CONTRADICEN EL DOGMA DEFINIDO POR EL CONCILIO DE TRENTO
Card. Brandmüller: quienes defienden que los divorciados se pueden volver a casar están excomulgados
El cardenal Walter Brandmüller, firmante de las dubia al Papa sobre Amoris Laetitia, ha concedido una entrevista al periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung en la que recuerda que quien afirma que un divorciado se puede volver a casar por lo civil es un hereje.
(InfoCatólica) El cardenal alemán es claro:
«Aquel que afirma que uno puede entrar en una nueva relación mientras su propia esposa legítima aún está viva es excomulgado porque esta es una enseñanza errónea, una herejía. Quien hace tal afirmación está excomulgado. Y el que simplemente lo practica [el adulterio] está pecando gravemente. Y a eso se añade que quien sea consciente de un pecado grave solo puede ir a la Comunión si previamente ha hecho penitencia, ha confesado sus pecados y ha sido absuelto. De hecho, si alguien piensa que puede contradecir el dogma definido por un Concilio General [el Concilio de Trento], eso es bastante violento. Exactamente eso es lo que uno llama herejía, y eso significa exclusión de la Iglesia, porque uno ha dejado la base común de la fe».
Preguntado acerca de las tesis del teólogo progresista alemán Magnus Striet, que recientemente afirmó que el documento papal Amoris Laetitia efectivamente cambia las enseñanzas de la Iglesia, y no, como algunos afirman, simplemente las profundiza, el cardenal confirma esta opinión y línea de argumentación, diciendo:
Por supuesto, tiene razón. De hecho, todavía hay personas que piensan. Tengo la gran preocupación de que algo vaya a explotar. La gente no es estúpida. Solo el hecho de que una solicitud de aclaración dirigida al Papa, con 870,000 firmas, [y también] que 50 eruditos con reputación internacional hayan permanecido sin respuesta, plantea ciertamente algunas preguntas. Eso es realmente difícil de entender.
Ante la petición de que indique qué es lo más importante de la consulta (dubia) hecha al Papa, el purpurado responde:
«En pocas palabras, se trata de la pregunta: ¿puede hoy ser bueno algo que ha sido un pecado ayer? Además, se plantea la cuestión de si hay verdaderamente -como dice la enseñanza continua de la Iglesia- actos que son siempre y en todas las circunstancias moralmente reprensibles. Como en el caso del asesinato de una persona inocente, o también el adulterio, por ejemplo. A eso es donde vamos. Si la primera pregunta ahora se responde con «sí» y la segunda pregunta con un «no», entonces esto sería una herejía y, por consiguiente, un cisma. La división de la iglesia».
Preguntado si un cisma es realmente imaginable o probable, el cardenal alemán respondió: «Que Dios lo impida».
Con información de 1P5
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