Las Iglesias y los sacerdotes y misioneros cristianos que se desempeñan en los altiplanos del Wa, en el Estado oriental de San (en Birmania), están siendo víctimas de la represión del mayor ejército rebelde de Myanmar, el United Wa State Army (UWSA). La milicia es el brazo armado del  United Wa State Party (UWSP), una formación política al frente del gobierno del auto-proclamado Estado de Wa, que hace alarde de sus históricos lazos con Beijing, informa Asia News.
El 6 de septiembre pasado, el UWSA publicó una declaración conteniendo seis puntos, en la cual ordena a su personal administrativo y militar “averiguar qué están haciendo los misioneros [cristianos] y cuáles son sus intenciones”. Escrito en idioma chino, el documento promete castigar a cualquiera que lleve adelante actividades misioneras; prohíbe la construcción de nuevas iglesias cristianas y exige que los sacerdotes y trabajadores de las que ya existen sean necesariamente habitantes locales, y no extranjeros.
Por otro lado, según AsiaTimes, en dicha nota se prohíbe la enseñanza religiosa en las escuelas de los altiplanos Wa. Además, los funcionarios del UWSP ya no podrán participar de ninguna “organización religiosa”. En el documento aparece el término chino jidujiao, palabra con la cual se hace referencia a protestantes y cristianos evangélicos, y no así tianzhujiao, término usado para señalar a los católicos. No es casual, según los analistas, que el comunicado del UWSA se difunda seis meses después del arresto del pastor John Cao en China. Se trata de un conocido pastor chino de la Iglesia protestante subterránea que reside en los Estados Unidos. Arrestado por cruzar ilegalmente la frontera entre China y Myanmar, en junio pasado él fue condenado a siete años de prisión por delitos vinculados a la inmigración.
El Gobierno comunista chino auemnta las redadas en edificios de iglesias y la incautación de propiedades
 
En la misma línea, el Gobierno comunista chino ha aumentado las medidas para suprimir las creencias y prácticas religiosas. Las nuevas regulaciones, publicadas en el sitio web de información legal del gobierno el pasado 10 de septiembre, hacen ilegal que los servicios religiosos, la oración o la predicación se transmitan por internet, recoge Infocatólica de Catholic Herald.
Bajo las nuevas "Medidas para la gestión de información religiosa en Internet", aquellos grupos o iglesias que deseen mantener un sitio web religioso necesitarán una licencia emitida por el gobierno que certifique que su contenido es políticamente aceptable. La evangelización en línea está estrictamente prohibida, al igual que los materiales destinados a convertir a los lectores. Los recursos catequéticos o instructivos no pueden publicarse abiertamente en línea y deben restringirse a las redes internas a las que se accede con nombres de usuario y contraseñas registrados.
La prohibición representa el último desarrollo en la política de sinicización del presidente Xi Jinping, que coloca la identidad nacional y la creencia política comunista sobre la fe religiosa. Al mismo tiempo que se publicaron las nuevas reglas, surgieron informes de más iglesias cerradas en varias provincias.
Según China Aid, una organización estadounidense que apoya a los cristianos perseguidos, la primera semana de septiembre los funcionarios del gobierno en la provincia de Henan lanzaron una ola de "medidas en aumento" contra los cristianos locales. Estos han incluido la eliminación y destrucción de cruces de individuos y familias, redadas en edificios de iglesias y la incautación de propiedades.
Otros informes incluyen relatos de Biblias que fueron quemadas y de cristianos obligados a firmar declaraciones renunciando a su fe.
La escalada reciente es parte de un patrón de cierres de iglesias y demoliciones en China después de grandes cambios en la política religiosa del gobierno en febrero de 2018. Esos cambios, que establecieron las restricciones a los lugares de culto y prohibieron a los niños asistir a servicios religiosos, también colocó  a la Asociación Católica Patriótica China autorizada por el estado bajo la supervisión directa del Partido Comunista.
Níger: un misionero secuestrado por presuntos yihadistas
 
Y en Níger, esta semana tenía lugar el secuestro del padre Pierluigi Maccalli, de la Sociedad de las Misiones Africanas (SMA). Así lo ha comunicado a Fides el padre Mauro Armanino, misionero en Niamey. “Desde hace algunos meses, el área ha estado en estado de emergencia debido a la presencia de terroristas (yihadistas) de Mali y Burkina Faso”, añade el p. Armanino. Aún no se ha pedido rescate por el misionero. 
Padre Maccalli, originario de la diócesis de Crema, ha sido misionero en Costa de Marfil durante muchos años, y actualmente servía en la parroquia Bomoanga, diócesis de Niamey. Durante mucho tiempo ha unido la evangelización y la promoción humana: escuelas, dispensarios y capacitación para jóvenes agricultores. Atento a las cuestiones relacionadas con las culturas locales, organizó reuniones para abordar cuestiones y contrastar prácticas relacionadas con las culturas tradicionales, incluida la circuncisión y la mutilación genital femenina, que atrajeron cierta hostilidad. Podría ser este –según fuentes locales– uno de los motivos del secuestro, que ha tenido lugar una semana después de su regreso de un período de descanso en Italia.
La Iglesia católica en Níger apoya firmemente a través de obras sociales para hacer crecer el reino de Dios y que es la razón por la Misión Bomoanga tiene un compromiso con el programa de promoción humana y el desarrollo a través de sus “células básicas” llamadas CDS (Comité de Solidarité et Developpement). La pobreza es estructural, los problemas de salud e higiene son enormes, el analfabetismo generalizado, falta el agua e instalaciones educativas. La falta de caminos y otros medios de comunicación, incluso el teléfono, hacen que el área quede aislada y olvidada.