Las apariciones de Medjugorje han ido acompañadas de una serie de fenómenos que la misma Virgen describe como señales que han de confirmar en la fe a los creyentes y ayudar a los que no la tienen.
El 2 de agosto de 1981, todas las personas de allí vieron la “danza del sol”. Este fenómeno se repitió varias veces, pero no para toda la gente.
El 6 de agosto de 1981 apareció en el cielo una inscripción brillante como hecha a mano donde se leía: “MIR” (paz). Esta visión apareció varias veces y duró cada vez unos diez minutos.
El mismo día los videntes tuvieron otra experiencia. Mientras se encontraban en un bosque rezando con 40 o 50 personas, se apareció Nuestra Señora, y cuando las personas contemplaron a los videntes en éxtasis, algunos de los presentes dijeron: “¿Podemos tocar a Nuestra Señora?”
Los videntes preguntaron si las personas podían tocar a Nuestra Señora y la Santísima Virgen respondió que “sí”. Se acercaron, entonces, uno detrás de otro. Algunas personas sintieron claramente la presencia de un ser.
Después de la visión, la vidente Maríja se puso a llorar.
Un hombre le preguntó porqué. Ella respondió: “Porque han ensuciado a Nuestra Señora”.
Explicó la vidente: Algunas personas, cuando se acercaban a Nuestra Señora y la tocaban, le ensuciaban el vestido. Entonces, la vidente Maríja preguntó: “¿Cómo te han ensuciado así el vestido?” Respondió Nuestra Señora: “Me han ensuciado los que viven en pecado. Dí a las personas que se confiesen y reparen sus pecados”.
El 1 de septiembre de 1981 la Santísima Virgen anuncia que al fin de las apariciones se dará una señal, acerca de la cual, quiere que se mantenga el secreto.
El 28 de octubre de 1981 se ve claramente un fuego en el Monte Podbro, lugar de las primeras apariciones, que no quemó nada. Ni los bomberos ni la policía encuentran rastro de fuego.
El 23 de febrero de 1982, una cruz en forma de “T” y nubes luminosas anuncian la presencia de la Santísima Virgen, precedidas por señales de tres estrellas fugaces.
El 18 y 19 de junio de 1982 tuvo lugar lo que los presentes denominan “lluvia de estrellas”.
El 25 de diciembre de 1983, Navidad, la Santísima Virgen se aparece con el Niño Jesús.
El alúd de curaciones continúa hasta quedar registrados en 1990 más de 320 casos. En 1996 esta cifra asciende a más de 500. Éstas han de cumplir con ciertos requisitos exigidos por la ciencia, que son: 1) Que la curación sea inmediata, 2) Que la curación sea irreversible, 3) Que la curación sea total, 4) Que no pueda ser llevada a cabo con los medios y conocimientos médicos actuales. Pero lo más importante es la transformación de los espíritus que Medjugorje tiene la virtud de producir.
En 1995, la televisión nos daba la noticia de la pérdida de un piloto norteamericano en Bosnia, después de ser abatido su F-16. Pues bien, este piloto cuyo nombre es Scott O´Grady salió milagrosamente indemne de su dramática aventura. Él mismo cuenta: “Debo mi salvación a Nuestra Señora de Medjugorje”. No se trata de una confesión privada, sino que O´Grady hizo su sensacional declaración en Washington, en el transcurso de una entrevista transmitida a todo el mundo por la cadena de televisión CNN. Resumiendo, dijo: “Durante los 6 días que estuve perdido en Bosnia, tuve una serie de misteriosas visiones que me daban la fuerza de resistir y superar los momentos más duros, aquellos en los cuales la tensión me cortaba la respiración. Ví como un gran halo de luz y sentí una voz armoniosa que me dio aliento y me dejó en el corazón una extraordinaria serenidad. De golpe, recobré la fe que tenía de niño”.
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