Hace ya tiempo que circulan supuestos mensajes celestiales y publicaciones de personas que dicen tener locuciones u otras manifestaciones sobrenaturales. Hasta ahora lo que he visto es falso. ¿Cuáles son los criterios de discernimiento para poder decir que son falsos? Muchos y muy variados. Desde plagios cometidos a verdaderos místicos o a escritores de espiritualidad, a divisiones que los falsos videntes han provocado en grupos marianos establecidos, a que se hayan inmiscuido en apariciones verdaderas, al conocimiento de qué opinan y cómo actúan privadamente, y un largo etc.
Sin embargo, hay algunos criterios que son de aplicación general. Entre ellos, primero de todo en absoluto si está dando alguna revelación que contraste la doctrina de la fe enseñada y transmitida por el Magisterio de la Iglesia Católica o vaya contra la moral cristiana. En cualquiera de esos casos es de descartar de plano.
Es de analizar primero el contenido del mensaje, el lenguaje utilizado, y también el lugar que el vidente ocupa en los mensajes, si de instrumento o protagónico, y la coherencia de su vida.
En cuanto al lugar que el presunto vidente ocupa en el mensaje, si no es un simple instrumento que transmite lo recibido y su lugar es protagónico es un motivo para dudar seriamente de la autenticidad, y más aún cuando en los mensajes hay amenazas del tipo de“¡Ay de aquellos que no escuchen a mi profeta!”
Ahora están reapareciendo y con mayor fuerza algunos falsos videntes en tanto otros nuevos se asoman en el horizonte. Entre los nuevos hay dos de Latinoamérica, en cuyos mensajes (en los que he leído no he visto nada objetable, agrego que no los he leído todos) se mezclan anuncios de calamidades. Son tantas las advertencias y los países involucrados que, dada la situación del mundo y también de la frecuencia de cataclismos climáticos, es muy probable que entre tantos casos alguno acierte. Es el método que emplean los adivinos que dan horóscopos para el próximo año. Cuando hay un acierto muchos incautos ven en ellos una confirmación que les hace creer que son auténticos los mensajes. Hay que decir que ese no es el modo que la Virgen se comunica con nosotros. Además, en uno de esos casos la supuesta aparición aparece bajo la advocación de Reina de la Paz. Es el mismo título con que se dio a conocer en Medjugorje. ¿Cómo podría ser algo así? ¿Hacia dónde habría que mirar, cuáles mensajes seguir?
Todo elemento de confusión viene del Enemigo y el propósito de estos falsos anuncios esconfundir, crear caos, aterrorizar, desesperar, y también, cuando se descubre la falsedad, desacreditar las apariciones verdaderas.
No vayan detrás de mensajes que se está ahora dando a diestra y siniestra. No sean víctimas de la curiosidad (muchas veces morbosa). Manténganse, anclados en la fe, en la vida teologal (viviendo la fe, la esperanza y la caridad), fieles a la Iglesia Católica Apostólica y Romana, a su Magisterio . No vayan en búsqueda de cosas nuevas.
Vemos cómo está el mundo, hacia donde va, algo sabemos y por eso intuimos del futuro que nos espera porque la humanidad está cada vez más alejada de Dios. Precisamente sobre esto se apoya el Enemigo porque parte de lo que sabemos e intuimos para confirmarlo, primero, y desviarnos y confundirnos después. Recordemos lo que dijo la Santísima Virgen en uno de los mensajes de Medjugorje: “quien ora no teme al futuro y quien ayuna no teme el mal”.
Querer saber cómo será el futuro inmediato, dónde ocurrirá qué, no salva a nadie y por lo contrario lo distrae. Lo único que importa es vivir el amor de Dios amándolo y amando al hermano, es decir vivir lo profundo de nuestra fe y para eso hay que purificar el corazón, orar, adorar, ofrecer sacrificios agradables a Dios, acudir a los sacramentos de la Iglesia.
Antes de reenviar un presunto mensaje piensen, recen si viene de Dios, qué se persigue propagando supuestas calamidades en el mundo. ¿Por qué eso no lo dice la Virgen en apariciones aprobadas y consolidadas y cuando dijo algo no especificó o lo dejó en secretos dados a los videntes? Reenviar mensajes de falsos videntes –aún cuando los mensajes sean buenos- supone siempre promocionar al falso vidente con las consecuencias que eso importa.
¡Cuánto habría por hacer simplemente viviendo los mensajes de Fátima! O lo ya dado en Garabandal. Sin embargo, el Enemigo se ocupa en desvirtuarlos. En el caso de Garabandal reducirlo a las fechas del Aviso y del Milagro. Y así aparecen mentes imaginativas que elucubran sobre fechas que luego, por supuesto, nunca se dan. Mientras tanto desvían de lo esencial y desacreditan la aparición porque la gente cree que las fechas vienen de los videntes. En el caso de Fátima circula por la web la “verdad sobre el tercer secreto” con una serie de invenciones y falsedades.
Cerremos los ojos al engaño, a la falsa luz que encandila y no ilumina, y abramos el corazón para vivir los mensajes de paz, de oración, de amor y reverencia a la Eucaristía, de entrega a Dios y al hermano que nos ha traído la Virgen, en resumen del Evangelio, y no sólo viviremos con serenidad los acontecimientos, cualesquiera ellos puedan ser, sino que también no estaremos cooperando con el Enemigo a sembrar confusión lo que significa obstaculizar la obra de Dios.
Padre Justo Antonio Lofeudo
Octubre de 2011
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