en catalán (se ve en la foto que encabeza esta entrada). Una vez más, Arran reivindicó la autoría de la pintada cristianófoba en su página local de Facebook, e incluso la justificó frente a las numerosas críticas que provocó.
Pintadas de Arran en las paredes de la Colegiata de Manresa, un templo gótico declarado monumento histórico (Foto: NacioDigital.cat)

En septiembre de 2016 la organización de extrema izquierda volvió a la carga, esta vez atacando con pintadas abortistas la Colegiata Basílica de Santa María de la Aurora en Manresa (Barcelona), sin importarle lo más mínimo que se trate de un edificio gótico y declarado monumento histórico, un patrimonio artístico que merece especial protección.

Que estos cristianófobos vengan ahora a clamar contra la islamofobia y a presumir de defensores del “amor” ya es el colmo. Una organización que reivindica abiertamente delitos ataques como los citados contra los cristianos de varias confesiones e incluso delitos contra el patrimonio debería ser ilegalizada de inmediato.

*Este artículo ha sido publicado originalmente en el blog de Elentir Contando Estrelas.