Aunque les duela a algún que otro talibán intolerante y laicista de los que abundan cada día más gracias a las campañas gubernamentales, políticas y propagandísticas mediáticas de ciertos grupos furibundamente anticatólicos, la Iglesia católica tiene en los cinco continentes cientos de miles de centros asistenciales para enfermos, colegios, universidades, hospitales, reinserción de enfermos de sida, alcohólicos y drogadictos, aparte de miles de instituciones misioneras, entre las más conocidas, Cáritas, Manos Unidas y Domund.
Entre los siglos IV y X, mientras Europa era invadida y no paraban las guerras, los monjes copiaban los grandes libros de ciencia y saberes de la antigüedad. Desde el siglo XI fundó y dirigió universidades.
La evangelización de hispanoamericana fue a cargo de los sacerdotes y frailes que viajaron desde el descubrimiento de América por Cristóbal Colón y sus sucesores durante décadas después, llevando cultura, fe y ciencia.
Balboa, descubridor del Océano pacífico, llevaba en su nave, surcando mares desconocidos, una gran bandera de la Inmaculada Concepción.
Beethowen, considerado el mejor músico del mundo, fue católico, así como Mozart. Gran católico fue el escritor Cervantes o el científico francés Laplace. El inventor de la vacuna, Pasteur, era casi de comunión diaria. Galileo fue católico convencido hasta su muerte, pese a ciertas desavenencias por equívocos en motivos científicos con la curia de aquél tiempo.
Otros grandes genios católicos fueron Murillo, Rafael, Miguel Ángel, De Gaulle el libertador de Francia, fue católico, Bolívar expresó su fe en su testamento, Kennedy, el presidente norteamericano... son sólo un muestrario de cristianos, con sus pecados y fallos, pero con su fe católica, amor a Dios y buenas obras.
Yo también estoy muy orgulloso de ser cristiano, defender a Dios y a la Iglesia Católica.
Juan Fco. Fernández
Antonio B. Contreras Hernández
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