04-07-2010
Jesús:
“Mi Siervo tendrá éxito, crecerá”.321 Objeto de las simpatías y de los desprecios de los hombres. Porque eres “de todos
y de ninguno”. Serás objeto de la atención y del rechazo.
Mira cómo vuestro mundo vive en el pecado público y abierto.
Tú quisieras una reflexión sobre esto hoy, y Yo te la quiero dar.
(“Día del orgullo gay”)
Vive en el pecado público, y se jacta de ello.
Tanto es así que para ellos es “pecado” rechazar al mal, y no lo es cometerlo.
Los que rechazan la inmoralidad de costumbres son considerados pecadores. Aun en vuestra misma “Iglesia”, aceptáis el pecado y rechazáis al puro.
Aquel que quiere vivir en integridad de costumbres y quiere la integridad de
costumbres para sus hijos, es considerado “exagerado”, “rígido”, “duro” y
“talibán”.
Sin embargo, ellos sí pueden imponer su “decálogo” a sus hijos y a los demás, y la
Iglesia tiene que aceptarlo. Y deben los curas ponerse de su parte, o también los
aíslan y los rechazan.
Hoy en día un “cura íntegro” nunca llegará a los puestos
importantes de “su Iglesia”. Un “cura íntegro”, es rechazado como extremista.
Hoy en día hay muchas situaciones que claman al cielo en las familias religiosas,
que no son mi Voluntad el mantenerlas.
Habéis juzgado equivocadamente a Dios.
Dios quiere la integridad del matrimonio.
Dios no soporta la mentira y la falsedad
en él.
Dios no quiere que el más fuerte se aproveche del débil.
Eso no es doctrina católica ni verdad revelada.
Habéis prostituido los fines del matrimonio. Sólo para engrosar en vuestras
parroquias una lista de uniones, de cara al público, en la que poco os importa si eso
es real en la intimidad; sólo que lo parezca.
De esto os he de pedir cuentas, hijos.
Hija: muchas mujeres soportan hoy en día el peso de un marido dejado en su
inmoralidad porque son aconsejadas así por sus consejeros.
Atrévete con todo, hija mía, pues Yo quiero devolverte tu amor hacia Mí y tu
confianza con creces. Quiero actuar a través de ti.
Mira, esto viene también al caso del “Día del orgullo gay”.
Quisiera que recapacitarais del por qué de estos comportamientos. Quisiera que
recapacitarais y fuerais capaces de mirar más allá.
Veos a vosotros mismos viviendo lo que no predicáis. Predicáis una cosa y vivís
otra.
¿Os causan repulsa? ¿Y no os causan repulsas vuestras acciones asimismo impuras?
Pensad en todos ellos y pensad quiénes fueron sus educadores y sus formadores.
Pensad en aquellos padres que abusaron de sus hijos sexualmente, aquellos
hermanos mayores o aquellos líderes, aquellos formadores y responsables de la
juventud.Corrompidos hasta el fondo en sus criterios y tapados externamente y considerados
“los puros”.
Cuando veo “el orgullo gay”, pienso en los responsables de todo ello y pienso en
que a ellos les he de pedir cuentas.
¿Podrán estos responsables ser predicadores de la Verdad? No, no podrán. A ellos
he de callarles la boca.
¡Habéis corrompido a mi juventud! ¡Y los responsables sois vosotros, padres y
educadores!
Cuando veáis manifestaciones públicas tan rechazables, pensad en vosotros
mismos, no en ellos, para juzgarles, y pensad si vosotros, con vuestra vida, sois
ejemplo de pureza. Pensad que muchos “impuros” os adelantarán en el Reino de los
Cielos.322
Cuántos pecados peores que estos miro y veo en vuestro interior, tapados bajo capa
de honestidad.
Y ahora diréis: ¿es que el Señor aprueba esas manifestaciones externas de la
Lujuria? No. El Señor no lo aprueba y también mis Ángeles se tapan el rostro.
Pero que sepáis que peor que ellos son los que les indujeron a ello.
Y peor todavía los que, para conseguir sus fines, les utilizan políticamente,
fomentando el que permanezcan en el error.
