10-11-2003
Virgen:
Primero hay guerra dentro de los corazones. Luego hay guerra entre los corazones
de una misma familia, de un mismo grupo, de una misma tierra, de un mismo país.
Vosotros debéis romper el círculo. Allá donde estéis, romped el círculo del odio
para que no continúe en vosotros. Devolved bien por mal. Bendecid, no maldigáis.
En cuanto os sea posible haced el bien a todo el que os rodea.
La guerra empieza dentro de vuestros corazones. Ahora, que todavía podéis
hacerlo, confesaos asiduamente. No lo dejes. Tampoco para tus pequeños. Todos
necesitáis confesaros. El mal os rodea por todas partes. ¡Pero tenéis grandes
raudales de bien! ¡Venid!, venid al Sacramento de la Confesión y al Sacramento de
los Sacramentos.773 Es bueno que desde pequeños les acostumbréis a comulgar con
asiduidad. Les hace falta. Al igual que a vosotros. Se encuentran rodeados de males
que les amenazan. Pero tienen un buen Defensor, tienen una buena defensa. Diles:
haced que estén y permanezcan siempre a mi lado. Así el Demonio no podrá
tocarlos.
¡Apártate de estos, bicho inmundo!774
773 La Eucaristía.
774 La Virgen apartó con la Mano a Satanás, que era un monstruo pesado, feo,
asqueroso. Semejante a un cocodrilo. Al lado de la Virgen, el Demonio se
convierte en eso, algo fácil de apartar por su Mano Bondadosa
20-11-2003
Me dice Jesús entonces: “apunta lo que ves”775
775 El pecado de cada uno es como un pozo profundo, grande, negro, que está
dentro del alma y me veo al borde de ese pozo, con vértigo y con sensación de
vacío, de mal. Pienso: “menos mal que nos está permitido confesarnos”. Ese
abismo gris-negro lo conoce sobre todo Dios, es íntimo a cada uno, pero a veces
ni la propia persona lo conoce. La realidad del pecado personal es horrible .Eso
está en un compás de espera, con posibilidad de ser borrado de nuestra alma.
Pero una vez que te mueres, eso queda así. Jesús ha redimido eso, y te da la
posibilidad de borrarlo con la confesión, los Sacramentos y la vida de piedad y
sacrificio durante toda tu vida hasta la muerte. Una vez muerto todo queda como
está. Y es muy serio y grave esto de la condenación de la persona por el pecado.
Pero tiene remedio. Es una realidad horrible, pero tiene remedio por Jesús, por el
Amor de Jesús. ¿Qué pasa que le damos la espalda?
23-11-2003
Jesús:
Cada vez más lo iréis viendo: os alejaréis de los que no cumplen mi voluntad. Y
tanto más lejanos cuanto más llamados. Se creará como un abismo entre vosotros.
Iréis viendo con pena cómo personas muy amadas y allegadas a vosotros
abandonan el buen camino, y cómo Yo os iré uniendo a otras ovejitas que no
conocíais pero que os serán más íntimas que vuestros íntimos.
Soy signo de contradicción,776 hoy más que nunca. O seguirme, o abandonarme.
776 Cfr. Lc 2,34.
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