1.- JESÚS NOS HABLA DE EL VALLE DE LOS CAÍDOS Y LO QUE REPRESENTA.
2.- JESÚS NOS HABLA DE LA GUERRA QUE TENEMOS QUE REALIZAR Y CÓMO.
28-08-2015
(1) Jesús: El Valle de los Caídos, ese lugar que algunos llaman “telúrico”, es un lugar especial. Como lo son todos mis camposantos. Pero como lo son cementerios donde hay mártires. Son lugares donde las almas de los mártires ruegan al Señor por su país, y más si han sido mártires de un país, de una nación concreta. Acudid allí para recibir “la fuerza de los vencedores”, los vencedores de la fe. Pero no os quedéis sólo allí. Avanzad, pues los tiempos avanzan. Avanzad con los tiempos. Hoy en día, a la juventud poco les dice un lugar que les recuerda a una contienda meramente política, porque así se lo han hecho ver en sus enseñanzas. No fue una contienda meramente política, pero Yo no quiero reabrir viejas heridas. Con las heridas actuales que tenéis ahora, tenéis bastante. Y a ver cómo os hermanáis. Sólo os podéis hermanar bajo la Cruz. Pero en este hermanamiento, vencedores no pueden echar las culpas a vencidos e imponer sobre ellos el yugo de la cruz, de la que se sienten poseedores privilegiados. La Cruz no es de un bando ni de otro. La Cruz es de todos, porque también es de los que asesinan a los mártires, pues por ellos morí. También morí. Soy el Padre de todos, soy el Salvador de todos. Cuando hermanos y hermanos podáis abrazaros en un abrazo fraterno al pie de la Cruz habrá llegado mi Reino Nuevo, mi Reino de Paz, donde no hay bandos. Hay fraternidad unida bajo un mismo Corazón, el Corazón de Cristo que murió por todos, para que todos vayan al Cielo, y por eso la Cruz de piedra se interpone entre el Cielo y el suelo. Y el Corazón de Cristo Vivo y Resucitado, que se ofrece por ellos en la Eucaristía en “la hondonada de la Roca”.609 La Eucaristía se encuentra aquí albergada en lo más hondo de la roca. Y por ellos, por buenos y malos, azules y rojos, late, y me encuentro latiendo en mi Corazón Amante. A todos espero, a todos amo. No excluyo a nadie. Es absurdo, es malo reabrir nuevas heridas, pues éstas se encontraban ya cicatrizando muy bien, y yacían olvidadas, como debe ser. No ha sido bueno, y es una táctica del demonio de la que habéis sabido libraros muy bien, mis amados monjes del Valle. Pensad que vosotros siempre vais a estar protegidos por Mí. No así vuestros hermanos, que no han renunciado al mundo y se encuentran inmersos en él, merced los vientos que les llevan de acá para allá, según la dirección del Averno y no la que ellos quieren. Para resistirlo, debían renunciar al mundo y a la carne, como hacéis vosotros. Si no como vosotros, parecido, para poder reconocer más el demonio cuando se les acerca. No lo hacen. Sucumbirán. Para que sucumba el menor número de ellos, quiero, Hermanos, que recéis insistentemente y os sacrifiquéis por estos vuestros hermanos que se encuentran en el mundo. Yo os prometo, que si oráis, nunca os faltará el discernimiento. Que lo que tenéis que hacer no se os comunicará tanto por “videntes”, sino por el Espíritu Santo directo sobre vosotros. Orad, velad y estad en guardia. El Valle siempre quedará como un oasis de Paz, si os conserváis pobres y pequeños, como hasta ahora. Mis Hermanos, Yo no os abandonaré. ¿Y los mártires? Los mártires te hablan, y te dicen. (Hay como un ruido de espadas. De picas. Estandartes. Veo sólo la parte de arriba del Ejército. Los oigo, hacen ruido. Y dicen:)
Mártires del 36 enterrados en El Valle: Hermana, debéis invocarnos más. Los mártires del 36 deseamos ser invocados por vosotros en esta Batalla que se os presenta, porque deseamos ser de ayuda para vosotros. No podemos actuar más. No más, como queremos, porque no somos invocados por vosotros. Estamos como silenciados. A todo este Valle se le ha tapado la boca y está en silencio, y sin embargo quiere gritar: “¡Guerra! Guerra por la Eucaristía”
¡Jesús!, ¿no dijiste que quieres que estemos en Paz?
(2) Jesús: Querida, paz entre vosotros, los hermanos, pero Guerra al Enemigo. No tenéis que luchar contra los hombres sino contra Satanás. Ése es el Enemigo.610 (Él) Utiliza a algunos hombres, pero vosotros tenéis que amar a esos hombres. No es contra ellos contra quienes se lanza la batalla, aunque ellos estén a su servicio. Para ellos siempre la paz y la palabra amiga. Con eso haréis vuestras batallas. No es con la sangre, no es con el fuego, tampoco con la artillería. Es con las Armas del Amor, de las que os tenéis que proveer. Es una batalla ante todo espiritual, aunque en su última fase se volverá física. Hija mía, a mis mártires se les ha tapado la boca, y en todo el Valle reina el silencio611. Pero si estos callan, “Gritarán las piedras”.612 (Parece que de lo profundo de la Roca, en donde está la Basílica, y aun de todo el Valle, saliera ese grito: “Guerra por la Eucaristía”. Y lo hacen todos a una) Jesús mío: ¿quién les ha quitado esa mordaza? Tú. ¿Eh? En el sentido de tu viaje y estancia aquí. Tú, al publicar el Tercero. Porque se abre la Guerra contra la Eucaristía, por lo que muchos de ellos dieron la vida. Ellos os enseñarán a luchar. Para motivaros, estudiad la vida de los mártires que fueron eminentemente eucarísticos, y copiad sus actitudes y sus actuaciones. ¿Ellos dejaron que se saquearan los conventos? No todos. De todas formas, una cosa es saquear el Convento, y otra profanar el Santísimo. El Santísimo, la mayoría de las veces, quedó protegido o consumido. Cosa que no sucederá ahora. ¿No? ¿Por qué? Ahora el demonio tiene más poder. Ya no va sólo contra lo santo, sino contra el mismo Santo de los Santos. Ahora sí se atreve más. Antes no se atrevía más. Se conformaba con profanar lo Santo, porque era más fiel reflejo Mío. Ahora se encuentra muy poco “santo”. Lo habéis profanado ya vosotros. Los mismos religiosos se profanan a sí mismos y no son más un reflejo Mío y el de mi Madre. Vosotros mismos, que os decís católicos, tenéis muy poco de ello. Por eso no encuentran gusto en profanar algo que ya es profano. El demonio quiere profanar lo Santo. Ahora se atreve a llegar directamente al Tabernáculo y robar al Rey de la Vida. Os arrebata la Custodia en vuestras mismas narices, y os la pisotea delante sin que vosotros hagáis nada por miedo a perder la vida. A veces tan sólo por miedo a salir en la foto.
609 La Basílica es subterránea, excavada en roca viva.
610 Cfr. I P 5,8.
611 Todos los mártires estaban representados en una cabeza que yo veía, amordazada.
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