Esa vida no es natural, no va con vuestra naturaleza de hombre-mujer en dualidad
unida. Y nunca podrá haceros felices. Nunca.
Quizá un día, hastiados de buscar saciar vuestra sed en fuentes putrefactas, queráis
buscar la Verdadera Vida y la Verdadera Agua de la Salvación. Sabed que, pese a
que vuestra conciencia os lo reproche y no os deje de reprochar, porque os
rebelasteis contra natura, Yo os estaré esperando con los brazos abiertos para
procuraros vuestra conversión y vuestra sanación.
Sí: repugnan vuestros actos.
Pero hay otras personas mucho más repugnantes a mis ojos, que parecen puras,
pero están llenas de podredumbre, como sepulcros blanqueados. Y esas personas se
atreven a juzgaros y rechazaros.
Pensad: el Corazón de Jesús no os rechaza.
El Corazón de Jesús está con los brazos abiertos esperando vuestra vuelta a casa,
que es vuestra vuelta a su Amor.
Pensad que: “ningún fornicario o impuro podrá entrar en el Reino de los Cielos”323
Y esa doctrina abarca a todos los hombres.
Abandonad la impureza y vuestra vida de pecado y volved a la Casa Paterna.Vosotros, padres, habéis introducido a vuestros hijos en esa vida de pecado.
Lo mismo para toda mi juventud que nada en el fango de su pecado. Juventud nofeliz.
Juventud sumida en la droga.
¿Es que puedo estar a favor de la droga? No, pero no rechazo al drogadicto, lo que
quiero es que se convierta y viva.324
Lo mismo para todos estos pecados de homosexualidad: Rechazo el pecado, pero
no al pecador.
Los juzgáis muy duramente, sin embargo no sois capaces de ver la viga que hay en
vuestros ojos.
Y a la hora de pedir cuentas de esto, pediré cuentas primera y principalmente a los
responsables de todo ello, a los formadores de la juventud de vuestros días:
vosotros, padres y educadores. ¡Ved vuestro pecado! ¡Ved su gravedad!
Y aun así, también os digo que para vosotros, si os arrepentís, están abiertos los
brazos de mi Misericordia.
Decid a vuestros hijos que os perdonen de todo corazón. Y así os alcanzarán mi
perdón.
Sí. Pobres mis hijos, dependientes de una u otra forma de dependencia: drogas
sintéticas, drogas virtuales, drogas sexuales…
Son al fin y al cabo, las manifestaciones de la misma enfermedad originada por la
falta de amor de sus padres y mayores. Del mal ejemplo, del desvío de sus
progenitores. A ellos Yo les he de pedir cuentas muy duramente.
(A los padres y educadores)
Arrepentíos y cambiad de vida todos.325
Para estas enfermedades, el médico del alma es el que mejor podrá ayudaros.
Porque son enfermedades del alma, hijos, del alma y de la psique. Os mienten
aquellos que os dicen que no estáis enfermos. Os mienten para sus fines.
Sus fines son: la perversión de todas las costumbres y el lograr una humanidad
enferma y depravada, incapaz de hacer nada más que nadar en el fango de sus
pasiones descontroladas.
Vosotros sois víctimas de uno y de otro sitio:
- De aquellos que deberían haberos querido, pero se quisieron primero a sí mismos
y os despreciaron e incluso odiaron326
.
- Y de aquellos que utilizan vuestro desvío para sus fines, y lo promueven y
alientan.
¿No querréis por fin ser libres y veros libres de todos ellos?
Venid a Mí, pues Soy el Padre Amoroso que está atento a vosotros y busca vuestra
felicidad y está siempre dispuesto a acogeros y ayudaros a salir de vuestro error, a
limpiaros y a curaros. Porque quiere vuestra felicidad.
Venid a Mí, pero para construir el Reino de Dios, no el reino depravado del mal. No seáis constructores del Reino del Maligno. Él no busca vuestra felicidad, sino
vuestra destrucción humana y la condenación de vuestra alma.
¿Sabéis que ese tipo de vida sólo os conduce al odio y al desamor?
Sí, no es tan “feliz” como se os propone. Si al menos no queréis escucharme ahora, hacedlo cuando en vuestras carnes hayáis
probado los efectos de los desvíos naturales.
Y entonces, acordaos de estas palabras y de Mí, y vedme como el Padre Amoroso
con los brazos abiertos, prontos para estrecharos.
Yo Soy el Padre Bueno.
Soy ese Padre que no tuvisteis, ése que os abandonó u os depravó, cuando sólo
debía procuraros bien.
¡Venid a Mí, hijos, venid a Mí!
¡Yo no os rechazo!
¡Venid a Mí!
Cuando sea cada vez más conocido y más conocido el Libro, tú por unos serás cada
vez más rechazada y por otros más aceptada.
¿Cuándo sea conocido el Libro, Jesús? Está todo parado.
¿Con qué autoridad os prohibieron repartir Mensajes?
¿Con qué autoridad mis ministros hacen inventos de mis Liturgias?
¿Con qué autoridad eliminan al pobre y ponen sobre el estrado al rico?
¿Con qué autoridad se niegan en mi Iglesia los dones extraordinarios? ¿Es con la
Autoridad venida de Mí? No, no lo es.
¿Con qué autoridad dejáis de predicar austeridad y sacrificio?
¿Con qué autoridad negáis el bien de la oración para mi pueblo?
¿Con cuál les negáis la Confesión?
¡Oh… venid y aprended qué quiero decir cuando digo: “misericordia quiero, que no
sacrificios”!327 No es la negación de la austeridad y el sacrificio lo que predico y
quiero. No. Porque así, vuestras almas están merced al Enemigo.
Porque hay demonios que no pueden expulsarse si no es con oración y sacrificio.328
Por eso, en mi Iglesia, en mis fieles, han entrado los demonios y han hecho
posesión de ellos. Tanta vida llena de pecado, inmersa en el vicio, del que no
quieren salir, y tanto demonio haciendo en ellos estragos. Encadenados a sus vicios,
faltos de oración y ayuno, y presas fáciles en las garras de Satanás.
¿Sabes que así se acabaría el mal en mi Iglesia? Si vosotros, mis fieles, practicarais
la oración y el ayuno.
Sí: es un Mensaje para estos tiempos.
Practicad la oración y el ayuno si queréis veros libres de la lacra del pecado en vuestras vidas. Si no, nunca os libraréis de él.
Sólo con oración y ayuno, hijos, no lo olvidéis, con oración y ayuno.
Pensad cómo se curan en Medjugorje los miembros de mi Comunidad Cenáculo.
¿Cómo se curan?
Y la mayoría de ellos vienen completamente destruidos por su propio pecado.
Esto es vuestro remedio. Esto es lo que os hace falta.Venís a Mí y me preguntáis qué es lo que debéis hacer para veros libres del pecado
que atenaza vuestras vidas y os impide ser felices y os impide encontrarme y
encontrar a vuestros hermanos.
Yo os digo: oración y ayuno. ¿Eso lo queréis oír?
¿O tan sólo queríais oír: ‘poneos bajo mi Corazón y recibiréis la Gracia’, como algo
mágico?
No: la Gracia habéis de fructificarla. La Gracia la habéis de querer y aceptar.
No se acepta la Gracia pretendiendo seguir viviendo en vuestra vida de pecado.
No:
para ello habéis de renunciar al pecado. Renunciar a Satanás y a todas sus obras.
Eso es el Cristianismo.
¿Que no os sentís fuertes?, ¿que no lo sois? Haced oración y ayuno y adquirid así la
fortaleza.
Renunciad al pecado. Renunciad a Satanás y a todas sus obras.
Vivid en Gracia y haced oración y sacrificio para manteneros en ella y para que no
pueda adentrarse en vosotros la tentación y haceros estragos.
No predico nada nuevo.
¿Qué hace mucho tiempo que no oís predicar esto?
Claro, porque mis ministros han dejado de predicar la Palabra de Dios y tan sólo
buscan conservar sus puestos en lo alto.
Pero Yo vendré, y de un plumazo, los destituiré a todos. Porque han perdido a mi
pueblo, lo han hecho extraviarse sin predicarles la Vida.
¡¿Dime por qué tengo Yo que soportar en mi Iglesia la falta de celo?!
¡Por qué esos ministros que predican tanto AMOR, no lo predican para Mí!
Dime en qué Templo de qué dios se puede hallar menos respeto. ¡No lo hay ni en
sus Templos del futbol!
¿Por qué tanta desvergüenza en el vestir?
(Todo esto lo dice teniendo como fondo la Misa a la que he ido hoy domingo)
¿Por qué tanta charlatanería? ¡¡Qué es el Domingo para vosotros!! ¿Un día de
reunión social?
¡Oh, mi hija! Abomino todo esto en tus iglesias.
¿No querrás ir tú con tu sonrisa y recordar que en el Templo se me debe respeto?
Quizá así reavives el rescoldo ya olvidado en su corazón.
No puede ser que vengas el domingo a Misa a cantar en el Coro para honrarme, y
me deshonres con tu falta de respeto. ¿Vienes a cantar a Quien te has olvidado
hasta saludar? Sin embargo no se te escapa saludar a ni uno solo de tus amigos.
¡Oh, amiga, que de “amiga” sólo tienes el nombre, pero tu corazón está lejos de
Mí!329¡Ah, no! Que no quieran vuestros sacerdotes ganarse adeptos para la Parroquia a
base de rebajar las exigencias.
Cada uno muy bien sabe que ha de vestir adecuado para cualquier reunión social.
¡Vuestros vestidos me deshonran! ¡No los quiero en mi Templo! Así, desnudos, no
se viene a ver a Dios. Es una burla hacia Él. ¡¡Decídselo, pastores!! O he de irme de aquí.
Me iré de vuestros Templos, donde no hacéis más que deshonrarme.
Ganaos a todos los infieles, pero si es a costa de deshonrarme, me iré y me alejaré
de vosotros. Sí. Lo haré. No vendré más. No estaré en el Tabernáculo.
No Soy un mero acontecimiento social. Soy Dios. Y como Dios, merezco respeto.
¡No quiero más comuniones sacrílegas y más comuniones con vuestro corazón
lejos de Mí!
Ya no me voy a dar más en Comunión a los infieles, los que no creen en Mí. Los
que me honran con los labios, pero su corazón está lejos de Mí.330
Viviré sólo con vosotros. Con los que me son fieles.
¿Cuesta tanto amar y hacer reverencia a Dios nuestro Señor?
Pensad cómo sí es posible que todo un pueblo me alabe. Pensad en Medjugorje.
Pensad que, cuando se predica la Verdad, el pueblo responde y Dios se vuelca.
Medjugorje: un pueblo donde no se cerró la vía a la manifestación extraordinaria de
Dios.
Medjugorje: un pueblo donde mis ministros respondieron a la Voz de Dios y
predicaron eso a los fieles.
Medjugorje: un pueblo donde, cuanto más repuesta de ellos, más me doy.
Medjugorje: un pueblo a donde ha llegado el Reino de Dios de la mano de mi
Madre.
Es posible. Haced vosotros lo mismo y escuchad mis Mensajes.
(En España con estos Mensajes que Él me da)
Haced vosotros lo mismo y predicad conversión.
Haced vosotros lo mismo y dejad cabida a mi Madre. Veríais pronto cómo
reverdecerían rápido los campos, y mi jardín tornaría vida.
¡Oh, pero para ello necesitáis todavía la muerte de muchos mártires!
Así como allí,331 el terreno lo abonaron los mártires, la persecución y la desgracia.
Así con vosotros pasará. Con vosotros sucederá. Amén.
Y Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
321 Cfr. Is 52,13.
322 Cfr. Mt 21,31.
323 Cfr. I Co 6,9-10; Rm 1,29.
324 Cfr. Ez 18,23; 33,11.
325 Cfr. Hch 3,19; 26,20; Mt 3,2; Mc 1,15.
326 Padres, educadores…
327 Cfr. Os 6,6; Mt 9,13; 12,7.
328 Cfr. Mt 17,21; Mc 9,29
329 Cfr. Is 29,13; Mt 15,8.
330 Ibid.
331 En Medjugorje, en tiempo del Comunismo. .
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